lunes, abril 28, 2025

ECONOMÍA Y POLÍTICA: El covid-19 y la economía circular

MIGUEL ÁNGEL FERRER
Se sabe bien que epidemias y pandemias asumen un comportamiento o desarrollo que puede expresarse gráficamente como una curva o campana de Gauss: crece ascendentemente y de izquierda a derecha hasta llegar a un punto máximo a partir del cual empieza a decrecer y finalmente desaparecer.
Este comportamiento es verificable a lo largo de la historia humana. Así se comportó en la Edad Media la peste bubónica. Y así se comportó este mismo flagelo en el puerto mexicano de Mazatlán a principios del siglo XX.
También se sabe que este desarrollo o comportamiento puede prolongarse por mucho tiempo: meses o años. Esto depende de la oportunidad y eficacia de las medidas sanitarias de control y mitigación.
Ante la ausencia, propia de la época, de medidas sanitarias, la peste bubónica medieval duró casi un decenio y mató a alrededor de 17 millones de personas. Pero la dicha epidemia que azotó a Mazatlán sólo duró dos años, merced a la oportunidad y eficacia de las medidas sanitarias adoptadas para combatirla: confinamiento de los contagiados, erradicación de ratas y pulgas, enterramientos adecuados, incineración de enseres personales y domésticos de los fallecidos e, incluso, de viviendas y barrios completos donde ocurrieron los brotes.
Igualmente duró poco tiempo la pandemia de la mal llamada influenza española: algo más de un año entre 1918 y 1919. De modo que es muy probable que la actual pandemia tenga una duración temporal breve: digamos dos años. Y eso, desde luego, si la población atiende las recomendaciones y medidas sanitarias oficiales. De modo que, al menos por  dos años, habrá que mantener y extremar las precauciones ya conocidas: relativo y voluntario confinamiento, uso de mascarillas, distanciamiento físico, más y mejor higiene personal y social. Y menos turismo, espectáculos masivos, restaurantes, bares, cantinas y vida nocturna.
Porque una cosa es la necesidad de salir a trabajar para obtener ingresos y otra, muy distinta, poner es riesgo la vida propia y la de los demás por divertimiento, aburrimiento, simple ocio o frivolidad.
Como bien se sabe, la economía es circular. Lo que no se gaste en turismo, diversiones y lujos se gastará en otros rubros. Y los empleos que se pierdan en esos sectores se crearán en otros. Así que no es tan difícil conciliar el combate a la pandemia de covid-19 con la preservación de empleo y producción.


Empresarios de Zona Rosa harán mejoras en sus negocios para impulsar el turismo rumbo al Mundial de Futbol 2026

Carlos Villalobos, Presidente de la Asociación por el México que Deseamos A.C. indicó que los alcances de las mesas de diálogo con las autoridades involucradas permitirán recuperar este importante espacio cultural y turístico

Artículos relacionados