Luis Alberto García / Uruapan, Mich.
*La situación es sumamente preocupante.
*TLC y capitales dañaron la producción.
*“Todo podría ser peor”: Matías Romualdez.
“Una pura y dos con sal”, claman los madereros.
El informe de Climate Rights International (CRI), publicado en noviembre de 2023, identifica a las empresas comercializadoras que compran aguacate procedente de huertas con cambio de uso de suelo en Michoacán, y esos puntos de venta son las grandes empresas comerciales de todo el país.
Ni a los gobiernos estadounidense ni al mexicano les interesó hacer valer la ley e imponer una certificación ambiental obligatoria y sin simulaciones, y hasta ahora nada anticipa que la revisión del T-Mec que inicia en 2025 pueda derivar en mejores regulaciones ambientales.
La poderosa burbuja de acero que los protege no tiene, hasta ahora, una sola abolladura, sino por el contrario, porque la expansión aguacatera a costa de bosques y aguas avanza viento en popa y de acuerdo con datos oficiales, de 2018 a 2024 se han detectado alrededor de 30 mil hectáreas con cambio de uso de suelo.
La tendencia de cambio de uso de suelo para los siguientes meses es preocupante, y en 2024 la dinámica de incendios forestales fue impresionante, en los que de acuerdo con el Concentrado Nacional de Incendios Forestales, Michoacán alcanzó una afectación de 74 828 has., derivada de 847 siniestros.
La cuestión es que, por lo general, la mitad de estas superficies terminan en cambio de uso de suelo para cultivar aguacates, y es que zonas donde la crisis hídrica por sequía generó en los meses pasados tensiones sociales como en Madero, el cambio de uso de suelo y la construcción de hoyas ilegales continúa sin consideración y sin freno.
Deberá reconocerse que al sector aguacatero ilegal las convocatorias gubernamentales a colaborar para evitar que se agrave el problema del agua les importa poco o nada -“una pura y dos con sal”- dicen los madereros.
Para ellos el hecho comprobado de que la microcuenca hídrica de Madero, Curucupatzeo, Carácuaro, ya esté agotada, que se debe a que es mayor la demanda de agua que la infiltración, tema que les tiene sin cuidado.
Y si ocurre la protesta social, como ya ha ocurrido, se victimizarán y culparán a los reclamantes de entrometidos y de afectar el interés privado.
“La alucinación que ha generado el oro verde del aguacate nos está resultando demasiado cara y preocupante para los michoacanos. La pérdida de bosques y aguas y el extravío de la sostenibilidad nos tienen en un presente crítico y nos pinta un futuro desalentador” denuncia Pedro Delgado, agricultor de Sevina, en la meseta purhépecha
Por migajas y miserias -dice don Pedro-, empresarios y gobiernos, “aceptaron entregar el futuro de nuestros bosques y aguas, el futuro de nuestra vida, a la máquina de hacer dinero. Como toda carrera caótica, desgobernada como la del aguacate.
El sociólogo Matías Romualdez advierte por su parte que esta solamente podrá terminar con la implosión de las propias contradicciones que está generando. Todo se mueve y todo podría ser peor, diría ese científico social parafraseando a algunos pensadores que siempre han tenido la razón.