viernes, abril 19, 2024

EN REDONDO: Dengue en 30 estados; Usan insecticida cancerígeno

Por: Mario Ruiz Redondo

El prolongado abandono de los programas preventivos para combatir la enfermedad del Dengue, por desviación de recursos multimillonarios, tiene hoy en la Frontera Sur de México, consecuencias graves, al reactivarse la epidemia del dengue, con saldo elevado de muertes por la variedad del conocido como hemorrágico, que de nuevo es ocultado perversamente por las instituciones del Sector Salud (SSA-IMSS-ISSSTE), “para no causar alarma o psicosis”.

Un panorama aterrador que es posible observar en los centros de salud y hospitales, como el General Regional de la Secretaría de Salud, donde en el Area de Urgencias es tanta la demanda de atención, que los enfermos son atendidos sentados en las sillas o acostados en el piso, con el agravante de que se carece del medicamento clave, el Paracetamol, que sirve para contrarrestar las altas temperaturas que caracterizan al padecimiento, por que los familiares tiene que salir a comprarlos a las farmacias cercanas.

Incapacidad médica y de infraestructura, en las instituciones de Salud, ante la demanda desbordada de servicio que crece día a día y rebasa las posibilidades de atención en su fase de control de las altas fiebres que ameritan el obligado seguimiento de estudios de laboratorio para determinar que tan preocupante puede resultar la disminución de plaquetas en la sangre, que al llegar al mínimo puede derivar en un dengue hemorrágico, con resultados funestos.

La alimentación inadecuada, que se traduce en desnutrición de adultos y menores de edad, está jugando también un papel desventajoso para quienes padecen Dengue por segunda y tercera vez, lo cual los convierte en candidatos seguros para ser víctimas de la segunda e irreversible mortal variedad del padecimiento, que hasta ahora no tiene cura.

Eso está pasando no solamente en Tapachula, sino en la mayoría de los municipios de la Región Soconusco, donde el abandono de las campañas de prevención del mal, se reflejan en la multiplicidad de casos que al no ser atendidos debidamente, están incidiendo en una alta cantidad de fallecimientos que se ocultan.

A ello se agrega el problema de los migrantes centroamericanos, principalmente, que arriban a la Región de manera permanente y sin ningún control migratorio, como tampoco sanitario, que por miles son portadores de la enfermedad que afecta severamente a sus países de origen, sean guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.

Combate a destiempo, sobre todo en Tapachula, la ciudad más importante en la colindancia con Centroamérica, donde se llevan a cabo acciones espectaculares de nebulizaciones al mediodía, a base del insecticida Malatión, un cancerígeno prohibido para uso en humanos, por la Organización Mundial de la Salud.

Fumigación aérea ante la emergencia, con vuelos a bajo altura por todos los rumbos de la urbe chiapaneca de poco más de un millón de habitantes, de siete a nueve de la mañana directa sobre la población, sin que los habitantes sepan qué es lo que realmente cae sobre ellos, porque la Secretaría de Salud, responsable de esta tarea, no informa que se trata de un poderoso insecticida letal.

En tierra, la misma acción de dispersión del agresivo producto químico en los alrededores de las escuelas públicas y privadas, en los momentos en que los alumnos de kínder, primaria, secundaria, preparatoria y universidades se encuentran en las aulas, por lo que niños y jóvenes irremediablemente se ven sometidos a ese bombardeo indiscriminado e impune.

Toda una escenificación teatral de las autoridades, en busca de la foto de impacto, como ha podido observarse en ocasiones anteriores, cuando se han acordado de que existe este grave problema de salud, que desde hace 40 años apareció en esta faja fronteriza y que el columnista publicara en la portada del periódico EXCELSIOR de la ciudad de México, como enviado especial a la Región Soconusco.

Ante el fracaso de las campañas anti dengue, que han derivado en las apariciones posteriores y más recientes, de otras enfermedades transmitidas por el mismo vector Aedes Aegypti, como el Chikungunya y el Zika, es posible observar algunos grupos de brigadistas que a su paso impresionan a la gente, al realizar por las calles constantes disparos con sus cañones nebulizantes, que al elevarse varios metros de altura, forman densas nubes con el insecticida diluido.

De acuerdo con la investigación realizada por el columnista, al consultar a especialistas en la materia, lo que actualmente el personal de la SSA lleva a cabo, no es  una tarea efectiva, sino toda una farsa para el desperdicio de recursos, porque las horas más apropiadas para las nebulizaciones aéreas y terrestres, son al empezar a oscurecer y cuando amanece, pues es en esos momentos en que el mosco transmisor aparece.

La SSA argumenta que el daño a la salud por el uso masivo del Malatión y sus derivados, no existe, pues se aplica en dosis muy bajas que por lo mismo son inofensivas y sus riesgos se encuentren “dentro de los límites aceptables”.

No obstante, investigaciones internacionales han demostrado lo contrario, al concluir que se trata de un producto cancerígeno para los seres humanos, además de mutagénico, teraotogénico, hepatotóxico, neurotóxico, dañino para la vista y perjudicial para el sistema reproductor, además de afectar los ecosistemas.

