sábado, abril 20, 2024

El monumental imperio empresarial de “CR7”

Luis Alberto García / Moscú

*Cristiano Ronaldo lo edificó con los salarios ganados en el futbol.

*Posicionó su perfume “Legacy” en la Copa FIFA / Rusia 2018.

*Empresario mediático y posmoderno, Cristiano Ronaldo posee de todo.

*Negocios restauranteros, hoteleros, relojeros, de ropa y zapatería.

*Su colección de autos incluye Lamborghini, Bentley, Maserati y Porsche.

 

 

Demás está decir que las enormes ganancias económicas de la mayoría de las celebridades –especialmente las figuras femeninas del modelaje y ahora los futbolistas, enamorados de sí mismos, engreídos, ricos, vanidosos y volubles, con personalidades diferenciadas y contrastantes-, provienen de sus alianzas (les dicen “estratégicas”) con marcas “de clase mundial”.

 

Y como muchos de sus colegas de trabajo, el mediático futbolista portugués Cristiano Ronaldo Aveiro (CR7, su alias), ha creado su propio mundo y no ha tenido límites para obtener dinero, y un ejemplo más que significativo es el contrato vitalicio, eterno diríamos, con Nike, la empresa estadounidense de artículos deportivos, que le pagaría ¡un billón de dólares! por promoverlos.

Sus ingeniosos asesores –que son bastantes- le sugirieron desde su época de jugador del Manchester United firmar convenios con consorcios ingleses que nada tenían que ver con la labor que él ejerce sobre un campo de futbol, consistente en hacer goles o ayudar a hacerlos.

Después, sus socios han sido empresas de moda, productos de belleza –que él presume ocasionalmente despojándose de la camiseta y mostrando su perfil y su cincelado cuerpo en cada conquista lograda ante los arcos enemigos-, sin que falte la industria de la perfumería y la relojera.

No faltan los electrodomésticos ni la televisión por cable en Estados Unidos, en un reino, que está a punto de ser un variadísimo imperio de marcas que se conocen por doquier: Tag Heuer, Coca-Cola, Samsung, Herbalife, Kentucky Fried Chicken, Emirates, Castrol, Armani y Lidio Gucci, aunque CR7 no ha ingresado a Rusia, que tiene en Gazprom y Lukhoil a dos potenciales anunciantes.

Poderosísimas, ambas empresas rusas producen el gas y los carburantes que se anunciaron permanentemente en todos los estadios utilizados como escenarios en la Copa FIFA / Rusia 2018, en donde Cris introdujo y posicionó su perfume “CR7 Legacy”; pero ha sido en otros rubros en los que mejor le ha ido al deportista de la isla de Madeira, entre ellos el restaurantero.

Su madre y su hermano son chefs profesionales, de modo que les instaló un restaurante de lujo en Gramado, en el estado brasileño de Río Grande do Sul, bajo el concepto “Casa Aveiro by Dolores“, que resucita las recetas y platillos que le gustaban a Cris de pequeño, antes de que probara suerte con el Andorinha de la Segunda División portuguesa, originario de Funchal, capital isleña.

La especialidad es el bacalao y, una vez que el restaurante de Gramado funcionara bien, inauguraría una sucursal en Madeira, en donde el futbolista abrió el hotel “Pestana CR7”, creado para el relajamiento de los huéspedes, quienes tendrían que pagar la módica suma de 600 euros por noche, incluido el masaje y el spa, y un menú especial para deportistas como él.

Tan exitoso le resultó el concepto de ese tipo de hospedaje, que ya se trazaron los planos para edificar un hotel en la Gran Vía de Madrid en 2019, y ya encarrerado, como lo ha hecho por la banda derecha de las canchas portuguesas, inglesas, españolas e italianas, intentará expandirse a Nueva York y a Casa Blanca, la capital de Marruecos.

Para un personaje que esforzadamente esculpió el cuerpo dentro de los gimnasios de sus equipos y con ejercicios de calistenia basados en lo que pareciera antiguos manuales de Charles Atlas –el primer superhéroe de los estadounidenses, anunciado en la década de 1950 en las contraportadas de las historietas-, sus cerebros empresariales inventaron “CR7 Crunch Fitness”.

Esta inversión se ha desarrollado solamente en España bajo la modalidad de franquicia, y si quieren asociarse con Cristiano Ronaldo Aveiro, basta tomar contacto con sus oficinas madrileñas para conocer esa alternativa y su plan de negocios.

El astro portugués de los 654 goles reconocidos oficialmente comenzó modelando ropa en Londres, cuando, alentado por sir Alex Ferguson –durante 26 años entrenador de Manchester United, convaleciente de un accidente vascular cerebral al finalizar la Copa del Mundo de Rusia-, al mismo tiempo se dio el lujo de modelar sus propios diseños “CR7 Underwear”, con fotos en las que juega futbol en bóxers y calcetas coloridas.

Inmerso en el universo de los “hipsters”, “nerds”, “ciber-sabios” y otros especímenes de la posmodernidad, es accionista de la agencia digital “Think Pink”, que, con el nombre registrado de “7 Egend”, ha creado nuevos gadgets tecnológicos, idea tomada después de que esa empresa de capital británico instalara un museo de componentes tecnológicos de Cris en Funchal.

Por otra parte, como la industria zapatera y peletera portuguesa tiene buen prestigio internacional –no tanto como la italiana-, Cristiano Ronaldo no quiso verse lento y lanzó una línea de mocasines y tenis, ligeros e informales, elegantes y masculinos como los gustos del jugador, sin que, hasta ahora, pueda fabricar calzado para jugar futbol, dejando a Adidas el monopolio de éste.

Después de revisar las numerosas formas que tiene Cristiano Ronaldo de aprovechar su agraciada imagen y hacer mucho, mucho dinero, hay que decir cómo lo gasta y se divierte con él, comenzando por los autos deportivos, su fascinación, objetos rodantes de los que hacen uso todos los deportistas habidos y por haber.

Los lucen desde Ricardo “Tuca” Ferreti, entrenador brasileño radicado en México hace siglos, hasta Arturo Vidal, desaforado mediocampista chileno del Barcelona, quien, no queriéndose quedar atrás de CR7, compró un Lamborghini de 300 mil dólares igual al de éste; pero no verde, sino rojo.

Cristiano Ronaldo, además de poseer ese bólido, tiene un Maserati, un Mercedez Benz, un Porsche, un Bentley y un Ferrari, además de un Lear-Jet privado de 17 millones de dólares, que se alquila en 600 dólares la hora –una ganga-, cuando no lo utiliza para viajar a todo lujo cuando el tiempo de descanso en el futbol se lo permite.

Pocos días antes de firmar su traspaso del Real Madrid a la Juventus en mayo de 2018, alquiló en Turín una mansión de diez habitaciones, gimnasio y piscina techada, además de tener un departamento de 18 millones de dólares en Manhattan, en el que, se rumora –el dato no se confirma- tiene una estatua de bronce instalada en el pasillo de entrada, con ella como un monumento a su egolatría, elevada al máximo con los goles que marca y generan esa fortuna.

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