Se habían tardado para hacerlo, pero finalmente dan el salto y la sorpresa este martes 21 de agosto. El izquierdista gobierno salvadoreño, dominado desde el 1 de junio 2009, por el Partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pactaría el comienzo de una nueva época de mayor identidad con el gobierno de la República Popular China, lo cual motivaría de inmediato la respuesta de Taiwan, que anunciaría la cancelación de sus relaciones diplomáticas y comerciales, con El Salvador
Después de 89 años de lazos estrechos entre ambos pueblos y gobiernos, la tradición se rompe por decisión del presidente Salvador Sánchez Cerén, de 74 años, profesor y político, miembro de la Comandancia General del FMLN, a partir de abril de 1983, al ocurrir el asesinato de Mélida Anaya Montes y del suicidio de Salvador Cayetano Carpio, máximos dirigentes de las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL), de las que es designado secretario general.
Una decisión que se concreta con la visita oficial a Pekín, de una delegación salvadoreña, encabezada por el enviado Presidencial Medardo González Trejo, el ministro de Asuntos Exteriores, Carlos Castaneda y el asesor legal de la Presidencia, Rubén Alvarado, la cual sería recibida por el vicepresidente chino, Wang Qishan.
Día histórico para ambas naciones, al firmarse también el acuerdo que da fe del comienzo a una nueva era de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, suscrito por los cancilleres Carlos Castaneda y Wang Yi.
Alineación del gobierno de El Salvador al de la República Popular China (comunista), convertida en la actualidad en la segunda economía mundial, después de Estados Unidos, que por lo pronto ha felicitado a ese país centroamericano, por la toma de esta decisión que “abre amplias perspectivas para el desarrollo de las relaciones bilaterales y se adapta a los intereses fundamentales y a largo plazo”.
La respuesta del Gobierno de Donald Trump al viraje de la diplomacia salvadoreña, al redireccionar sus intereses, de la China capitalista a la comunista, no se ha hecho esperar, y por lo pronto la Casa Blanca ha expresado su “grave preocupación” por tal acercamiento, advirtiendo que “China no busca socios, sino crear Estados dependientes, además de afirmar que “esta decisión se ha tomado de forma poco transparente y solo a unos meses antes de las elecciones en Estados Unidos”.
El mensaje con la advertencia de una pronta represalia al país centroamericano, por parte de Washington, saldría de inmediato al anunciar el jueves 23 de agosto, que la Unión Americana reevaluará su relación con El Salvador, ante la receptividad de su gobierno a la aparente interferencia de China en la política interna de un país del Hemisferio Occidental.
La portavoz de la Administración estadounidense, Sarah Sanders, sería el brazo ejecutor de las amenazas a una de las naciones más pequeñas del continente, al afirmar que “se trata de una decisión que afecta no solo a El Salvador, sino también a la salud y seguridad económica de toda las Región de las Américas”.
Tono pleno de intimidación en el lenguaje nada diplomático, dirigido “a los países que buscan establecer o ampliar sus relaciones con China, para atraer inversiones estatales que estimulen el crecimiento económico y el desarrollo de infraestructura a corto plazo, pueden verse decepcionados con el tiempo. Estados Unidos continuará oponiéndose a la interferencia política china, en el Hemisferio Occidental”.
Reforzamiento de la ofensiva atemorizante vía Jean Manes, la embajadora de Washington en El Salvador, quien subrayaría que la decisión de cambiar a Taiwan por China, “es preocupante por muchas razones y sin duda, esto impactará nuestra relación con el Gobierno de El Salvador”, que aunque no lo dijo, podría reflejarse en acciones represivas contra la importante comunidad de inmigrantes salvadoreños en la Unión Americana, quje supera los dos millones de personas.
Ante el inmediato acoso norteamericano al Gobierno salvadoreño, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China, saldría en defensa de su nuevo aliado, para aseverar que “nadie está en la posición de criticar o interferir en la decisión salvadoreña de romper sus lazos diplomáticos con Taiwan e iniciarlos con Pekín”.
Lu Kang, vocero de la cancillería china, recordaría que Estados Unidos mantiene relaciones con China desde hace 40 años, pero obstruye a otros países en similares decisiones, asumiendo una conducta sin fundamento”.
Daría el mismo tratamiento a la gira que realiza la presidenta taiwanesa, Tsai Ying-Wen, no reconocida en su cargo por China, quien hiciera escala en Estados Unidos y llevara a cabo ahí actividades públicas, previo a sus visitas oficiales por Belice y Paraguay, países aliados de la isla.
Pronta guerra de discursos en la que la China comunista, hoy asociada con los poderosos intereses de Corporativos transnacionales norteamericanos que operan en su territorio, “pediría a Estados Unidos que actúe de forma prudente y maneje adecuadamente estos casos para evitar dar las relaciones chino-estadounidenses, así como la paz y la estabilidad a ambos lados del estrecho de Formosa”.
Focos rojos en Washington, ante el avance chino en América Central, donde por un lado Nicaragua mantiene ya una dictadura izquierdista con el ex comandante guerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Daniel Ortega Saavedra, con vínculos estrechos con la Cuba comunista del aún todopoderoso Raúl castro Ruz, y derivaciones con la Rusia de Vladimir Putin, y ahora el alineamiento del régimen ganado en las urnas por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, liderado por el presidente Salvador Sánchez Cerén.
