viernes, abril 19, 2024

ESTADO DE LOS ESTADOS: Devaluada Marcha del Millón

Lilia Arellano

“El poder cree que las convulsiones de sus víctimas
son de ingratitud”: Rabindranath Tagore

Devaluada Marcha del Millón
Concentración del poder, enfermedad mortal: analistas
México: más de 103 mil muertos y 900 mil contagiados
Imposición de Mario Delgado a la dirigencia nacional de Morena

Ciudad de México, 26 de octubre de 2020.- La cifra de asistentes a la Marcha del Millón es, entre otras, una clara muestra de cómo van permeando las mentiras en distintos grupos y sectores. La reunión de apenas si 5 mil 700 personas personas para defender a la 4ª T y su progenitor, contrasta con ese casi 60 por ciento de apoyo a su mandato que dicen las encuestadoras mantiene el tabasqueño. Están a la vista los efectos de las farsas montadas desde Palacio Nacional; las mentiras dichas una y otra vez en las conferencias mañaneras en relación con el manejo de la pandemia por Covid-19 y la marcha de la economía; el autoritarismo exhibido en las últimas semanas por el presidente López Obrador, con la cancelación de los fideicomisos y la consulta para juzgar a los ex presidentes por presuntos delitos, así como con la abierta pretensión de formar nuevamente monopolios energéticos y sin dejar de lado la imposición del dirigencia nacional de Morena, son entre otros, causantes de las derrotas en Hidalgo y Coahuila.
Al surgimiento de movimientos ciudadanos de oposición por la inacción de los partidos políticos, como “Si por México”, se suma la debilidad exhibida por el caos en Morena. A pesar de lo señalado por las encuestas publicadas periódicamente, las cuales estiman la aceptación a la administración del tabasqueño en 60 por ciento, lo cierto es que sus seguidores y simpatizantes se diluyen entre su mala administración y pésimas decisiones. “La marcha del millón”, la cual pretendía demostrar la gran aceptación al mandato del tabasqueño, registró apenas la participación de 5 mil 700 personas, reportó la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México. El grupo partió del Ángel de la Independencia y llegó hasta el Zócalo de la capital de la República, donde el Frente Nacional Anti AMLO (FRENA), otra organización ciudadana que pretende la renuncia del presidente, tiene instalado un campamento desde el 23 de septiembre pasado.

López Obrador pierde piso electoral pero no hay líderes opositores para capitalizar esta situación, de ahí el surgimiento de movimientos ciudadanos con la pretención de construir liderazgos para convertirse en inductores del voto y, a futuro, en opción en los próximos comicios, en los del 2024 aunque sus representantes lo nieguen. Estos grupos tendrán también la tarea de evitar lleguen los tres últimos partidos políticos palomeados por el Trife, a conservar el registro, a obtener el mínimo de sufragios que les permitan representar la opción electoral perdida por Morena y obviamente por AMLO y así permitir mantener el control del Legislativo en manos del tabasqueño y alejar, tal vez de manera definitiva, no solo el equilibrio de poderes sino la práctica democrática.

Las mentiras del inquilino de Palacio Nacional tienen fecha de caducidad, sobre todo cuando se enfrentan a la cruda realidad. Nadie puede creer ya frases como “ya pasó lo peor de la pandemia”, expresadas por López Obrador al clausurar el fin de semana la 111 Asamblea General Ordinaria del IMSS, en Ciudad Acuña, Coahuila, donde su partido fue barrido en las elecciones para conformar el nuevo congreso estatal. Ante la crisis sanitaria que desató la pandemia por Covid-19, sostuvo –una vez más- ya pasó lo peor. Ante representantes obreros y empresariales, indicó: “Pueden haber más infectados, pero esto ya no se refleja necesariamente en el número de fallecidos. Esto es importante, hay que decirlo, está sucediendo a nivel mundial, hay un rebrote de la pandemia pero que no ha tenido los mismos efectos en fallecimientos”.

