viernes, marzo 29, 2024

DIARIO EJECUTIVO: Proceso es más que una revista

Roberto Fuentes Vivar
Caso María Scherer y Loret de Mola
T-MEC, Landau, Famsa, FEMSA, Conapred

Una de las noticias mediáticas más comentadas de la semana pasada fue la incorporación de María Scherer Ibarra, accionista mayoritaria de la Revista Proceso, a las filas de LatinUs, el proyecto que encabeza Carlos Loret de Mola y que presumiblemente (según algunas investigaciones) es financiado por personajes del Partido de la Revolución Democrática, concretamente por Miguel Alonso Olamendi, hijo de Miguel Alonso Raya, quien sustituyó (en su momento) a Silvano Aureoles como coordinador del PRD en la Cámara de Diputados.

No es la primera vez que la hija de Don Julio Scherer es fichada (utilizo esa palabra porque así se cabeceó la nota en varios portales) por un medio ajeno a Proceso. Ya desde hace tiempo fue contratada como colaboradora y conductora en El Financiero. Tampoco es la primera vez que se especula sobre la posibilidad de un cambio en la línea editorial de Proceso.

Recuerdo que en noviembre de 2018, poco antes de que tomara posesión Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, defendí a la revista por mostrar su distancia con el poder político (https://almomento.mx/diario-ejecutivo-proceso-y-el-periodismo-en-blanco-y-negro/), aunque critiqué la falta de rigor en su encabezado principal: “AMLO se aísla/el FANTASMA del Fracaso”.

En esa ocasión, que coincidía con el aniversario 42 de la revista, expliqué que me era imposible ser imparcial sobre Proceso por la cercanía que tuve con el maestro Scherer, en su salida de Excélsior y en los inicios de la revista (el propio Don Julio -ya para entonces mi gurú en materia de periodismo- me recomendó continuar en El Heraldo de México, pues la plana mayor de ese diario se había incorporado al Excélsior de Regino Díaz Redondo y existía una coyuntura para aprender más en el diario de los Alarcón. Le hice caso y un año después me integraba ala equipo fundador de UnoMásUno) y redacté un largo artículo sobre la tesis de que el periodismo no podía escribirse en blanco y negro.

Poco más de un año después de esa edición (que puede considerarse histórica), en enero de 2020, renunció el director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, oficialmente para jubilares como lo habían hecho en 1996 Don Julio, mi otro maestro (él sí formalmente en la escuela de periodismo Carlos Septién García) Vicente Leñero y Enrique Maza.

Rodríguez Castañeda enfrentó al inicio varios problemas, sobre todo financieros, después de los tres años de una dirección colectiva en la que participaron Rafael Rodríguez Castañeda, Carlos Marín, Froylán López Narváez, Francisco Ortiz Pinchetti, Carlos Puig y Gerardo Galarza. Sin embargo, la dupla Scherer-Leñero estuvo atrás para apoyarlo, pues seguían participando en el Consejo de Administración, hasta que fallecieron: Leñero a finales de 2014 y Scherer a principios de 2015).

Ya como exdirector, Rodríguez Castañeda dejo muy en claro su visión del periodismo, al hacer una crítica puntual sobre el reportaje que publicó The New York Times sobre el presunto ocultamiento de cifras por el coronavirus en México. Ahí demostró lo que debe ser el periodismo a secas y sin banderas.

Tras la salida de Rafael Rodríguez Castañeda, asumió la dirección de la Revista Jorge Carrasco (mi vecino de aula en la escuela Carlos Septién García, cuando él daba la clase de periodismo político y yo de periodismo económico, a los alumnos casi por egresar), en febrero de este año.

Este nombramiento se dio un año después de que Julio Scherer Ibarra renunció a la propiedad de sus acciones en Proceso, el 11 de enero de 2019, para no entrar en conflicto de intereses tras haber sido designado consejero jurídico de la Presidencia de la República, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. María Scherer se quedó como la heredera de Don Julio en la revista.