Casos cada vez mayores de personas, niños y adultos, que padecen de problemas asmáticos, que al aspirar las nebulizaciones de Malatión, sufren crisis respiratorias, que obligan a sus familiares a ser llevados de inmediato al médico o a centros hospitalarios, donde son nebulizados con carácter de urgencia para atender sus complicaciones bronquiales, que de no ser atendidas pueden causarles la muerte, al enfrentar inminentemente cuadros de asfixia.

Frecuencia en la atención de problemas de la piel, al impregnarse en ellas este producto, demostrando con ello su peligrosa toxicidad, al surgir ronchas o enrojecimientos, que son contraatacados con pomadas dermatológicas o medicamentos antialérgicos.

Los chiapanecos de la Región Soconusco-Costa, se enfrentan a la disyuntiva de morir por dengue o por los efectos cancerígenos del Malatión, que está siendo utilizado de emergencia, por enésima ocasión, ante el fracaso tanto por la incapacidad de los responsables médicos, como por la desviación de presupuestos para financiar las obligadas campañas periódicas contra el mosco Aedes Aegypti, y que es un secreto a voces, que en Chiapas han servido para apoyar campañas políticas.

Se han olvidado las autoridades médicas de la SSA, IMSS e ISSSTE, de lo fundamental en el combate al vector, de la labor preventiva, que consiste en la eliminación de todos aquellos recipientes –descacharrización-, que en épocas de lluvia o de seca, acumulen agua que es utilizada por los insectos para reproducirse, sea limpia o sucia.

El agregado de la aplicación del químico herbicida exterminador, conocido como “Abate”, que se coloca en los depósitos del preciado liquido en el exterior e interior de los hogares, como mecanismo complementario de la campaña para el control larvario y eliminación de criaderos, que por cierto tampoco se ha puesto en práctica, bajo el argumento de que no hay presupuesto.

Son los primeros dos pasos básicos para atacar el problema de raíz, y así evitar llegar a los extremos que ahora se observan tanto aéreos como terrestres.

Los expertos en materia epidemiológica consultados, cuyos nombres se omiten por pertenecer al Sector Salud, calificaron de alarmante que en la Región Tapachula-Soconusco, la fumigación se haga desde el aire, porque el Malatión está considerado como un producto químico de contacto, que aunque sea de baja densidad en la fórmula, en el futuro inmediato afecta la salud de la población, en forma de diversos tipos de cáncer.

Los mismos brigadistas reconocen que no han sido capacitados suficientemente para realizar la mezcla del insecticida, por lo que no pueden garantizar que las dosis sean las adecuadas para su aplicación, además de que no cuentan con los equipos idóneos para su protección al estar obligados a aspirarlo en los momentos de nebulización y que en el caso de la fumigación aérea, tampoco se tiene la certeza de que las válvulas sean precisas en para el rocío del químico.

Definen a 2018 como un año de fuerte impacto por el Dengue, que se ha convertido en una enfermedad cíclica que está repuntando con mayor severidad que hace tres años, cuando se registró un brote de grandes alcances al convertirse en una variedad de cuatro vertientes o serotipos.

La investigación de Teresa Uribarren Berueta, jefa del Departamento de Microbiología y Parasitología, de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisa que la presencia de la enfermedad en México, ha aumentado en los últimos 14 años en 30 estados de la república, y afecta a todos los grupos sociales.

Indica que el vector del Dengue, se mantiene activo durante todo el año, con una transmisión más intensa en los meses de lluvia. Se ha detectado al mosquito vector Aedes aegypti en todo el territorio nacional y, secundariamente, Aedes albopictus, prevalente en algunos estados. Los 4 serotipos del virus circulan periódicamente y la presentación de dengue hemorrágico es mayor en las zonas de riesgo, donde las personas ya han sufrido la enfermedad.

Un problema infeccioso, latente en dos quintas partes de la población mundial, del que se estima una proyección anual de hasta 100 millones de casos.

México estuvo libre de Dengue hasta 1978, cuando fue invadido nuevamente por este vector y desde entonces, la enfermedad presenta un patrón anual con picos en los meses de lluvia. Su incidencia ha aumentado de manera constante, al pasar de 1.7 casos por 100 mil habitantes a 43.3 por 100 mil en 2012. En 2015, la mayor parte de los enfermos reportados se concentró

en Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Puebla, Quintana Roo, Sonora y Veracruz.

Y por si hacía falta en la manipulación del lenguaje para minimizar la gravedad del Dengue hemorrágico, la Secretaría de Salud lo define ahora como “dengue con signos de alarma y Dengue grave”.

Cuestión de caprichos sexenales para no reconocer la gravedad del problema en casi todo el territorio nacional, donde el mosco Aedes Aegypti, constituye una amenaza que se oculta arbitrariamente, con saldo mortal cada vez más alarmante, sin que exista una campaña efectiva y de calidad para combatirla más que en el discurso y en las fotos.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.

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