viernes, marzo 29, 2024

EN REDONDO: Decesos Covid: México vuelve al tercer lugar mundial

Por: Mario Ruiz Redondo

Apenas lo adelantamos este jueves 28 de enero en este espacio, de que era cuestión de horas para que México volviera a ocupar el tercer lugar mundial por muertes provocadas por Covid-19, dada la aceleración sin freno de la epidemia-pandemia en el territorio nacional, al sumar 155 mil 145 decesos y un millón 825 mil 519 contagios, según los reportes oficiales de la Secretaría de Salud.

Nuevos datos que rebasan los 153 mil 847 fallecimientos y 825 mil infectados de India, que pasa a la cuarta posición del record planetario de las afectaciones del Coronavirus, contabilizados por la estadounidense Universidad Johns Hopkins.

Retroceso alarmante, que revela el fracaso del gobierno mexicano en el combate al letal virus, que al igual que los de Estados Unidos y Brasil, fue menospreciado desde su descubrimiento en Wuhan, China, al no aceptar poner en práctica sus mandatarios, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las medidas básicas para evitar su propagación, como el uso de cubre bocas, la sana distancia y el confinamiento, que ahora mantiene a sus pueblos en el liderazgo dela enfermedad en el orbe.

Noche de jueves de fines del primer año de 2021, en un panorama internacional, donde Estados Unidos se ubica en primer lugar con 432 mil 864 muertos y Brasil en segundo, sumando 221 mil 547.

Pánico entre la población de muchas ciudades del país y especialmente de Chiapas, ante el incremento desmedido tanto de víctimas mortales por Covid-19 que no se registran, como de nuevos enfermos con síntomas evidentes, que no tienen acceso a las pruebas en nosocomios oficiales, porque se carece de reactivos o si llegasen a tener, no las practican, argumentando que lo harán hasta que el contagiado tenga complicaciones y merezca ser hospitalizado.

Fallas graves que cada vez se vuelven más frecuentes en los estudios con costos de cinco mil pesos cada uno, que llevan a cabo laboratorios privados, y que llegan a equivocarse hasta en dos ocasiones, al extender resultados negativos, haciendo confiar al paciente de que está sano, y que al avanzar el mal en sus pulmones se complica y finalmente  acude a un centro hospitalario donde es internado para morir, en buen número de casos, en no más de 24 horas.

Las mismas estadísticas gubernamentales de las últimas 24 horas, de miércoles a jueves, dan evidencia de la gravedad del avance acelerado del virus en detrimento de la salud de los mexicanos, al acumularse mil 506 decesos y 18 mil 670 infectados.

Un problema que se acentúa por el fracaso gubernamental de las acciones preventivas comprometidas, una vez que no ha cumplido con la primera fase de vacunación de los laboratorios Pfizer, destinada a inmunizar al personal de las instituciones hospitalarias y privadas en toda la geografía nacional.

En la ciudad más importante de la Frontera Sur, Tapachula, y en general en Chiapas, como en muchas otras del país, la primera fase de vacunación preventiva del Covid-19, ha resultado insuficiente, pues no se ha logrado la cobertura total de inmunización de médicos, enfermeras, camilleros y administrativos de los centros hospitalarios oficiales y privados.

Chiapas recibiría apenas menos de 10 mil dosis, que fueron insuficientes para proteger a más de 13 mil médicos, a los que se agrega el personal de las distintas áreas de atención de pacientes Coronavirus, lo cual ha propiciado el malestar creciente de quienes diariamente exponen sus vidas, como por citar un ejemplo ocurre en la clínica-hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que atiende a un promedio de 100 mil derechohabientes que laboran en la Administración Federal.

Alto obligado a la intención de ampliación de la cobertura al determinar la suspensión hasta el 15 de febrero, de los envíos de la empresa farmacéutica Pfizer a México, de su producto anti Coronavirus, que en su primera fase serían poco menos de 500 mil dosis, de un contrato de Fase 1, por 34 millones de inmunizantes, lo cual obligaría al Presidente Andrés Manuel López Obrador a buscar opciones con carácter de urgente, que le llevarían a negociar con el líder de Rusia Vladimir Putin, la venta de 12 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, programando su arribo en las primeras dos semanas del mes entrante.

Una muy buena noticia para parte de los 130 millones de habitantes, que festejarían tal logro, mismo que se convertiría en desencanto al darse a conocer que su aplicación no está autorizada todavía, por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), porque la empresa que lo produce no ha dado a conocer los resultados de su tercera fase de investigación.

Este organismo a cargo de José Alonso Novelo Baeza, quien se apoya para una decisión final en un Comité de Expertos, se mantiene ahora sujeto a la presión política, una vez que desde Palacio Nacional se ha hecho saber a la Nación, el compromiso de adquisición del antígeno ruso.

Resolución en este momento compleja, al desconocerse aún los resultados de la última fase de estudios, que definirán efectos en pro y en contras para aquellos que les sea suministrado el producto, que estaría dirigido a personas de la tercera edad, en su mayoría.

