Por Armando Rojas Arévalo
LUCIANA: Empiezo –disculpas, no lo vuelvo a hacer- con el “yo-yo”, para que conozcas mejor mi trayectoria profesional. Tengo 55 años en el ejercicio del periodismo y 20 como maestro de la UNAM. Soy Premio Nacional de Periodismo, Premio Nacional de la Comunicación de la Fundación Pagés Llergo, UNAM y CDH en el capítulo de “cátedra en periodismo”, Premio Docencia Universitaria y “Puma Distinguido” de la Asociación de Egresados UNAM-Morelos.
El clima de odio y de estupidez, peligroso y de bajo nivel que impera en el país y del que lamentablemente la UNAM no está fuera, nos regresó a la Santa Inquisición en la que los libros eran cosa del diablo y los maestros eran considerados brujos y enemigos de la sociedad.
El anonimato en el que se esconden los cobardes es el mejor lugar ahora para los francotiradores de la descalificación y la calumnia e iniciar el linchamiento público. No se muestran ni aportan pruebas. Cualquiera que quiere hacer daño te señala para que te lleven a la hoguera. Los y las encapuchadas queman la Bandera Nacional con el supuesto de que representa a la autoridad, o que es “solamente un trapo”, como se dice en una página que se llama “No me quiero morir en polakas”; vandalizan librerías y pintarrajean obras de arte que pertenecen al patrimonio del país como si se tratara de basura.
Me siento ofendido como persona, como universitario y como maestro. Mi foto apareció en una galería de cartulinas de profesores “machistas”, “agresores” y “acosadores y hostigadores sexuales”, en los pasillos de un edificio de la Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, hecha –la galería- por alumnas feministas. A mi ponen como machista, pero señalan como acosadores a otros maestros –varios, ilustres- que debieran, en lugar de la calumnia, ser motivo de homenajes.
En el aula en que imparto clases de 9 a 11 y que cobija a cuando menos cinco maestros más en los dos turnos, una pinta: “En este salón da clases un macho de mierda”. Feminazismo puro. Odio estúpido que no tiene otro fin que el de destruir y burlarse de quienes, sin importar el poco sueldo nos hemos comprometido en la docencia a devolver a la Universidad lo que hizo por nosotros.
Y no solamente eso, lo peor es la violencia. A un profesor del CCH Azcapotzalco lo sacaron a golpes del aula, tras denunciarlo de “acoso sexual”. Ver: www.24-horas.mx/2019/11/20.
Hasta hace poco ser catedrático de la UNAM daba prestigio. Hoy, en estas penosas circunstancias, ya no vale la pena.
Reproduzco un texto que el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, RICARDO DE LA PEÑA, escribió en facebook a propósito del comentario que hice en la misma red sobre el ambiente de criminalización contra profesores en la escuela. “LUCHA DE GÉNEROS”, es el título.
“Esto cada vez va más mal. Se está dando cabida a la difamación y la calumnia, al chantaje y la revancha, cuando en aras de una supuesta defensa a un género contra agresiones del otro se violan todos los principios y avances del derecho universal: se niega que la carga de la prueba está en quien acusa, el principio de presunción de inocencia y se pasa simplemente a dar cabida a la quema de brujas, brujos, como en el Medioevo. Mal, muy mal para la libertad. Cuando se escriba la historia de nuestros tiempos se recordaran estos episodios como parte de las expresiones más oprobiosas y oscuras de la humanidad. Y de verdad que todo esto puede anticipar una agudización de los enfrentamientos sociales entre segmentos diferenciados por su género, como hemos visto que ya se ha expresado por momentos entre grupos universitarios, lo que a nadie conviene, pues sería algo que deteriore la estabilidad y la convivencia comunitaria y un motivo de incremento de la violencia que supuestamente se pretende combatir. Mal, realmente mal”.
¡Ah!, a quienes causaron destrozos en los inmuebles y valores artísticos la orden de las autoridades de la UNAM es no hacer nada en su contra. ¿Y a quienes difaman y promueven el linchamiento, qué?
Esto se ha descompuesto rápidamente. Los ánimos están crispados, por la polarización. Desde que este país es de fifís y chairos, de fifís y pobres; de conservadores, de derechistas, y de periodistas “chayoteros” el odio se ha empoderado. ¿Y la “República amorosa dónde quedó? ¡Carajo!
La muerte asecha en ciudades, pueblos y aldeas, en calles y avenidas. ¡29 mil 547 asesinatos violentos tan solo de enero a octubre! De a 20 por hora. El año más violento de la historia.
A RICARDO MONREAL se le olvidó la frase de “¡al diablo con las instituciones!” pronunciada por LÓPEZ OBRADOR en el zócalo en 2006. Ayer, al amenazar con juicio político a los gobernadores y alcaldes panistas que se rebelen contra la nueva presidenta de la CNDH, dijo: “No es una buena idea, ni siquiera es inteligente, menos brillante, mandar al diablo las instituciones”. Ups. Imagínate cómo le iría a su “amigo” LÓPEZ OBRADOR si llegara a la Presidencia en 2024…o antes.
DICHO LO ANTERIOR, paso a otros temas más constructivos. La biblioteca de la comunidad tzotzil “San Juan Bautista”, en la periferia de San Cristóbal de las Casas, lleva desde ayer el nombre de mi amigo y admirado paisano, el escritor, periodista, poeta, dramaturgo y compositor OSCAR PALACIOS, Por cierto, Premio Chiapas en Literatura.
La biblioteca se encuentra al interior de la residencia de artistas “Yuria” y fue formada por la donación de libros por parte de amigos y ciudadanos en general. ¡Qué orgullo!
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