En los últimos días volvió a tomar auge el tema de la violencia familiar, del acoso sexual, de los nuevos registros de nacimientos. Estos temas, como sucede en la mayoría de aquellos convertidos en serios problemas para los ciudadanos, tienen su fundamento en la educación. Durante muchos años y desde hace más de 30, hemos visto a las diputadas y senadoras desgarrarse las vestiduras para lograr sanciones de cárcel contra violadores, tiempo después aumentar las penas, hacer de los castigos una bandera. Hace unos 20 años descubrieron la violencia en contra de las mujeres, llevándola después al terreno familiar. Vinieron con ello términos como el feminicidio y ahora se trata del acoso sexual.
Han sido tocados suficientemente los temas referidos. Sin embargo y pese a obtener aprobación para la utilización de términos que debieran ser incluidos dentro de los homicidios dolosos y marcar penalizaciones carcelarias hasta de 40 años, nada se ha remediado sino todo lo contrario, estas acciones van en aumento y ahora llegan al grado de generar malas interpretaciones y temores. Si algún caballero desea emitir un piropo primero tiene que pedir permiso para evitar sea visto de manera negativa el halago. Se trata en el presente de interpretar, de dejar al criterio femenino lo que pudiera haber oculto no sólo en las palabras sino hasta en la mirada, en las sonrisas.
Se hacen esfuerzos para supuestamente evitar todo este tipo de acciones pero no se hace referencia alguna a la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos. Se sigue formando y hasta reforzando el machismo, la superioridad del hombre por encima de la mujer y debe demostrarlo no llorando, imponiéndose, ocultando sus sentimientos, combatiéndose así mismo hasta despertar una ira después descargada en las mujeres. Se supone está incluido en la reforma educativa el renglón civismo y ética, pero no es suficiente se vea como una materia de enseñanza más, se requiere de la participación de los padres, de inculcar respeto para todos los seres vivientes, porque la carencia de éste se ve reflejada en la forma de dirigirse a los padres quienes han dado por aceptar el manejo de modernos lenguajes, de responder cuando les dicen “viejo” o “que onda”, las referencias groseras hacia los abuelos, los apodos a los hermanos hasta llegar al bullying y en el colmo malos tratos, patadas, jalones a perros, gatos, pericos, a las mascotas propias o ajenas.
Si educamos a nuestros hijos sin valores las consecuencias están a la vista. Si hacemos de lado la igualdad que debe existir en muchas de las tareas de la vida diaria, estamos pagando por ello. Si mantenemos ojos y oídos sordos a nuestra responsabilidad como padres no esperemos que siendo adultos, ellos respondan a las que les adjudiquen. Si se transita el mismo camino seguirán abundando los violadores, los golpeadores, los acosadores y el criterio de las mujeres seguirá aplicándose con temores, malicia y sacando conjeturas falsas llevándolas al extremo de la acusación o del suicidio como se vio en el caso del integrante del grupo Botellita de Jerez.
En otro tema, le dieron las gracias al hasta el martes anterior director de Tránsito de Benito Juárez, Alejandro López Díaz, para llevar a ese cargo a Jesús Ángel López Salas. La presentación del nuevo funcionario corrió cargo de Jesús Alberto Capella y siendo éste el tercer habilitado con el mismo nombre se presenta como primer propósito traer a los ciudadanos con el Jesús en la boca, porque por otro lado y siendo abogado de profesión, habiéndose desempeñado en este mismo cargo en las administraciones de Magaly Achach y de Gregorio Sánchez Martínez, llevando los controles del C-4 y como responsable de la seguridad del ex gobernador Félix González Canto desde la etapa de campaña, así como ser encargado de seguridad privada a empresas como Aquaworld y de organizaciones como Cacao y Servytur, se le reconoce experiencia en el ramo aunque con resultados tan débiles que nos han llevado a los grados de inseguridad actuales. Como nada se advierte dentro de su curriculum relacionado con las operaciones sobre flujos vehiculares, vialidades, etcétera, ojalá por lo menos contribuya a disminuir no la percepción sino la existencia de corrupción en ese sector.
^Por lo pronto ya tuvo Chucho III su primer reporte con el incendio de lote de autos de la noche del miércoles. Ya supo de los dos tradicionales difuntitos. Lo que seguramente aún no sabe es que el dueño de ese lote de coches es al que ejecutaron a la salida de un banco sobre la avenida Tulum. Del esclarecimiento de este crimen todavía nada, por lo tanto tampoco de la conflagración.