Se tiene ya el antecedente de los riesgos a la salud que ha representado la vacuna elaborada por Pfizer, en médicos, que incluso se han reportado con alergias tan delicadas que han ameritado su internamiento en áreas de cuidados intensivos.

Es por ello, que Novelo Baeza y su equipo de evaluación de la Sputnik V, deberán ser extremadamente cuidadosos en su decisión de autorizar o rechazar el antígeno, una vez que reciban el reporte de la conclusión de la investigación final, que se espera les sea entregada en los próximos días, tomando muy en cuenta que está de por medio la vida de 12 millones de seres humanos de edad avanzada, conocida como “La Generación de Oro”, al ser los autores del México actual, desde 1940.

En el discurso de Palacio Nacional, se asegura que el gobierno federal, ha firmado contratos de compra por un total de 210 millones de vacunas contra Covid-19, de las cuales 77 millones 400 mil corresponden al laboratorio AstraZeneca, del Reino Unido; 51 millones 500 mil, con Covax, una alianza de 190 países, coordinados por la OMS; 35 millones, de la Farmacéutica CanSino Bilogics, de la República Popular China, 34 millones 400 con la estadounidense Pfizer y 12 millones con la rusa Sputnik V.

Se desconoce a la fecha el monto total de las adquisiciones comprometidas por la Administración de Presidente López Obrador, con la única precisión de que solamente la vacuna de Pfizer, es la única aprobada y que el 23 de diciembre pasado hizo la primera entrega de tres mil dosis, en el aeropuerto de la capital del país, con todo el ceremonial encabezado, no por el secretario de Salud Jorge Alcocer Varela, sino por el canciller Marcelo Ebrard Casaoubon. A un mes de distancia se han recepcionado menos de medio millón, sin que ningún otro laboratorio haya sido autorizado por la COFEPRIS, para aplicar sus antígenos en México, al no cumplir con la normatividad de riesgos para la salud.

El tiempo sigue constituyendo para los mexicanos el elemento de riesgo mayor, ante la imposibilidad del Gobierno de la República, de cumplir con los objetivos de vacunación, con expectativas muy bajas si se compara con el programa del nuevo Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de inmunizar en los primeros 100 días de su gobierno, a poco más de 100 millones de habitantes de una Unión Americana conformada por una población de más de 330 millones.

El hermetismo prevaleciente en el gobierno de López Obrador, sobre la forma en que se suministrarán las 210 millones de dosis, no permite el conocimiento a la sociedad nacional, de su cumplimiento tanto en el número de beneficiados como en el tiempo que llevará para proteger la salud de niños, jóvenes, adultos y ancianos.

Todo ha girado en determinado momento, en situaciones de manipulación de estos medicamentos preventivos, al ser desviados a empleados de la Secretaría de Bienestar (10 mil), que integran la “Red de Siervos de la Nación”, que operan en igual número de puntos estratégicos de distribución de despensas alimentarias para la población de menos recursos, y desde donde se había establecido que serían los encargados de aplicar las vacunas.

En Chiapas, el malestar no solamente del personal de atención a pacientes Covid-19, sino de la población en general, que diariamente sufre los embates del Covid-19, manteniéndolos en estado de indefensión frente a la actitud irresponsable de minorías locales y extranjeras que incluyen más de 100 mil migrantes sin control, que se niegan a usar cubrebocas y apegarse a las demás recomendaciones que eviten los contagios.

Inconformidad prevaleciente, al mantener durante más de tres meses, la clasificación de la entidad en “Semáforo Verde” y actualmente en “Amarillo”, cuando la realidad desbordada por decesos e infecciones no reportadas oficialmente, deberían obligar a volver al color rojo.

Situaciones prevalecientes en todo el territorio nacional, que ahora repercuten en el hecho de que México sufra un grave retroceso al volver a ocupar el tercer lugar mundial por fallecimientos por Coronavirus, una posición nada honrosa, confirmada el 30 de julio de 2020 con la suma de 46 mil 688, desplazando al Reino Unido, según la estadísticas de la Universidad Jonhs Hopkins, que lo ubicaba de igual forma en la posición sexta internacional, con 424 mil 637 infectados.

Paso hacia atrás en tiempos nada fáciles para una autoridad principal, que oficialmente se encuentra afectada, como lo anunciara el domingo pasado en su cuenta de Twitter, el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Suministro a cuenta gotas del desarrollo de la enfermedad

del Primer Mandatario, que en nada ayuda a su imagen como a su Administración, al propiciar una serie de rumores que seguirán creciendo como una bola de nieve en pendiente, si no se adoptan las medidas necesarias para informar a la población del país, del estado que guarda el Jefe del Ejecutivo Federal.

Ese en principio, es el mejor camino para dar tranquilidad a quienes se mantienen inquietos desde la trinchera de la Bolsa de Valores, desde donde han surgido en momentos de crisis movimientos especulativos que han derivado en fuga de capitales ante el riesgo de inseguridad en el manejo gubernamental federal.

Muchos otros factores adicionales, que deben ya, de inmediato tomarse en cuenta y reaccionar, para evitar males mayores, independientemente del proceso electoral que se avecina.

 

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.

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