jueves, marzo 28, 2024

Disipadores sísmicos, desarrollo politécnico para el beneficio de todos

CIUDAD DE MÉXICO, 24 de enero (AlMomentoMX).- A pesar de que México es un país con una actividad sísmica muy elevada, sus construcciones cuentan con especificaciones que no toman mucho en cuenta este factor impredecible, ante los acontecimientos surgidos en septiembre de 2017, un estudiante de ingeniería civil del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrolla disipadores sísmicos, con el objetivo de contribuir a asegurar la resistencia de las construcciones en el país.

Carlos Hugo Delgado Rodríguez es estudiante de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Zacatenco, quien por ahora desarrolla su tesis sobre el tema de los disipadores sísmicos, pues él considera que esta tecnología debería implementarse urgentemente en la mayoría de las  construcciones que lo ameriten.

Esta tecnología se fabrica, en su mayoría, en Italia, India, Estados Unidos, China, Nueva Zelanda y Japón, ante este panorama, Delgado Rodríguez se dio a la tarea de desarrollar el concepto de la empresa InnovaSismo, con la cual busca crear estos dispositivos y reducir los riesgos y daño de personas y estructuras.

Con InnovaSismo realiza los análisis y cálculos necesarios para diseñar y proponer el disipador sísmico más adecuado, como el construido con centro de plomo, el tipo Péndulo, o bien, el amortiguador viscoelástico, ya que se requiere de uno específico de acuerdo al tipo de construcción o bien pueden ser combinados.

“Los aisladores con centro de plomo (llamados tipo LRB) están constituidos por placas de acero y placas de neopreno o hule natural alternadas, vulcanizadas y con un centro de plomo que se caracteriza por tener un comportamiento elástico e inelástico, el cual permite la realización de un proceso conocido como ciclo histerético que ayuda a disipar la energía del terremoto”, dijo.

El estudiante politécnico precisó que estos se colocan en sitios estratégicos (generalmente la base), de manera que brindan una mayor flexibilidad y resistencia, lo cual impide que se produzca resonancia y así se evitan daños severos o el colapso de la edificación, al disipar en forma de calor la energía del sismo.

“Así estos sistemas logran mejorar la respuesta y al mismo tiempo se efectúa la disipación de energía, además de incrementar el amortiguamiento, con lo que es posible reducir las deformaciones y las aceleraciones en las estructuras”, resaltó.

El ingeniero de la ESIA agregó que con el apoyo de su padre y en alianza con algunas empresas, ya han comercializado estos disipadores sísmicos, por lo que existen en la Ciudad de México algunos edificios que los utilizan y que mostraron una respuesta adecuada durante los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado.

AMN.MX/kica

Artículos relacionados