Entre la voluntad y la inercia

Fecha:

Federico Berrueto
No pocos, incluso observadores un tanto informados sobre la política son de la idea que las personas importantes en el poder actúan con amplios márgenes de libertad, hacen lo que pretenden, según sus ideas, creencias, intereses o pulsiones. Este parece ser el caso de López Obrador a lo largo de su trayectoria por su singular persistencia y por su capacidad para sobreponerse a la adversidad. No necesariamente es virtud; un político, sobre todo cuando tiene mucho poder, sin autocontención y no considera el entorno y contexto suele fracasar en su empeño. Así será consignado, históricamente López Obrador, un presidente que ambicionó mucho, logró poco y cuyos resultados fueron contrarios a sus propósitos: México es más violento, injusto, frágil y corrupto de que cuando lo recibió.
López Obrador es el jugador más importante e indisputado. Por la visión sexenal propia de nuestra tradición política es inevitable cuestionarse, de ganar Claudia Sheinbaum la presidencia, si habría cesión de mando, si realmente desplazaría a López Obrador de su condición de eje del ejercicio del poder. Es evidente que hay un proceso sucesorio formal que implica relevo; la duda está en los alcances y los términos del desempeño de la nueva presidenta.
En esta línea de especulación algunos piensan que la sucesora será más moderada a partir de su formación profesional, trayectoria y carácter. Es una apuesta generosa y quizá influenciada por lo que se quisiera que sucediera. Se advierte en ella disciplina, consideración por la que hace propia toda propuesta del presidente por absurda o discutible que sea, posiblemente con la idea de que ella, de ganar, tendría la capacidad para contener, redefinir o ajustar las propuestas que conforman un proyecto.
La eventual distancia entre López Obrador y Sheinbaum resulta inevitable partir de la tesis de que el poder no se comparte y plantear una visión idealizada del potencial de la voluntad del gobernante. Sin embargo, la situación es más compleja; los límites están allí y es preciso conducirse a partir de las inercias que impulsan o frenan las decisiones deseables o necesarias.
Ciertamente, Claudia y Andrés Manuel son muy distintos y tendrán visiones diferentes, pero no necesariamente contradictorias ni incompatibles. Los dos pueden ser y quizá sean profundamente autoritarios, intolerantes, políticamente conservadores y promotores de un poder presidencial sin restricciones institucionales ni medios de sanción social como son la actuación de los factores de influencia o la misma libertad de expresión. Nada hay que no sean expresiones en privado sobre algunos temas como el medio ambiente y la promoción de negocios e inversión que abone a la idea de que Claudia es más moderada que su promotor, incluso el manejo de crisis de la candidata exhibe a una mujer dura y decidida a estirar la liga más allá de lo razonable. Pocas veces se le ha visto fuera de control, como ocurrió al encarar a Alfonso Durazo en algún evento. Debe tenerse presente el uso político desmedido de la justicia penal contra sus adversarios, más que López Obrador, asunto que debiera preocupar.
La diferencia radica en el margen de libertad de Claudia en ese supuesto de ganar la presidencia. Desde ahora es claro que no gozaría de la legitimidad que tuvo López Obrador por tres consideraciones: la primera, su candidatura proviene de un proyecto personal ajeno, ella es subproducto del líder quien ha definido mandato y cuenta con una amplia grey de seguidores, propia de un líder religioso carismático; segunda, muy probablemente no contaría con un resultado tan favorable, sobre todo en las elecciones legislativas concurrentes y, por lo mismo, sufriría restricciones que AMLO no tuvo; tercera, su triunfo se daría en un contexto de elección de Estado, que vuelve muy incierto lo que sigue, la continuidad de la polarización con mucho más encono, pero sin los recursos personales y de contexto con que cuenta el actual presidente.
Se anticipa así una situación sumamente complicada para el ejercicio del poder más allá de lo que se pretende por las dificultades resultado del deterioro de la situación del país en varios rubros, destacadamente, la violencia y la impunidad que pone en crisis al Estado; las presiones en las finanzas públicas que obligan a una reforma hacendaria; el deterioro institucional heredado con proyectos altamente deficitarios, empezando por PEMEX y, finalmente, los efectos del previsible endurecimiento del vecino del norte en temas migratorios, seguridad y control fronterizo.

Compartir

Popular

Artículos relacionados
Related

Feria de Pulquerías reúne tradición y música en el Museo de los Ferrocarrileros

La 9a Feria de las Pulquerías Tradicionales se realizará en el Museo de los Ferrocarrileros con pulquerías históricas, música en vivo, ponencias, conversatorios y gastronomía mexicana. Un encuentro cultural gratuito que celebra el legado del pulque en la Ciudad de México.

Amenaza CNTE a Claudia Sheinbaum con ‘boicotear’ sus eventos y anuncia paro de 72 horas: ‘Somos muchos en lucha’

La CNTE acusó que la presidenta Claudia Sheinbaum no ha restablecido el diálogo y sólo ha respondido con vallas, policías y gas lacrimógeno a sus movilizaciones. ‘Represión también es administrativa’, acusa CNTE descuentos en maestros por participar en paros

Quintana Roo se suma a los 16 días de activismo contra la violencia de género con más de 400 actividades

Mara Lezama anunció la participación de Quintana Roo en la campaña internacional de los 16 días de activismo contra la violencia de género.

Proponen medidas históricas para prevenir feminicidios y violencia sexual en hoteles

Clara Brugada presentó reformas al Código Penal y a leyes de Establecimientos Mercantiles y Turismo para endurecer sanciones por violencia familiar, acoso y abuso sexual, además de implementar medidas de seguridad y prevención de feminicidios en hoteles de la Ciudad de México.