viernes, diciembre 6, 2024

EPISTOLARIO: ¿Libertad de expresión? Tengan!

Por Armando Rojas Arévalo

SANDRA: ¡Ese señor no le tiene respeto a la demanda social! Ahora resulta que quienes participamos en la marcha del domingo, somos corruptos, porque ondeando la bandera de la democracia queremos que regrese la corrupción. Lo que es peor, su candidata repite lo mismo. ¡Lo que nos espera si llega! Que futuro tan negro.

“ahora se disfrazan de demócratas y quieren democracia sin pueblo”, dijo el aspirante a tirano en su mañanera de hoy lunes, refiriéndose a los ciudadanos que participaron en la denominada Marcha por Nuestra Democracia. Para él, los que se reunieron ayer en la plancha del zócalo y en las plazas públicas en varios estados, quieren el regreso de la corrupción. ¡Qué simplista!

La señora que sin convicción propia y sólo por congraciarse con su mecenas, advirtió enseguida en otro foro: “Es así que resulta importante y más aquí en este recinto, señalar la falsedad y la hipocresía de aquellos que hablan o marchan por la democracia cuando en su momento promovieron fraudes electorales o nunca vieron la compra de votos o se les olvidó respetar a los pueblos indígenas promoviendo la discriminación y el clasismo”.

Pregunto si MORENA tiene tan corrompido y sucio el cerebro para asentir, doblar la cerviz y apoyar incondicionalmente a su candidata que amenaza combatir y descalificar a todos aquellos que en uso de sus libertades salen a las calles a proclamar la libertad y la democracia.

Lo bueno, dijo el mesías adelantando el resultado de la elección, es que voy a entregarle la banda a una candidata que piensa lo mismo que yo.

Qué descaro.

¿Es ese el México que queremos para los próximos seis años?

Para este presidente, millones salieron ayer a las calles a gritar que a la democracia no se le toca, porque la “guerra contra la corrupción” que su gobierno –dice- ha emprendido, tiene enojados a sus opositores, “porque los que estaban antes y se beneficiaban con la corrupción están inconformes y quieren regresar”.

Ya no debe extrañar esta conducta. Recuerda que cuando era jefe del gobierno capitalino, a los ciudadanos que salieron a las calles vestidos de blanco a demandar paz, les calificó de “fifís”.

Nos olvidamos de todas estas afrentas y faltas de respeto, porque con todo y eso muchos votaron por él para presidente, y hoy con cuanto arrepentimiento ven el error cometido.

Los que marchamos ayer, dice él, “se disfrazan de demócratas cuando ellos eran los más tenaces violadores de los derechos del pueblo. Dicen ‘vamos a defender nuestra democracia’. ¿Cuál es la democracia de ellos? Pues la que funciona nada más para parapeto cuando en realidad lo que había era el dominio de una oligarquía corrupta”.

En su discurso, los corruptos son los que gritan y demandan que haya democracia y que se acabe la violencia. El eterno cuento de quienes, como él, ven la paja en el ojo ajeno y no la viga que cargan en el propio. Se cree impoluto, cuando el tráfico de influencias de sus hijos y su élite de colaboradores es de sobra conocido.

El enojado es él. Lo de “narco presidente” le caló y no se lo va a quitar fácilmente. Le molestó mucho que un reportaje de un medio norteamericano le haya señalado, pero lo cierto es que, con su complacencia, o mejor dicho, con su indiferencia, el crimen organizado se adueña del país y en muchas partes del territorio los cárteles van a mandar en las elecciones. ¿Lo permitiremos?

El está muy confiado en que va a ganar las elecciones, por eso hace creer que no le importan las marchas ni los gritos de la gente. Empero, está preocupado. Su candidata no ha pegado, porque lo único que hace es repetir lo que dice él. Mujer aparentemente sin convicciones ni ideología propias hace suya la retórica del mesías, sin caer en la cuenta de que precisamente esa retórica, las mentiras, las descalificaciones y la siembre del odio tiene harta a la gente.

Ni viendo las multitudes y escuchándolas se convencen de que su tiempo ya llegó a su término.

“…son millones las personas que apoyan la marcha que se llevó a cabo ayer en el Zócalo de la capital del país, pero no les ve futuro, porque sólo se disfrazan de demócratas y la mayoría de la población quiere que continúe la llamada Cuarta Transformación”, dijo el mesías.

Gobierno fallido que a todos tiene muy preocupados.

 

P-D- Murió CARLOS URZÚA, quien fue el primer secretario de Hacienda de este presidente. Renunció a su cargo siete meses después de haber asumido el puesto, con una carta en la que expresó “Discrepancias en materia económica”, decisiones “sin el suficiente sustento” e imposiciones. de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública…”

Lo encontraron muerto en su casa de San Jerónimo Lídice.

 

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