Inquietud de la Casa Blanca, porque El salvador se ha sumado a un nuevo esquema iniciado por otras naciones que han tomado la decisión de estrechar lazos con la República Popular China, haciendo a un lado a Taiwan, como lo han hecho Santo Tomé y Príncipe en 2016 y República Dominicana y Panamá en 2017.
Reacciones radicales incluso en el medio político estadounidense, como la del senador republicano Marco Rubio, que ha hecho llegar al presidente Donald Trump, su propuesta de cortar la ayuda económica a El Salvador, como represalia por haber iniciado relaciones diplomáticas con China Popular.
El influyente legislador denuncia que “El Salvador está bajo el control de los gobiernos izquierdistas que siempre están contra Estados Unidos y en cambio son pro Maduro, pro Ortega y pro China. He platicado con el presidente Trump para que se retire la cooperación económica a esa nación centroamericana y quede fuera del Plan Alianbza para la Prosperidad”.
El presidente Salvador Sánchez Cerén, ha sido un activo militante y dirigente del FMLN, que entre 1990 y 1992, tendría importante injerencia dentro de la delegación guerrillera, que realizó negociaciones con el gobierno salvadoreño de entonces, para la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec, en México.
Se trata de un personaje perteneciente a una familia de artesanos, que le permitiría estudiar en la Escuela Normal de El Salvador, Se convertiría en 1965 en uno de los fundadores de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños. Sería en 1970 cuando tiene injerencia en la creación de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), que sería reconocida como la primera organización armada de izquierda, en la que sería conocido como “Leonel”.
Una vez que se da la metamorfosis de FPL a FMLN que finalmente se convierte en Partido político, el ahora también presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), desde el 25 de enero de 2017, es elegido diputado en el año 2000, de la Asamblea legislativa, posición en la que es reelegido en 2003 y 2006, no sin antes haber sido dirigente del Frente de 2001 a 2004.
Sánchez Cerén, se convertiría en jefe dela fracción del FMLN en la Asamblea Legislativa, al fallecer en enero de 2006 el popular ex líder guerrillero Schafik Handal.
Acompañó en 2009, como candidato a la Vicepresidencia, al aspirante Presidencial Carlos Mauricio Funes Cartagena, abanderando la causa del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en las elecciones efectuadas el 15 de marzo de ese año, las cuales ganaron, asumiendo el gobierno del país, por un período de cinco años a partir del 1 de junio.
Contendería Sánchez Cerén en 2014, por la Presidencia de la República, en unos comicios que ganaría en segunda vuelta, el 9 de marzo, a Noman Quijano, candidato del Partido Arena, asumiendo el poder el 1 de junio de 2014, en un mandato que concluirá el próximo año, en que desde ahora se perfila para sucederlo el vicepresidente Oscar Ortiz, militante del FMLN.
Toda una estrategia inteligente del grupo de ex guerrilleros, que por la vía política y pacífica, se mantiene en el poder de una de las naciones más pobres del continente americano, que hasta ahora han actuado con prudencia, lo cual les ha permitido seguir contando con el respaldo social necesario, que los hace viables para seguir gobernando a los salvadoreños.
Una actitud que contrasta con Daniel Ortega Saavedra, uno de los nueve comandantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que el 19 de julio de 1979 derrocó por la vía de las armas a la dinastía mantenida con la fuerza de las armas, de la familia Somoza.
Y mientras en El Salvador la posición conciliadora de la guerrilla del FMLN fue determinante para el logro de la paz en el país, luego de haber contado con el apoyo incondicional de los insurgentes sandinistas y del gobierno cubano de Fidel Castro Ruz, en Nicaragua, los ideales de la Revolución, se han trastocado para dar paso a una nueva dictadura, ahora de corte izquierdista, en la que Rosario Murillo, la esposa de Daniel Ortega Saavedra juega un papel preponderante tal, que se ostenta como vicepresidenta, cerrando un círculo vicioso del poder totalitario, con más de 21 años de permanencia,
en dos etapas.
La decisión de no continuar sus vínculos con Taiwan, por supuesto que tendrá consecuencias dolorosas para el pueblo salvadoreño, por parte del gobierno de Donald Trump, especialmente porque el acontecimiento se ubica en el contexto de las elecciones legislativas de noviembre próximo en la Unión Americana, las cuales marcarán el rumbo de las intenciones reelección del magnate inmobiliario.
Coyuntura favorable para el gobierno de El Salvador, que viene a constituir un revés más para la Casa Blanca, donde su inquilino principal se tambalea cada vez más en sus afanes de mantenerse en el poder, como consecuencia de su conducta escandalosa y autoritaria, que ha empezado a repercutir muy negativamente en la economía de los habitantes de la potencia número uno del planeta.
China, se convierte también, en una opción real para aquellas naciones que pretendan alejarse del yugo estadounidense, dentro de una estrategia en la que Rusia, juega un papel preponderante en el restablecimiento de un nuevo orden mundial sustentado en el equilibrio de fuerzas. Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.
Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad.