viernes, marzo 29, 2024

EN REDONDO: Fumigan con Malation cancerígeno Frontera Sur

Por: Mario Ruiz Redondo

El repunte en la Frontera Sur de México del peligroso mosco Aedes aegypti, portador del virus del Dengue –clásico y hemorrágico-, Chikungunya y Zika, ha obligado en las últimas semanas a las autoridades sanitarias a reactivar de manera intensiva las tareas de fumigación aérea y nebulización, utilizando el insecticida Malation, no obstante que la Organización Mundial de la Salud mantiene su advertencia de que puede provocar cáncer en los seres humanos.

 

Y mientras el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Salud (SSA federal y estatal), junto con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), e instituciones médicas privadas, mantienen su política de ocultar la información de los casos de enfermos y muertes por cáncer, a nivel nacional la Región Soconusco se ubica entre los primeros tres lugares de incidencia por esta mortal enfermedad.

 

Menos aún que reconozcan que actualmente se registre un importante incremento de los afectados por las picaduras de este mosco, capaz de transmitir cualquiera de las tres enfermedades que afectan a la población de todas las edades de los municipios ubicados en la vecindad con Centroamérica y en otros estados del país.

 

Hermetismo injustificado, que se vuelve atemorizante, cuando sin mediar explicación alguna inician con carácter de emergencia, acciones preventivas cuando el problema está nuevamente fuera de control, ya que si no fuese así, actuarían de otra forma.

 

Un repunte del Aedes aegypti, consecuencia del cese por falta de presupuesto, de la campaña que debiera ser permanente, que mantiene una situación agravada por un número cada vez más creciente de migrantes de 52 nacionalidades que ingresan sin ningún tipo de control sanitario a territorio nacional, por Chiapas, muchos de los cuales son portadores de la enfermedad.

 

Entre las autoridades de salud de Chiapas, hay preocupación, porque se mantiene un combate, que consideran insuficiente, gracias al apoyo de suministros de entidades vecinas, conscientes de que es en la Frontera con Guatemala donde debe de atacarse a los vectores y así evitar males mayores.

 

Por medio de su Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), La Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que además del Malation, son también de alto riesgo para producir carcinógenos en seres humanos, el Diazenon, el Tetraclorvinfos y el Paration.

 

El señalamiento de que estas substancias químicas organofosforadas, de uso común en Chiapas y en el país, es reiterativo más de dos años después de que expertos de 11 países aportaron pruebas convincentes de que estos insecticidas son causantes de cáncer en animales de laboratorio.

 

Seguramente que tan prestigiados investigadores no tuvieron la información de que en la Región Soconusco, son utilizados para fumigar en vuelos rasantes plantaciones agrícolas, donde en el caso del plátano, el producto esté protegido con bolsas de plástico, no así los trabajadores que reciben sin misericordia alguna dosis altas que penetran su piel, con consecuencias graves finalmente, al contraer cáncer.

 

Aire, suelos, ríos y alimentos, son contaminados de manera arbitraria e irresponsable por los grandes productores agrícolas, que actualmente inciden en una elevación sin precedente de cáncer de mama en las mujeres, seguido del cervicouterino, así como de distintos órganos del organismo humano y sangre, en niños y adultos.

 

El IMSS es la institución más afectada severamente en sus finanzas, una vez que el número enfermos por esta mortal enfermedad aumenta significativamente y son trasladados para su atención de casos avanzados,  en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, que tiene catalogado a Soconusco, como de una preocupante incidencia con respecto al resto de las delegaciones estatales.

 

No existe a nivel Chiapas, el intercambio de información interinstitucional, para determinar la gravedad, que sí existe, de esta problemática que no es nada nueva, si se recuerda que en el combate al mosco anopheles transmisor del paludismo en la Frontera Sur, se utilizó por décadas un plaguicida todavía más peligroso, el DDT, lo mismo que en los cultivos, no obstante haber sido prohibido su uso en países avanzados por producir cáncer.

 

Una historia que se repite en pleno siglo XXI, pero con mayores precauciones en la Unión Europea, cuyos países han dejado de utilizar el Tetraclorvinfos, no así en la Unión Americana, que lo aplica en el ganado y animales de compañía, como es el caso de los collares para mascotas, repelentes de pulgas y otros insectos.

 

Se sabe que el uso del Paratión fue severamente restringido desde la década de los años 80, pero fue hasta el año 2003, cuando se cancelaron las autorizaciones tanto en los Estados Unidos como en los países europeos, mientras que en la Frontera Sur de México, su aplicación se hace de manera indiscriminada.

 

Un factor todavía más alarmante en esta situación, es de que la mayor parte de estas substancias son ingresadas de contrabando a la Región, con costos muy por debajo de la comercialización nacional, debido a que han sido desechadas en otros países. El Malation fue hallado por los especialistas de la OMS, como responsable de tumores en roedores y asociado a daños cromosómicos y en el ADN, y disfunciones hormonales.

 

La tendencia cancerígena del Diazinon en humanos se ubica en linfomas y en cáncer de pulmón, resultado de estudios de exposición agrícola en Estados Unidos y Canadá, donde también se le vincula con daños tanto a roedores como seres humanos.

 

Este producto químico mortal para la vida, es utilizado en la agricultura y el control de insectos en hogares y jardines. Sin embargo, ha sido apenas en 2006, cuando los gobiernos de la Unión Europea y Washington llevaron a cabo algunas restricciones.

 

Otra de las denominaciones es la de pesticidas, considerados como productos químicos empleados en la agricultura para proteger a los cultivos de insectos, hongos, malezas y otras plagas. Se utilizan igualmente para proteger la salud pública en el control de los vectores.

 

Los investigadores de la Organización Mundial de la Salud, insisten en su advertencia de que los plaguicidas son potencialmente tóxicos para los seres humanos. Pueden inducir efectos adversos para la salud como el cáncer, sobre la reproducción o el sistema inmunológico y el sistema nervioso. Antes de ser autorizados para su uso, los pesticidas deben ser testeados ante todos los posibles riesgos adversos en la salud y los resultados deben ser analizados por expertos que evalúan su peligrosidad para los seres humanos.

 

En base a la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), de la OMS, el primer paso para la clasificación de riesgos, es la identificación del peligro de estas substancias en función  de su carcinogenicidad, ya que se considera como una indicación importante de que un cierto nivel de exposición, podría resultar en un mayor riesgo de cáncer.

 

Y por si usted todavía no lo sabe, como habitante de los municipios de la Frontera Sur de México, los síntomas y efectos de intoxicación por estos productos organosfosforados encabezados por el Malation, son: dolor de cabeza, visión borrosa, náuseas, vómito, diarrea, opresión torácica, contracción de la pupila, salivación, sudoración, lagrimeo, descarga acuosa nasal, debilidad severa, micción y defección involuntarias, calambres y sensación de asfixia.

 

Se trata de una información indispensable y por demás importante, que a pesar del uso masivo del Malation por aire y tierra, no se proporciona a la población, en caso de una afectación inmediata, pues no debe olvidarse que tanto la fumigación aérea como la nebulización en tierra, se impregnan en la piel, ojos y vías respiratorias.

 

Su uso es indiscriminado y tampoco se da a conocer a la población las cantidades que se aplican, por lo que la ciudadanía no tiene la certeza de que su aplicación no afectará su salud.

 

En el medio urbano, cuando por las noches se nebuliza desde las calles, la gente cierra sus puertas y ventanas, dado el fuerte olor desagradable del insecticida, desacatando la recomendación de mantenerlas abiertas para que penetre al interior de los hogares.

 

Una mayor agresividad se da en el medio rural, cuando el personal de la campaña ingresa al interior de las casas para hacer el rocío que deja manchadas paredes, muebles y ropa, ante la impotencia de sus moradores que se inconforman por el abuso.

 

José Narro Robles, secretario de Salud federal, debería de poner más atención a esta grave problemática de salud derivada del empleo de insecticidas cancerígenos, que cumplen un doble objetivo: Matar al mosco Aedes aegypti y de paso a la gente que recibe en su cuerpo las fumigaciones de Malation.

 

Aquí, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, no tendrá necesidad de que un pajarito le diga lo que tiene que hacer como médico, sino también como administrador, verificar el destino de los abultados presupuestos destinados por la Federación a combatir al vector.

 

Bien hará en no distraerse más en andar atendiendo cuestiones egocentristas, pues bien sabe que no va a ser el candidato Presidencial del PRI, para que se ponga a trabajar en serio, por primera vez, en la Frontera Sur de México, hoy amenazada de nuevo por el Dengue, el Chikungunya y el Zika.

 

Que los habitantes de la región Soconusco, dejen de ser objeto de una indiferencia federal y estatal, que sigue teniendo costos muy altos en materia de salud, para una población expuesta de manera irresponsable, a insecticidas prohibidos y aquí aplicados como el mejor ejemplo de lo que la corrupción e impunidad pueden hacer, cuando hay cuantiosas ganancias de por medio.

 

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

 

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad.

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