Por Armando Rojas Arévalo
AZUL: Alguien que no conozca o sepa cómo es el presidente, preguntará entre molesto y asombrado ¿qué le pasa a este hombre? Un día se pelea con unos y otro con los demás. ¿No se puede estar en paz? En la mañanera del miércoles, por ejemplo, arremetió por enésima ocasión contra los medios y algunos comentaristas. ”No hay en México –dijo- un periodismo profesional, independiente; no digo objetivo porque eso es muy relativo, pero ético, están muy lejos de eso…”
En respuesta a una pregunta a modo del que se dice periodista y es más conocido como “Lord Molécula”, LÓPEZ OBRADOR habló y habló en lo que parecía ser una clase de ética en el periodismo y de los periodistas mexicanos contemporáneos, del periodismo independiente y cómo fue el periodismo de la Reforma y la Revolución. Qué es el buen periodismo y cuál es el mal periodismo. De nueva cuenta, los medios y periodistas que lo critican son los malos, y los que le aplauden son los buenos, o sea, los “independientes”.
“Lo que tenemos ahora es un periodismo muy cercano al poder, sobre todo económico, y muy distante del pueblo. Es un periodismo de élite, que no defiende al pueblo raso… el buen periodismo es el que defiende al pueblo, el que está distante al poder”.
¿Ya entramos en la etapa de la censura a la prensa? Seguramente él responderá que como ciudadano tiene derecho de réplica, y en ello dice a los medios cómo ser.
Uno se imagina que se refiere al periodismo en general, no sólo al que lo critica, sino también a los medios que pertenecen a dueños de monopolios y son sus amigos. Si es así, qué bueno y merece aplauso, pero si no, mejor que no descalifique porque se lleva entre las piernas a la mayoría de los comunicadores.
Para él, a estas alturas sus enemigos ya le están bajando de tono a sus críticas, porque se les está acabando el dinero y no pueden seguir pagando bots.
LÓPEZ OBRADOR se encuentra en un conflicto de intereses, pero debe ser justo en sus opiniones. Por ejemplo, TV Azteca puede decirle lo que desee y hasta promover la desobediencia civil y él trata de no entrar en controversias. En cambio, Reforma, El Universal y otros medios, no. Esos y otros periódicos y comentaristas que le hacen ver sus errores, están alineados, según él, con el conservadurismo.
Definitivamente, no se puede ser condescendiente con unos –los “amigos”- y descalificar a los caminan por la otra banqueta. ¿En qué quedamos?
POR LO DEMÁS, tenga éxito o no en su plan anticorrupción, algo que empañará su desempeño y contaminará el reconocimiento del mismo, ahora y después de su administración, es su relación con el dueño de TV Azteca, Elektra, Banco Azteca y 10 corporativos más. Tenga o no tenga negocios con el empresario, siempre lo van a señalar y vincular con él. Está marcado para siempre.
Lord Moléculael único “periodista” que tiene asignado un lugar específico en el recinto de las mañaneras, le dio oportunidad para lanzarse contra el Reforma y El Universal (de este dijo “¿ustedes creen que no aburre no encontrar nada bueno del gobierno?”) y los articulistas “supuestamente independientes”. Estos, los que escriben editoriales, son “puro conservador”, y de los del Reforma “ya ni hablamos”.
Los articulistas –columnistas, analistas, etcétera- que le pegan vienen de medios como el Excelsior, UnomásUno y Proceso, que “fueron buena escuela… pero la mayoría se echó a perder”. Consecuentemente, palabras más, palabras menos, en México no hay un periodismo profesional, independiente, “no digo objetivo porque eso es muy difícil, pero ético estamos muy lejos de eso, es parte de la decadencia que se produjo, no supieron entender la nueva realidad, le siguieron con lo mismo, desesperados, optaron muchos por la mentira”.
El buen periodismo se hizo en el período de la Reforma y la República restaurada, posteriormente en la Revolución y luego contra el autoritarismo. Ahora es distinto.
MIENTRAS ESO OCURRÍA EN LA MAÑANERA, el día 12 del presente mes, la oficina del economista jefe del Banco Mundial publicaba un informe semestral sobre “La economía en los tiempos del Covid-19” en América Latina y el Caribe, en el que se destaca que “durante los últimos cinco años, el desempeño económico de América Latina y el Caribe ha sido decepcionante, con tasas de crecimiento apenas positivas en promedio. Mantener las tendencias del gasto social, las cuales habían sido posibles gracias a los precios inusualmente altos de los productos primarios, se tornó cada vez más difícil y obligó a numerosos países a realizar dolorosos ajustes económicos.
“La caída de los precios del petróleo tendrá consecuencias perjudiciales para los países cuyos ingresos por exportaciones y recursos presupuestarios dependan fundamentalmente del petróleo, pero traerá alivio a los importadores netos de petróleo. El tráfico aéreo se ha desplomado, dada la cancelación masiva de vuelos para evitar la propagación del virus. El consiguiente colapso del turismo afectará severamente a los países de la cuenca del Caribe, pero en menor grado a otros… epidemia de Covid-19 añade una nueva dimensión, ya que las medidas necesarias para contener el brote de la epidemia también dan como resultado un gran shock de oferta. En otras palabras, la actividad económica se ve interrumpida no solo por los acontecimientos en el extranjero, sino también porque la gente deja de trabajar y comerciar para reducir el riesgo de contagio. Esta combinación de un shock de demanda, un shock financiero y un shock de oferta no tiene precedentes, y hace que sea muy difícil pronosticar la magnitud exacta de la recesión que se avecina.
“Una vez que se desate una situación de bancarrota en cadena, las consecuencias económicas podrían amplificarse. Las instituciones financieras podrían correr riesgo a medida que se incremente la morosidad de la deuda, los hogares podrían perder la confianza y aumentar sus ahorros precautorios, e incluso las empresas con solvencia podrían suspender sus inversiones”.
Aterrador, ¿no?
Como lo es para el doctor JOSÉ NARRO el que la Inteligencia Financiera lo esté investigando con lupa.
DESAPARECEN 10 subsecretarías y se reduce un 25 por ciento el salario de los funcionarios. ¿Con ese se resolverá el problema en el gasto que representa la pandemia?