Gloria Analco
- Los jóvenes que nos despiertan: Brian Berletic y Ben Norton frente a la arrogancia estadounidense
En un mundo donde la política global parece cada vez más ciega y peligrosa, surgen voces jóvenes que nos recuerdan que la lucidez y la ética no tienen edad.
Ellos son Brian Berletic y Ben Norton, ambos estadounidenses, con apariencia casi infantil, y que representan ese raro equilibrio entre conocimiento profundo y compromiso moral en su análisis geopolítico, y por ello son muy demandados en programas de análisis geopolítico en YouTube, donde tienen su propio Podcast.
Además de expertos, son ciudadanos decepcionados de los gobiernos de su país, y precisamente por eso su crítica es creíble: no opinan desde afuera, sino desde adentro, con conciencia de lo que sus líderes buscan y de los riesgos y peligros que generan.
Observando la política estadounidense actual, se comprende la metáfora perfecta que ellos mismos sugieren: EE. UU. es un alacrán que se muerde la cola.
En su intento desesperado por recuperar hegemonía -desde conflictos en Gaza e Irán hasta la presión sobre Rusia y la búsqueda de control sobre el petróleo venezolano-, el país no solo no recupera el poder absoluto que tuvo, sino que erosiona su credibilidad, pierde influencia y aumenta los riesgos globales.
Ya no cuenta con la supremacía militar incontestada: Rusia lo supera en capacidad estratégica en varios frentes. Ya no domina la economía global: más del 55 % de las transacciones internacionales se realizan fuera del dólar y esa tendencia crece mes a mes. Y ya no puede controlar la narrativa mediática: las redes sociales y medios alternativos han roto la capacidad estadounidense de imponer propaganda unilateral.
Sus amenazas ya no hacen temblar al mundo como antes. Los aranceles y bloqueos, lejos de imponer obediencia, han provocado que numerosos países “mandaran al diablo” las exigencias de Washington, avanzando por sus propios caminos estratégicos.
En contraposición, China y Rusia muestran un enfoque distinto: construcción, desarrollo y cooperación. China domina 57 de 64 tecnológicas críticas, consolidando un desarrollo que cambia la vida de millones sin destruir a otros.
Rusia, bajo la visión de Vladimir Putin, impulsa el mundo multipolar y lidera los BRICS, ofreciendo alternativas al modelo destructivo estadounidense.
Estos países muestran que es posible proyectar poder y generar influencia sin apretar, sancionar ni invadir, sino mediante desarrollo y alianzas estratégicas.
Y aquí es donde la voz de la nueva generación se vuelve esencial.
Brian y Ben nos alertan sobre planes agresivos que EE. UU. sigue persiguiendo, sin importar quién esté en la presidencia, y lo hacen con evidencia, análisis y claridad.
Nos recuerdan los riesgos reales: una guerra convencional con Rusia sería una derrota probable para Estados Unidos; una nuclear sería un desastre para todos.
Su urgencia moral no es retórica: buscan abrir los ojos del mundo antes de que sea demasiado tarde. Siguiendo la tradición de analistas críticos como Jeffrey Sachs, Scott Ritter, Larry Johnson o el juez Napolitano, representan la continuidad ética y la responsabilidad intelectual que tantas veces ha faltado en el periodismo y en la política.
Brian Berletic y Ben Norton nos muestran que la lucidez y la ética no tienen edad, y que despertar a tiempo puede salvarnos de la necedad del poder absoluto.
En tiempos en que la arrogancia de un imperio en decadencia amenaza la estabilidad global, escuchar a estas nuevas generaciones no es opcional: es imprescindible.