sábado, noviembre 30, 2024

ECONOMÍA Y POLÍTICA: Keynesianismo y keynesianismo plus

MIGUEL ÁNGEL FERRER
No hace falta mucha ciencia para entender que la privatización de los bienes públicos es la espina dorsal del neoliberalismo. Por eso puede afirmarse que en México se le ha roto el espinazo al neoliberalismo, pues desde la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República se terminó con la privatización de los bienes públicos.
Y no sólo eso. Poco a poco se ha ido rescatando y fortaleciendo el sector estatal de la economía. Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad son ejemplos de este cambio de dirección de la política económica.
Otro ejemplo es el rescate, fortalecimiento y expansión del antiguo Banco del Ahorro Nacional, más tarde llamado Bansefi y ahora convertido en Banco del Bienestar, de propiedad pública. Y en esta misma línea deben contarse el Tren Maya y el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, ambos también de propiedad estatal.
En el réquiem por el neoliberalismo debe igualmente consignarse el retorno a la política económica keynesiana, la que postula una fuerte y creciente participación del Estado en la economía: gasto e inversión públicos crecientes en sectores básicos como la salud, la educación y la infraestructura.
Pero la política económica obradorista va más allá del keynesianismo, porque orienta el gasto público al apoyo directo de las familias. No sólo gasto público en salud, educación e infraestructura, rasgos clásicos de la economía keynesiana, sino la entrega directa de dinero público a las familias, como la pensión para ancianos, a personas con discapacidad, a madres solas y las becas para estudiantes, lo que involucra a decenas de millones de personas.
Es posible que el gran público no alcance a calibrar los beneficios y bondades de la política keynesiana clásica. Pero es indudable que si calibra bien los beneficios y bondades del gasto público en apoyo directo a las familias.
La conjunción de la política keynesiana clásica con este keynesianismo plus que es el apoyo monetario directo a las familias explica sobradamente dos fenómenos de los que estamos siendo testigos. Uno, la buena marcha de la economía a pesar de la pandemia; y dos, el enorme e indeclinable apoyo popular al gobierno de López Obrador, respaldo que ronda el setenta por ciento de la población.
Keynesianismo y keynesianismo plus son las expresiones del fin del neoliberalismo como doctrina económica dominante en México. Pero también son el fin de una casta política que se encaramó al poder sustentada en el engaño de las falsas bondades de la privatización de los bienes públicos.

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