Luis Alberto García / Matías Romero, Oax.
*Pensaban plantear la idea al gobierno y a Elon Musk.
*Opinión del constructor Javier García Candiani.
*Ganó Monterrey y la posibilidad de instalación se esfumó.
*Todo dependía de las industrias en el sureste.
*Insuficientes avances del proyecto del Corredor Interoceánico.
Andrés Manuel López Obrador dijo el lunes 20 de febrero de 2023 que la llegada de la cuantiosa inversión de la empresa multinacional Tesla -propiedad del magnate estadounidense Elon Musk- a México, solamente podría ser posible si se instalaba en una zona donde se tuviera agua suficiente y servicios necesarios.
En un clima de descontento y confusión, advirtió que los estados con problemas hídricos como Nuevo León no podrían garantizar la viabilidad del proyecto de Musk, el empresario más rico del mundo, y sorprendió cuando mencionó que la instalación de la planta automotriz podría ser el sureste del país.
“Porque en esta región -añadió AMLO- se encuentra el 70 % de toda el agua de México”.
Sin embargo, empresarios de Oaxaca y Veracruz señalaron que no descartaban que, un lugar donde esté pensando el jefe del Poder Ejecutivo para el arribo de la cuantiosa inversión, fueran los llamados Parques Industriales que se construyen en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
“La empresa del señor Musk podría estar en cualquier lugar cercano al recorrido del Tren Transístmico”, destacó Javier García Candiani, empresario de Ciudad Ixtepec, argumentando que los proyectos del Corredor Interoceánico y del Tren Transístmico del Istmo de Tehuantepec ayudará a conectar al Pacifico con del Atlántico.
“Además de que se arribará a la costa este de Estados Unidos en el corto tiempo, y reunir las condiciones para albergar el proyecto automotriz de Tesla”, añadió el hombre de negocios de la construcción.
Después de un debate sobre el sitio en donde se ubicaría la planta de capital totalmente estadounidense y de que López Obrador desistiera de su instalación en el sur de México, finalmente el mandatario anunció que sería en Monterrey donde quedaría asentada, con cinco mil millones de dólares de inversión
García Candiani se queja y enlista las ventajas del Istmo y un plan -dice- que contempla la rehabilitación de un tramo de 213 kilómetros de ferrocarril entre Salina Cruz con Coatzacoalcos, cuya infraestructura integrará el CIIT.
“La obra -resume- tendrá una inversión total de veinte mil millones de pesos, que no es una cifra menor, y en cuanto a la comunicación entre el puerto del Pacifico y el del Golfo de México en el Atlántico, se realizará por la línea de ferrocarril de carga y de pasajeros que se está en reconstrucción después de más de cien años”.
Al citar el plan del gobierno federal, Javier García dice que “parte del valor agregado del programa del istmo, es la construcción de diez polos industriales con una superficie total de más de 3,200 hectáreas, en donde las autoridades han informado que ya se tienen todos los terrenos”.
En los Parques Industriales del Istmo de Tehuantepec se otorgarán a los inversionistas incentivos fiscales y reducciones en el pago del impuesto sobre la renta, el impuesto al valor agregado y el impuesto sobre nómina, además de que se tendrá un sistema de facilitación del comercio aduanero con todos los trámites de aduanas y de impuestos al comercio exterior.
La planta de Tesla -insiste García- pudo haberse edificado en alguno de los Parques Industriales, contando además con gas, energía eléctrica, agua suficiente para los complejos que lo necesiten y toda una red de infraestructura de las carreteras, ferrocarriles y aeropuertos.
El complejo de Tesla para detonar desarrollo económico, se hubiese incorporado a un área industrial de maquiladoras, en el cual ya se han registrado armadoras, minas, parques eólicos, extracción petrolera, plantaciones forestales comerciales y cultivos de agroexportación, y un sistema de tráileres con contenedores de mercancías a los dos puertos.
López Obrador informó que, de los diez Parques Industriales que se instalan en el Corredor Interoceánico, cuatro estarán destinados para el desarrollo de energía eólica administrados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con financiamiento de la banca de Estados Unidos.
El proyecto automotriz de Tesla que se instalaría en el país, tendría una inversión inicial aproximada de cinco mil millones de dólares y contemplaría la producción de veinte millones de automóviles eléctricos en territorio mexicano en su primer año de operaciones, además que de que se crearían numerosos empleos directos e indirectos.
Antes de que se decidiera por Monterrey, desde Oaxaca y Veracruz presentaba al CIIT como “una gran alternativa para que instalar la planta automotriz de automóviles eléctricos de Elon Musk, y detonar así el desarrollo regional en una parte del país que nunca se había tenido”.
La administración del CIIT informó que, lo que persigue la estrategia de la administración de López Obrador en el Istmo, es que en los próximos años se tenga un enfoque en la infraestructura que permita promover a las zonas seleccionadas y venderlas a los inversionistas, y así generar empleos de calidad y bien remunerados.
Y también “crear cadenas de valor, acelerar y diversificar las exportaciones, propiciar el desarrollo de actividades económicas de alta productividad, preferentemente intensivas en mano de obra y fomentar mejoras en el bienestar de la región”.
Para el ingeniero García Candiani y socios que lo acompañan, la posibilidad de la instalación de la planta de Tesla en la zona ístmica dependía de los avances de otros proyectos industriales en el sureste.