Todo este recuento histórico viene a cuento por la designación de María Scherer como integrante del equipo de Carlos Loret de Mola (la cabeza periodística visible del proyecto LatinUs, junto con Víctor Trujillo “Brozo”). No tengo ni la más remota idea de qué hubiera pensado mi maestro Don Julio de esa especie de asociación (como muchos la han interpretado), es más ni siquiera sé si es una asociación o simplemente un contrato laboral.

Lo cierto es que Don Julio y también mi maestro Leñero pudieron haber tenido espacios estelares en cualquiera de los grandes medios nacionales e internacionales, pero nunca lo hicieron por el amor a Proceso y al periodismo a secas.

Don Julio, Leñero y Rodríguez Castañeda tuvieron algo en común: nunca aplaudieron y se mantuvieron distantes del poder político y del poder económico. No hicieron de Proceso, como piensan algunos, periodismo de oposición, pero sí promovieron un periodismo crítico a todos los poderes, incluyendo a los fácticos, como el empresariado.

 

Periodismo a secas y sin adjetivos

 

La llegada de María Scherer a LatinUs -al igual que su contratación en El Financiero actual- muestra, sí, un alejamiento del poder político, pero también una cercanía como la que nunca tuvieron su padre y el maestro Leñero, con el poder económico y con un periodismo de blanco y negro, en el cual se olvida el periodismo a secas, para caer en una oposición por sistema.

En su edición de esta semana Proceso incluye (o no incluye, a veces el silencio dice algo que no se quiere decir) un amplio reportaje (quizá el tercero en importancia), titulado “Errores y Omisiones en Leyes y Proyectos de AMLO”, en el cual se critica concretamente al área jurídica de la presidencia de la República, precisamente coordinada por Julio Scherer Ibarra, pero no publica línea alguna sobre la participación de su propietaria en el proyecto de Carlos Loret de Mola.

Conociendo a Don Julio seguramente hubiera estado de acuerdo en señalar errores de su propio hijo, en aras del periodismo. Sin embargo, creo que no hubiera publicado un reportaje sin conocer la opinión de la contraparte, es decir del propio consejero jurídico de la Presidencia de la República.

De acuerdo con el propio Julio Scherer Ibarra y su hermana, ahora accionista mayoritaria de Proceso, el Consejo de Administración no interviene en la política editorial de la revista. Lamentablemente, existe la percepción (en una parte de la sociedad) de que sí hay injerencia, sobre todo del esposo de María, Ignacio Zavala, quien es considerado el principal gurú de la comunicación de varias corrientes panistas y es muy cercano al expresidente Felipe Calderón.

En noviembre de 2018 defendí a Proceso por haber marcado su distancia con el Poder Político, encabezado por el presidente electo en ese momento, Andrés Manuel López Obrador, basándome sobre todo el amor a la revista (de la cual pude haber sido reportero fundador y en algunos momentos fui colaborador cuando estaba bajo la batuta de dupla Scherer-Leñero) y en el amor al periodismo, al periodismo a secas y sin calificativos.

Hoy, al igual que muchos millones de mexicanos, manifiesto abiertamente mi temor de que Proceso abandone el periodismo a secas para iniciar una época de periodismo en blanco y negro y que –a diferencia de la independencia que mantuvo históricamente- se convierta en un aliado del Poder Económico (y de los poderes fácticos) para atacar al Poder Ejecutivo y a toda la IV Transformación, sin darles el beneficio de la duda.

Mi esperanza es que muchos de los reporteros jóvenes (como Mathieu Tourliere, Juan Carlos Vargas, Juan Omar Fierro, Patricia Dávila) y otros ya experimentados (como Álvaro Delgado, Pepe Gil, Alejandro Caballero y el propio director Jorge Carrasco) honren la memoria de Don Julio y del maestro Leñero y hagan periodismo a secas, sin caer en la práctica facilona de muchos medios de aliarse, sin crítica alguna, al poder económico para golpetear sin razón al grupo en el Poder Político.

Dice el filósofo del metro: Proceso debe ser un ejemplo, más que una simple revista.

