Luis Alberto García / Yuzhno-Sajalinsk, Rusia
*Nivjis y ainus llegaron a Sajalín desde la isla de Hokkaido.
* La II Guerra Mundial alteró la composición étnica de Sajalín.
* Los coreanos regresaron a su país luego de la disolución de la URSS.
* Budismo, sintoísmo y chamanismo, credos que aún se profesan.
* La diversidad climática se debe a su larga extensión territorial.
* Proyecto para construir un puente sobre el estrecho de Nevelskói.
El investigador Sergey Krasnoukhov refiere que, a lo largo de su historia, diferentes étnias han habitado esta isla sorprendente: los grupos aborígenes eran los nivjis y los ainus, quienes llegaron provenientes de Hokkaido, una de las cuatro grandes islas del archipiélago de Japón, adoptando el gentilicio de sakhalinskiis (de Sajalín, en su traducción del ruso al español).
Como consecuencia de siglos de persecución, los ainus de Japón fueron casi exterminados y erradicados como etnia, y hoy constituyen una minoría insignificante en la isla japonesa de Hokkaido, la más próxima a Sajalín.
La Segunda Guerra Mundial rompió la composición étnica de Sajalín, cuando se alteró drásticamente la población de la isla, ya que, además de la que provenía del propio archipiélago japonés, Tokyo hizo participar en las labores en Sajalín a la población de Corea, que entonces permanecía colonizada por Japón.
Después de la guerra, las autoridades soviéticas repatriaron a todos los súbditos de Japón, incluidos muchos ainus, puesto que estos ya tenían los apellidos japoneses, completamente asimilados por la cultura nipona por lo cual eran casi indistinguibles de la mayoría.
Sin embargo, los coreanos se quedaron y arraigaron en Sajalín porque Corea dejó de formar parte del imperio de Japón; es decir, que ya no eran ciudadanos japoneses y al final no fueron repatriados.
Muchos de ellos regresaron a Corea del Sur después de la disolución de la Unión Soviética en diciembre de 1991, cuando se abrió la frontera; pero muchos otros también se quedaron; los rusos constituyen un 82% de la población, mientras los coreanos forman otro 5%.
Los nivjis constituyen menos de 1 % -poco más de dos mil-, y aunque su población osciló en el siglo XX, muchos otros ya no hablan su idioma materno, y en cuanto a la religión, la mayoría de los habitantes de Sajalín son cristianos ortodoxos, si bien hay sintoístas, ateos y protestantes.
En la isla hasta hoy se han preservado los restos de los templos budistas y sintoístas —la religión étnica japonesa—: para ser más precisos, pertenecen al credo tradicional japonés torii.
Los nivjis nativos de Sajalín practican, por su parte, un chamanismo basado en sus antiguas creencias animistas, similares a las que profesan los inuits y esquimales de algunas regiones del Este de Alaska y Norte de Canadá.
La isla de Sajalín se extiende de Norte a Sur por casi mil kilómetros, lo que determina su diversidad climática, con temperaturas diarias en el Sur, donde está ubicado Yuzhno-Sajalinsk, su capital y centro administrativo, donde oscilan en agosto —el mes más caliente— entre 13,6 y 22,4 grados centígrados, mientras que en enero oscilan entre 17 y 6,7 grados centígrados bajo cero.
En el Norte de Sajalín los inviernos son más fríos, aunque los veranos son casi igual de calientes, y en comparación con el resto de la isla, la situación climática en las Kuriles parece mucho más equilibrada; pero en agosto en el mismo territorio se pueden observar temperaturas de entre 8,3 y 13,9 grados centígrados.
Las Kuriles poseen una gran cantidad de volcanes activos y, al igual que Japón, de vez en cuando están expuestas a terremotos y tsunamis, y en invierno la isla de Sajalín es azotada por tormentas de nieve, por lo que en varias ocasiones quedó incomunicada del resto del país.
Sajalín es una tierra de posibilidades y así lo asumen muchas empresas, incluso extranjeras, que invierten en su economía, en especial la participación del gigante del petróleo y el gas Exxon Mobil, en un proyecto de exploración en campos cercanos a las costas isleñas.
Se desarrolla al mismo tiempo la infraestructura: está prevista la construcción de un puente espectacular desde Sajalín -conectaría a la isla con el continente en el estrecho de Nevelskói- en un proyecto que se desea resucitar, dado que tiene sus orígenes en la década de 1960,
Fue cuando empezó la construcción del túnel hacia Sajalín bajo el estrecho, pero nunca llegó a completarse, y se cerró en 1953 después de la muerte del líder del país, Iósif Stalin, quien fue el autor de la idea.
El nuevo gobierno simplemente ordenó el cese de todas las obras, si bien los mismos constructores rogaban que los trabajos continuaran, pues el túnel de Sajalín no está en los planes, no obstante que el proyecto del puente ya ha sido planteado por el presidente ruso, Vladímir Putin.
De todos modos, el puente de Sajalín tendrá una mayor envergadura que el puente de Crimea, a menudo llamado por los rusos la “obra del siglo”; pero en ese sentido, el puente de la mayor isla de Rusia puede convertirse en una verdadera obra del milenio.