NUEVA YORK.- Ismael “El Mayo” Zambada, una figura histórica en el narcotráfico mexicano y cofundador del Cártel de Sinaloa, se encuentra en un momento decisivo en su vida. La periodista Anabel Hernández reveló recientemente que el capo ha comenzado a cooperar, aunque de forma limitada, con el gobierno de Estados Unidos para evitar la pena de muerte, enfrentando una serie de dilemas éticos y estratégicos.
La noticia de su cooperación marca un hito en la lucha antinarcóticos, mostrando cómo el gobierno estadounidense ejerce presión sobre los capos detenidos, obligándolos a elegir entre la colaboración y una sentencia de máxima severidad.
La situación actual del Mayo recuerda el proceso que enfrentó su hijo, Vicente Zambada Niebla, conocido como “El Vicentillo”. Al igual que su padre, “El Vicentillo” colaboró con EE.UU. en un acuerdo que redujo su condena, compartiendo información de alto valor sobre las operaciones del cártel. Hoy, El Mayo sigue una ruta similar, pero con un futuro más incierto, en el que el acuerdo con EE.UU. puede no ofrecerle la libertad, sino solo salvar su vida.
Según la información revelada por Anabel Hernández, Zambada está brindando “probaditas” de información. Este término, que implica una entrega controlada de datos, permite a El Mayo evaluar cómo reaccionan las autoridades estadounidenses a lo que ofrece y qué beneficios podrían garantizarle. En este “juego de estira y afloja”, las autoridades de EE.UU. mantienen la presión, en especial por la posibilidad de la pena capital, una carta que no se ha jugado con otros capos detenidos, lo que complica aún más su posición.
En su última comparecencia, los fiscales confirmaron al juez Brian Cogan que la pena de muerte es una opción viable para El Mayo. Esta postura responde a la gravedad de los cargos que enfrenta, 17 en total, que incluyen delitos como narcotráfico, asesinatos y tráfico de armas. Aunque la ejecución aún depende de la aprobación del fiscal general, Merrick Garland, la posibilidad deja a El Mayo con pocas alternativas.
El próximo capítulo en la vida judicial de El Mayo se escribirá el 15 de enero de 2025, fecha en la que se espera que el tribunal avance en el proceso, incluido el destino de su sentencia, que podría llevarlo a la fase penal en caso de que se ratifique la pena de muerte.
La situación de Zambada, detenido el 25 de julio en Nuevo México, toma un giro inesperado al afirmar que su traslado a EE.UU. fue producto de una traición. Según el capo, Joaquín Guzmán López, alias “El Chapito” e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo engañó para entregarlo a las autoridades en un intento por obtener beneficios judiciales para él y sus hermanos. El Mayo asegura que fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad, convirtiendo a su captura en una estrategia de supervivencia en la que la traición y las alianzas internas de los Chapitos parecen jugar un papel crucial.
Este giro en su narrativa fortalece las divisiones dentro del Cártel de Sinaloa. Mientras Los Chapitos buscan consolidar su poder tras las rejas de su padre, El Mayo intenta usar el sistema judicial estadounidense para negociar su destino. La traición de Guzmán López no solo agrava los conflictos internos del cártel, sino que también transforma a El Mayo en un jugador clave para las autoridades de EE.UU., quienes desean obtener detalles sobre las operaciones y las conexiones del Cártel de Sinaloa.
AM.MX/fm