ECONOMÍA Y POLÍTICA: El leproso y su campanita

Fecha:

MIGUEL ÁNGEL FERRER
Indudablemente muy pronto ciencia y científicos obtendrán una vacuna para prevenir el Covid-19. Y también sin duda en breve tiempo la sociedad humana contará con un medicamento antiviral capaz de destruir al coronavirus. En el último siglo y medio ciencia y científicos ya han conseguido proezas semejantes.
A fines del siglo XVIII Edward Jenner descubrió-inventó la vacuna contra la viruela casi una centuria antes de que Luis Pasteur formulara la teoría microbiana de las enfermedades. “Matad a los gérmenes -decía Pasteur- y acabaréis con las enfermedades. Jenner venció a la viruela  sin saber que era producida por un microorganismo.
Y la manera más sencilla, eficaz y económica de matar a los gérmenes es el lavado de manos con agua y jabón. Pero existen otros medios. Los antibióticos, por ejemplo. Y entre éstos, desde luego, el más famoso de ellos: la penicilina, obra científica inconmensurable de Alexander Fleming.
Pero los antibióticos son antibacterianos, no antivirales. Sin embargo, ciencia y científicos han creado ya, a lo largo de los últimos  años diversos antivirales para tratar y curar distintas patologías. Es el caso del herpes y, señaladamente, del sida. Vacunas y antivirales son los dos caminos que conducen a Roma.
Hasta la aparición del sida, ciencia y científicos no habían puesto mucho empeño en la lucha contra los virus porque las vacunas resolvían plenamente el problema. Son los casos, entre muchos otros, de la viruela, el sarampión y la poliomielitis. Pero la emergencia sanitaria creada por el sida, y las dificultades para producir una vacuna obligaron a ciencia y científicos a empeñarse, con muy buenos resultados, en la producción de fármacos antivirales. Es el caso del herpes, el sida y la influenza H1N1.
En poco tiempo sabremos cuál remedio contra el covid-19 llega primero: vacuna o antiviral. Mientras tanto, contra la actual pandemia es necesario atenerse a los viejos y probados métodos para evitar el contagio: cuarentena, relativo distanciamiento físico, uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos con agua y jabón y relativo, aceptable y voluntario aislamiento social.
El punto central es evitar el contagio. Como en las viejas historias e imágenes del leproso que va por calles y caminos con su campanilla para avisar de su presencia y así evitar que vecinos y transeúntes se le acerquen y puedan contagiarse.

Compartir

Popular

Artículos relacionados
Related

LOS CAPITALES: Las tasas bancarias en México, no hay duda, se irán a la baja

Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ La política monetaria en México, otra...

La gran Joan Baez: voz presente, querida y admirada

Adrián García Aguirre / Cdmx *Es un símbolo enorme de...

LIBROS DE AYER Y HOY: Trump y Netanyahu, pretenden repartirse Gaza

Teresa Gil laislaquebrillaba@yahoo.com.mx El cinismo ya ni siquiera se disfraza cuando...

La Costumbre del Poder: ¿Cómo medir, con el poder adquisitivo del peso o su paridad con el dólar?

*Ni siquiera cuando el loco hermoso acuñó su proclama...