TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.- En torno al caso de los vendedores de pollo secuestrado en Toluca, los dueños de los rastros en el Estado de México acusaron extorsiones de hasta 30 mil pesos, impuestas por el crimen organizado.
El secuestro se llevó a cabo a las 5:15 del viernes 22 de diciembre, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en una bodega en la que trabajaban ocho polleros, quienes no opusieron resistencia ante el ataque.
Una camioneta blanca llegó un minuto después a la bodega y cuarto de los polleros fueron obligados a subir al vehículo con las manos en la cabeza, mientras aún vestían mandiles y botas de trabajo.
El secuestro de los cuatro vendedores de pollo fue registrado en video por una cámara de seguridad de la bodega en la que se cometieron los actos.
Tras el secuestro de cuatro vendedores de pollo en Toluca, algunos de los vendedores explicaron cómo es el modus operandi de las extorsiones llevadas a cabo por el crimen organizado.
Un comerciante que ofreció su testimonio para Milenio explicó que los extorsionadores pasan a los establecimientos, dejan una tarjeta para que las víctimas se comuniquen a un número telefónico.
Al marcar, se les explica dónde se tiene que comprar la mercancía para después venderla a un precio que también es establecido por el crimen organizado.
“Nomás pasaron en una moto dos chavos y me dieron una tarjeta. Me dijeron: Toma, para que hagas tu pedido. Nos tienes que decir un día antes qué es lo que vas a querer, cuántas piezas vas a querer para repartírtelas al otro día”
En otros casos, el crimen organizado obliga a los establecimientos a vender 20 pesos más caro el kilo de pollo o a cerrar los negocios en caso de que los dueños se opongan.
De acuerdo con Reeforma, las cuotas llegan a ser de 30 mil pesos y son impuestas por La Familia Michoacana.
AM.MX/fm