Luis Alberto García / Matías Romero, Oax.
*El Interoceánico de Tehuantepec, proyecto de reconfiguración.
*Se realiza en un vasto territorio, con amplia escala y efectos.
*Un eslabón energético pocas veces mencionado.
*Es un elemento estratégico y requiere discutirse.
El Istmo de Tehuantepec, al contrario de lo que han decidido dignamente sus pueblos [ver GeoComunes: Megaproyectos en el Istmo de Tehuantepec], hoy es la región con mayor generación de energía eólica en México.
Concentra la mitad de todos los parques operando en el país y el 46% de la capacidad instalada, y a esto hay que sumar que la región colinda al noreste con la zona de mayor extracción y reservas probadas de hidrocarburos.
Sin dejar de lado que también [ver: GeoComunes: Análisis Istmo] es el paso terrestre obligado de cualquier conexión para el transporte de energía entre el centro y norte del territorio nacional con la península de Yucatán y el istmo centroamericano.
Por tales características, el Istmo de Tehuantepec es para el capitalismo internacional un espacio de articulación entre diversas redes de producción, transporte y consumo de energía, y no solamente un potencial Corredor Interoceánico.
Desde la perspectiva del complejo industrial de energía fósil resulta claro el carácter estratégico de la región, ya que el conjunto de mercancías de este tipo que ahí se producen o que por ahí transitan, podrían ampliar sus redes terrestres y marítimas de mediano y largo alcance.
Se intensificaría la articulación de la región con los mercados de energía subcontinentales y mundiales, y así, con la realización del corredor transístmico se intensificaría el flujo de energía fósil que es transportada desde la costa del Golfo de México hacia el Pacífico.
A partir de esto es que se debe analizar lo que implicaría la construcción de este proyecto, considerando también que es la zona aledaña al istmo donde se encuentran las mayores reservas de hidrocarburos y que es la zona de mayor producción (extracción) de los mismos.
Para ilustrar la importancia de la región, cabe mencionar que la Secretaría de Energía (SENER) señaló que en 2017 el 81.2% de la extracción de petróleo en el país y el 56.9 % de la extracción de gas natural, tuvo lugar en pozos ubicados en esta área.
También es donde se localiza el 75.6 % de las reservas probadas (1P) de hidrocarburos que se tienen cuantificados). Así, sumada a esta existencia de recursos fósiles cercana al istmo, también existe la concentración de la transformación industrial de los mismos.
Para el 2017, el 30% de la producción de petrolíferos en el país, tuvo lugar en esta región, concentración que aumentaría en los próximos años en caso de que iniciarse operaciones la séptima refinería del país, en Dos Bocas, Tabasco, con proyecto que se comenzó a construir en 2019.
Asimismo, en el caso de la producción de la industria petroquímica, la región concentra la mayor proporción a escala nacional que para el 2017 llegó a representar el 92 % del total de los petroquímicos básicos producidos en el país, según estadísticas del sector de los hidrocarburos.
Para lograr esta articulación e intensificación del transporte de energía, uno de los elementos que están en el horizonte del Corredor Interoceánico es la ampliación de la red de ductos de transporte de hidrocarburos en la región, actualmente compuesta por ductos para transportar gas natural, gas LP, petróleo, petrolíferos y derivados