El titular del Ejecutivo federal pasa intencionalmente por alto que precisamente este fin de semana México sumó oficialmente casi 900 mil casos acumulados de Covid-19 y supera ya las 104 mil muertes por el coronavirus. Sigue manteniendo la idea de que la estrategia de “inmunidad de rebaño” aplicada ha sido correcta y da resultados, pero no es así y ahí están los datos proporcionados por José Luis Alomía, director general de Epidemiología, quien detalló se han estudiado dos millones 288 mil 589 personas, de las cuales un millón 66 mil dieron negativo a la prueba. Esto indicaría el resto dio positivo, es decir más de un millón 200 mil infectados. Las autoridades de salud siguen insistiendo en el dato –no confiable- sobre la falta de ocupación hospitalaria para fundamentar se ha domado la curva de la pandemia, al señalar que dicha ocupación, a nivel nacional, es del 32 por ciento de camas de hospitalización general y de 26 por ciento de camas con ventiladores ocupadas. ¿Olvidan la cifra de 8 de cada 10 pacientes muertos al ingresar a las instalaciones del IMSS?

La pandemia pega por igual a todas las clases sociales, pero quienes tienen recursos económicos la afrontan mejor. Las pruebas negadas a los ciudadanos por “caras y poco confiables”, son aplicadas a funcionarios del gabinete, a legisladores, líderes morenistas, el mismo presidente se las practica semanalmente; el costo es pagado con recursos gubernamentales y, por los millones gastados, es claro que para ellos no aplicó la “austeridad republicana”. Vemos, sabemos y nos informamos todos los días de parientes fallecidos, amigos contagiados, familiares resintiendo la enfermedad. No resultó eficaz la fórmula lopizta: no traicionar, no mentir, no robar o tal vez quienes han sido contagiados y son cercanos al tabasqueño no cumplen con esos requisitos de inmunidad y, para gozar de ella sin responder a los dichos presidenciales, no dudan en presentarse a votar cuando es indispensable se haga, como es el caso del senador Alejandro Armentan quien, infectado acudió a dar el visto bueno a la extinsión de los fideicomisos.

En las filas de Morena: el senador por Tlaxcala Joel Molina, por Tlaxcala, falleció el sábado próximo pasado en el hospital del ISSSTE de esa ciudad luego de haber sido diagnosticado con Covid-19. También los aspirantes a la dirigencia nacional de Morena, Mario Delgado, Yeidckol Polevnsky y Gibrán Ramírez fueron contagiados. Integrantes del gabinete de AMLO fueron asimismo infectados: Irma Eréndira Sandoval Ballesteros; Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); y Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público. También decenas de integrantes de las cámaras de Diputados y Senadores han dado positivo al coronavirus. Si nos atenemos a esas frases usadas permanentemente por el Ejecutivo federal, la que señala: “cuidate de los buenos, los malos yo te los señalaré”, su formula para no verse contagiados de coronavirus nos dice en donde está la madriguera o ¿será ratonera?

IMPONEN A DELGADO

La accidentada contienda por la dirigencia de Morena, prolongada por años, se definió a favor del diputado Mario Delgado, egresado del ITAM, burócrata llegado por la vía plurinominal a la Cámara de Diputados, crecido a la sombra de Marcelo Ebrard Casaubon, quien aparentemente lleva la delantera en la carrera por sustituir al presidente López Obrador. Estaba suficientemente claro era a AMLO a quien menos le convenía la llegada de Muñoz Ledo a la dirigencia morenista, con todo y haber tomado las precauciones mínimas al resultar manipulada, primero, la Secretaria General. Don Porfirio resultaba, y resulta, una piedra en el zapato de López por una razón de mucha fuerza: el diputado sigue intentando ser el redactor de una nueva Constitución en cuyos renglones pueda generarse un auténtico cambio y no las ocurrencias de una transformación de cuarta. Se recuerda fue el coordinador o el progenitor de la Constitución de la Ciudad de México y esas acciones tienen un registro sobresaliente en la historia de los pueblos.

Si como se preve, Delgado es la avanzada del carnal Marcelo vale la pena tener presente es la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien mantiene la preferencia en el ánimo del tabasqueño, y éste sigue siendo el gran dedo, el que a final de cuentas es el único que cuenta. La presidencia de Mario Delgado no significará el fin de los conflictos al interior de Morena. Porfirio Muñoz Ledo, no reconoció los resultados de la tercera encuesta e inició una “resistencia” a la imposición del pupilo de Ebrard y denuncio el uso de dinero para “comprar” posiciones. Delgado hereda un movimiento con escasa institucionalidad, con sus estructuras desarticuladas y con tendencia al sectarismo y añejos pleitos por las cuotas de poder.

