MIGUEL ÁNGEL FERRER
Estados Unidos tiene una población de 330 millones de personas. México tiene 125 millones de habitantes. Así que la población de EU es 2.64 veces la de México. Con base en esa proporción, en EU tendría que haber 2.64 veces más fallecimientos por Covid-19 que en México.
Como en el país azteca los fallecimientos por esta patología suman (hasta el jueves 7 de mayo) 2,961, en la Unión Americana las muertes por coronavirus deberían ser 7,817 (2,961x 2.64). Pero ocurre que en la tierra de Trump los decesos alcanzan la cifra de 77,185, es decir, 26 veces más.
Dicho en números redondos, en lugar de tres veces más muertes que en México, en EU hay 30 veces más decesos que en tierra mexicana. Expresado de otro modo, por cada muerte en México hay 30 muertes en Estados Unidos. ¿Por qué será?
El caso de España es más o menos igual. Con la tercera parte de la población mexicana, debería tener un tercio de los muertos de México, es decir, mil fallecimientos. Pero tiene 26 mil, es decir 26 veces más. ¿Por qué?
Indudablemente la explicación se encuentra en la gestión de la pandemia, es decir, en la respuesta de cada uno de los tres gobiernos. Esto significa que la gestión de la pandemia ha sido mucho mejor, mucho más eficiente en México que en Estados Unidos y en España.
Frente a estas simples comparaciones es notoria la injusticia y la perversidad de las críticas del conservadurismo mexicano a la gestión de la pandemia por cuenta del gobierno de López Obrador. ¿Qué dirían los conservadores si en México en este momento en vez de contabilizar tres mil muertes se estuvieran contabilizando 90 mil?
Pero los conservadores no buscan entender ni explicar. La oposición sólo pretende golpear. Carentes de figuras y de organizaciones políticas capaces de enfrentar y vencer electoralmente al obradorismo, no les queda más recurso que intentar la desestabilización del gobierno obradorista.
Esto, sin embargo, se antoja imposible. No existe el clima social de descontento que pudiera ser la base para un intento de golpe de Estado. O de una numerosa movilización popular opositora. Al contrario: López Obrador mantiene un respaldo de alrededor del 70 por ciento de la población. Y la eficiente gestión de la pandemia sin duda ha incrementado y está incrementando ese respaldo ciudadano.
Y la pandemia no será eterna. Se acerca ya a su fin el llamado ciclo epidémico. Y muy pronto desaparecerá este ruin pretexto para trabajar en la siempre fallida desestabilización del gobierno obradorista.