viernes, abril 19, 2024

El sistema político de Rusia es casi monárquico

Luis Alberto García / Moscú, Rusia

*¿Por qué Putin es tan popular entre los rusos?
*Es su segundo renacimiento, dice Valeri Fedorov.
*Se convirtió en una especie de figura histórica.
*Capacidad para determinar el futuro de la nación.
*Cumple cabalmente con las características de un “zar”.
*Acciones en Crimea y Ucrania, para demostrar qué es Rusia.

¿Hasta dónde es real y hasta dónde irreal la popularidad de Vladímir Putin, que ha crecido a raíz de la guerra en Ucrania, convirtiéndose en una de las cuestiones que han hecho reaccionar a la población rusa?, plantea Valeri Fedorov, director del Centro Ruso de opinión Pública (VTsIOM).
El académico habla sobre la popularidad del presidente de la Federación Rusa y la situación social y política en el país, meses después de la puesta en marcha de la Operación Militar Especial en Ucrania, como ha calificado a su invasión el mandatario desde el Kremlin.
El Centro Ruso de Estudios de la Opinión Pública (VTsIOM, por sus siglas en ruso), se estableció en 1987 y es la institución más antigua de la Rusia postsoviética dedicada a la realización de encuestas.
Es uno de los principales centros sociológicos del país y de estudios de mercado, una agencia estatal, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
-Recientemente el índice de aprobación de Putin ha alcanzado su máximo, cercano al 90%. ¿Hasta qué punto cree que es posible se mantenga y qué significa este apoyo público para el futuro desarrollo del país?
Valeri Fedorov responde a la primera pregunta:
-Cuando el apoyo llegó hasta el 86% a fines de 2021, nadie pensaba que iba a ser tan alto durante tanto tiempo, de hecho, se esperaba que bajase hasta el 65-70%. Pero eso no ocurrió. ¿Por qué? En mi opinión, Putin ha tenido su segundo renacimiento.
-Pasó de ser un político comparable a otras figuras públicas, a convertirse en una especie de figura histórica. Su capacidad para determinar el futuro del país está fuera de toda discusión. Los rusos pensaban que las acciones en Crimea en marzo de 2014 y en Ucrania en febrero de 2022 eran necesarias y que había que demostrar al mundo lo que es Rusia, sin depender de presiones externas. Básicamente, en algunos sentidos, cumple cabalmente con las características de un “zar”.
-Este epíteto tiene connotaciones negativas, pero tiene un paralelismo interesante. ¿Quién debería medir la aprobación del zar? Resulta absurdo.
-Se puede medir la popularidad del primer ministro y en este sentido el sistema político ruso es casi monárquico: Putin ha ido mucho más lejos que otros políticos y se ha convertido en una institución en sí mismo. Al menos que decida dejar su posición, seguirá en el poder.
-¿Qué riesgos provoca esto a largo plazo?
-El riesgo proviene cuando llegue el momento de dejar la política y lo haga sin un sucesor, lo que puede provocar el colapso del sistema. Pero no me parece que sea urgente. La actual legislatura termina en 2018 y es muy probable que gane esas elecciones. Así que si hay riesgos serán en 2022.
-¿Cuál es la correlación entre el desarrollo interno de Rusia y su política exterior?
-Al hablar de Rusia en el contexto global, es necesario indicar que no éramos nada en los años 90. No creíamos en nosotros mismos y apenas teníamos recursos para sobrevivir, ni para garantizar el desarrollo económico.
-¿Hasta antes de febrero de 2022 era Putin la persona más influyente del mundo por tercera vez, según Forbes?
-Hemos sido capaces de resolver algunas cuestiones urgentes y centrarnos en áreas con mayor potencial. Hay buenos resultados en lo que respecta al desarrollo económico y también en el aspecto político. Sin embargo, estos logros se consiguieron pagando un precio.
-Rusia sigue siendo, sobre todo, un exportador de materias primas con los riesgos que conlleva la fluctuación de los precios del petróleo. Las materias primas se comercian en dólares y el sistema financiero es vulnerable a la influencia externa, lo que es evidente en relación a las sanciones.
-También está claro que todavía estamos lejos de actuar como iguales con Occidente. La habilidad de Rusia para sostenerse a sí misma bajo presión es limitada. Hay cuestiones urgentes en áreas como la tecnología, las finanzas y los negocios que tienen que resolverse de manera urgente. De modo que nuestra prioridad es enfocarse en el desarrollo interno.
-En este sentido, podemos hablar de una situación similar en China. Desde1975 el país asiático ha tenido un gran desarrollo económico y un notable avance tecnológico. Sin embargo todavía hay una brecha entre China y Occidente. Algo que también existe entre Rusia y Occidente. Nuestro principal foco es interno, no externo.

 

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