Alfonso Ramírez Cuellar, quien fuera electo en enero como presidente para organizar la elección de la nueva dirigencia, señaló en una entrevista con Proceso: “Lo más grave no es quién quede. Lo que no puede ser es que, primero, nos asalte el Tribunal y, luego, el dinero tome por asalto al partido”. Coincide con Muñoz Ledo en que “la extrema derecha” de Morena financia a Delgado y a Ebrard, ambos fundadores, en 1999, del ya desaparecido Partido de Centro Democrático. También Bertha Lujan, presidenta del Consejo Nacional de Morena, fijó su posición: “Para Morena es un momento crucial: o defiende su origen democrático en búsqueda de la consolidación de la 4T o inicia su caída hacia el basurero de la historia”.

El senador Martí Batres consideró Morena tendrá su primer presidente neoliberal. En su cuenta de Twitter el legislador comparó la asunción de Delgado con la determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que en 2008 dio la victoria a Jesús Ortega para dirigir el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La referencia viene al caso pues Delgado es un colimense que estudió en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la cuna de los tecnócratas de este país impulsores del neoliberalismo en el gobierno durante los últimos 30 años. Después ganó una beca para estudiar en la Universidad de Essex, Inglaterra, donde obtuvo el grado de maestro en Economía, con especialidad en Econometría. Su carrera política la ha realizad a la sombra de Marcelo Ebrard, con quien ha colaborado estrechamente en el gobierno de la Ciudad de México pues fue Secretario de Finanzas del Distrito Federal (2006-2010) y secretario de Educación del Distrito Federal (2010-2012). Posteriormente se desempeñó como Senador de la República y actualmente diputado federal.

DE LOS PASILLOS

Analistas como el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío; el economista Jorge Suárez Vélez; el politólogo Carlos Elizondo, y la activista Edna Jaime, directora de México Evalúa, consideran que México está gravemente enfermo al concentra el poder sólo en el Ejecutivo, mientras se vive la peor crisis económica, social y sanitaria. Para Cossío, al destruir los fideicomisos de ciencia, tecnología, y de otras formas de acción pública, el gobierno lopezobradorista lo que busca es evitar ser criticado y consideró que ese “es un camino extremadamente peligroso porque la destrucción de las capacidades críticas al interior de un Estado lo único que provocan es la sordera, la ceguera de las propias autoridades”. Edna Jaime señaló que estamos viendo el cambio más profundo en la relación cívico-militar desde la primera mitad del Siglo XX en nuestro país, con un ganador que es el Presidente y dos perdedores: las Fuerzas Armadas y la institucionalidad democrática civil. “Las Fuerzas Armadas están abrumadas por la gran cantidad de responsabilidades y proyectos que se les han dado, con peligro de caer en actos de corrupción. La institucionalidad democrática también pierde, al dejar en manos de los militares asuntos que competen a funcionarios civiles. Lo que sucede con esta situación es la creación de cotos de poder, que después será muy difícil desmontar”, indicó…

Tras la queja de legisladores de Estados Unidos por la política energética seguida por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al cual acusaron de obstrucciones a compañías privadas de ese sector, el mandatario aseguró: “A mi no me paga Repsol, a mí me pagan los mexicanos y por eso tengo que defender el interés público”, y agregó que no se dará “ni un paso atrás” en la política energética de su administración para rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). AMLO señaló que “en esta materia y en otras, pero fundamentalmente en lo que tiene que ver con la política energética de nuestro país no hemos suscrito ningún acuerdo con el gobierno de Estados Unidos o de Canadá”. En una visita técnica a la Central Termoeléctrica Carbón II “José López Portillo”, en Nava, Coahuila, López Obrador explicó que cuando se renegoció el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en su calidad de presidente electo detuvo las negociaciones para eliminar ciertos compromisos de la administración de Enrique Peña Nieto. “En el capítulo de Energía sólo quedó establecido en dos párrafos el derecho absoluto, soberano de México para decidir en materia de política energética, de conformidad con la letra y sobre todo con el espíritu del artículo 27 de nuestra Constitución”, reiteró.

 

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