sábado, abril 20, 2024

Encierran en consultorio de escuela a niño con los dos brazos rotos

TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO, 11 de abril (AlmomentoMX).-  Con diversas fracturas en ambos brazos, algunas de ellas expuestas, mantuvieron a un menor de edad más de tres horas encerrado en el consultorio de la escuela denominada Liceo Francés de México, institución que no se hizo responsable de la atención médica del niño, y, a cambio, expulsó a la víctima y a su hermano, cuando este último no tuvo participación alguna en el incidente.

Íñigo López Lanchares, padre de los menores involucrados en este caso, en conferencia, denunció que sus hijos han sido objeto de negligencia y discriminación, además de que han sido violados sus derechos fundamentales, como el de acceso a la educación, por los directivos, profesores y personal médico del Liceo Francés en México.

López Lanchares explicó que él y su esposa son españoles de nacimiento y llegaron a México por motivos laborales, para radicar en Huixquilucan, Estado de México; “aquí nacieron sus hijos, quienes al tener la edad mínima necesaria ingresaron al Liceo Francés cuando uno tenía 3 años y el otro cuatro, por lo que desde entonces pagábamos mensualmente, en promedio, 10 mil pesos por cada menor y cumplíamos puntualmente con todas las cuotas, incluyendo el Seguro Médico que supuestamente tendría que aplicarse ante cualquier contingencia”, dijo.

Sin embargo, el día 16 de febrero del 2017 el menor al que se identificó como “Daniel”, por no tener maestro en el aula, dado que ese colegio no cuenta con personal suficiente, junto con otros compañeros se fue a descansar al gimnasio de la institución, donde había una colchonetas recargadas contra una pared, sobre las cuales treparon para sentarse en la parte superior.

Por el peso de los niños –por lo menos cinco—o por el movimiento, la colchoneta cayó y todos vinieron abajo. Daniel se impactó en el piso y lo único que pudo hacer fue meter las manos para evitar un golpe mayor en la cara u otra parte del cuerpo. Eso provocó que sus dos brazos se rompieran.

El accidente provocó que el resto de los niños salieran corriendo y gritando para pedir ayuda, pero nadie respondió a su llamado. Por ello, Daniel se levantó como pudo, con los dos brazos rotos, y caminando fue al consultorio médico a pedir que le ayudaran, pero ahí tampoco había nadie.

Luego llegó una persona, al parecer de intendencia que hacía las veces de “enfermera”, y lo único que hizo fue acostar al menor en una camilla, le puso compresas frías en los brazos, sobre las fracturas, y le dio una Aspirina para, según ella, calmarle el dolor de las evidentes fracturas.

Finalmente, esa persona lo encerró en el consultorio, y fue a la dirección a avisar sobre lo que estaba sucediendo. “Así pasaron más de tres horas, con el niño encerrado en el consultorio, con solo una Aspirina, y con los dos brazos rotos, hasta que de la dirección nos avisaron por teléfono que mi hijo estaba mal, y fue que fuimos a ver qué es lo que pasaba”, relató el padre.

López Lanchares relató que cuando llegaron a la escuela el niño seguía encerrado en el consultorio, y ellos de inmediato lo sacaron de ahí, solicitaron una ambulancia, en la cual lo trasladaron al Hospital Español de la Ciudad de México, ubicado a unas cuantas cuadras del Liceo Francés.

“En el hospital los médicos dijeron que el niño requería atención inmediata, que lo que tenía: fracturas múltiples en ambos brazos, le estaba provocando un nivel altísimo de estrés y dolor, por lo que había que operarlo de inmediato”, añadió.

Después de la operación el menor requirió de más de tres meses de tratamiento, porque presentó complicaciones en tejidos y rechazo a los clavos, grapas y tornillos que se le colocaron para reparar los huesos rotos: cúbito y radio de ambos brazos.

Cuando sanó el menor intentó reincorporarse a la escuela, para completar el ciclo escolar, pero ahí sufrió el rechazo de los maestros, pues como no podía siquiera tomar el lápiz para escribir, lo rechazaron de diversas asignaturas y le advirtieron que sería reprobado.

Con apoyo de terapias de rehabilitación física el menor logró concluir el ciclo escolar, aprobó todas las materias, “pero cuando lo intentamos reinscribir al colegio, cuando acudí a la ventanilla a pagar la reinscripción, me informaron que había una nota en su expediente, que tenía que pasar a la Dirección a arreglar la situación”, explicó el padre del menor.

Agregó que cuando fue a la Dirección del Liceo Francés le informaron que los dos niños no serían reinscritos si él no firmaba una carta en la que se exculpaba al Liceo Francés de toda responsabilidad sobre el accidente, y en el mismo texto se pretendía que los padres aceptaran que la escuela se había hecho cargo de todos los gastos generados por el incidente, lo cual no era verdad.

“Por supuesto que nos negamos a firmar esa carta; primero, porque todo lo que ahí decía era mentira, y segundo, porque consideramos que no tenía que vincularse el accidente a condicionar la permanencia de mis hijos en la escuela”, precisó.

Por esa razón los dos menores no fueron reinscritos en el Liceo Francés de México, y, además, esa institución educativa se encargó de “boletinar” a los menores en todas las escuelas de la Ciudad de México y del Valle de México, donde también se les negó el ingreso.

“Eso se llama discriminación, y eso es atentar contra el derecho a la educación de mis hijos. Por eso, pido al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, y al mismo Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, su intervención, que se investigue la actuación de las autoridades y docentes del Liceo Francés, que se sancione a quienes están violando los derechos humanos de estos dos menores de edad, a quienes han estigmatizado, a quienes han señalado para que otras escuelas no los acepten, y que se investigue por qué nunca se aplicó el supuesto Seguro Médico que nosotros pagábamos puntualmente, porque creemos que ni siquiera existe; es decir, se obra, pero no existe”, finalizó.

AM.MX/fm

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