 

Tianguis

 

Esta semana entra en vigor el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (el famoso T-MEC) y precisamente en medio de una pandemia, por lo que podría decirse que es el primer acuerdo de la nueva era que habrá de iniciarse en el mundo, luego de que todo el planeta inicie su fase de normalización. Por eso es el acuerdo que podría marcar una pauta en la economía global para el futuro, siempre y cuando los tres países (principalmente Estados Unidos, que es el socio más poderoso en materia económica) estén conscientes de que muchas de las normas pueden cambiar en el planeta  y tendremos que adecuarnos a un nuevo mundo que comenzará a gestarse en los próximos años. Por lo pronto, estamos a nivel planetario en un momento crucial, con la mayor recesión de la historia contemporánea y ante una incertidumbre global por el futuro. Por ello hay que preguntarnos si realmente es el momento más adecuado para comenzar un nuevo tratado con nuevas reglas que probablemente envejezcan prematuramente…  Sobre este tratado, TallentiaMX, que dirige Elías Micha, recuerda que el intercambio comercial con los vecinos de América del Norte ha caído casi 45 por ciento y por eso considera que, aunque el panorama sea incierto, este acuerdo ayudará a la recuperación post Covid-19 y al fortalecimiento de la economía y de los derechos de los trabajadores. Señala que uno de los elementos claves de este proceso será la subcontratación responsable y profesional que puede contribuir a intensificar cadenas productivas internacionales de la región, a realizar contrataciones formales y a introducir todas las innovaciones necesarias para poder colaborar de forma adecuada con Canadá y Estados Unidos…  Por cierto que precisamente con miras a la entrada en vigor del T-MEC, el embajador estadounidense tuvo que aclarar unas declaraciones, debido a que muchos medios tomaron palabras suyas como un ataque al presidente Andrés Manuel López Obrador. En los medios apareció concretamente que él decía que “no es el momento de invertir en México”. En las redes sociales, Christopher Landau, aclaró su comentario en una reunión con la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin). “Eso no lo dije. Lo que dije es que los inversionistas buscan la certidumbre, y que no hay nada peor que cambiar las reglas del juego”,  escribió en twitter… El viernes, el INEGI dio a conocer la información oportuna de comercio exterior correspondiente a mayo, en la cual se registra un déficit comercial de tres mil 523 millones de dólares, saldo que se compara con el superávit de casi mil millones de dólares obtenido en igual mes de 2019. En los primeros cinco meses de este año, la balanza comercial presentó un déficit de dos mil 888 millones de dólares. ¿Qué indican estas cifras? Concretamente dos cosas: una, que la pandemia del Coronavirus ha sepultado (ojalá y solo sea temporalmente) una política iniciada por la IV Transformación para mantener un superávit en nuestra balanza comercial. La otra es que muestra la grave situación de vulnerabilidad en la que se encuentra México en materia de comercio exterior, ante el inicio de operaciones del tratado trilateral, sobre todo porque tenemos que importar muchos de los productos de consumo, intermedios y de capital que necesitamos para subsistir en medio de una pandemia…. También el viernes, Grupo Famsa (Fabricantes Muebleros) pidió protección contra acreedores al amparo de la ley de quiebra de Estados Unidos, con el fin de reestructurar su deuda. Concretamente presentó una solicitud bajo el Capítulo 11 del Código de bancarrota de Estados Unidos, en el Distrito Sur de Nueva York, a fin de obtener la autorización para reestructurar su deuda en bonos. La empresa dio a conocer que recibió el apoyo de los tenedores de papeles… Grupo FEMSA (Fomento Económico Mexicano) colocó 700 millones de dólares en bono senior en dólares con vencimiento en 2050. En un comunicado a la bolsa mexicano dijo que la colocación había sido exitosa y que esta emisión es adicional a los mil 500 millones de dólares emitidos el 16 de enero y a los 300 millones de dólares del 12 de febrero. Los recursos obtenidos serán utilizados para propósitos corporativos en general… Miles de mujeres agrupadas en la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas (ANPMI)  en alianza con la Colectiva de Mujeres Afro mexicanas en Movimiento (Muafro) se pronunciaron por la indígena oaxaqueña Zenaida Pérez para presidir el Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred). Son varias las muestras de apoyo que ha recibido Zenaida, quien es coordinadora del Programa de Mujeres Indígenas del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir y consejera del Instituto Mexicano de la Radio (IMER).

 

filosofodelmetro@yahoo.com.mx

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