Alberto MONTOYA
Omar García Harfuch ya no la tiene tan fácil.
Lo que parecía un día de campo para el secretario de Seguridad capitalino en su búsqueda de la candidatura de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al gobierno de la Ciudad de México, ya no lo es.
Clara Brugada Molina, la tramposa alcaldesa con licencia de Iztapalapa que se hizo del cargo en 2009 utilizando a Rafael Acosta Juanito, y favorita de Andrés Manuel López Obrador, ha tomado fuerza.
Ciertamente, el ex jefe de la policía capitalina se mantiene arriba en las preferencias, pero los números han comenzado a emparejarse, porque se ha desatado una campaña en su contra.
Su denso pasado familiar -es hijo de Javier García Paniagua y la actriz María Sorté y nieto de Marcelino García Barragán– y sus nexos con el caso Ayotzinapa confirmados por el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, encendieron las luces de alerta en Palacio Nacional, de donde salió la orden de respaldar a Brugada Molina.
Y de ahí la campaña negra en contra del heredero de uno de los apellidos más polémicos en la política mexicana.
Su abuelo era secretario de la Defensa en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y la matanza de estudiantes de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.
Por eso se publicó el desplegado ayer en La Jornada, firmado por Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo, Juan Villoro y John Ackerman, además de investigadores y activistas.
Andrés Manuel no quería a García Harfuch, apoyado por Claudia Sheinbaum Pardo, pero cuando ésta fue ungida por el dedo del Mesías como candidata presidencial de Morena –eso es, que no lo engañen- pidió derecho de elección para que su ex jefe de la policía fuera el candidato.
López Obrador accedió, pero la información de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los nexos de García Harfuch con Genaro García Luna y el gobierno de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), revivieron esa reticencia.
Luego vino la exigencia del Instituto Nacional Electoral (INE), para la equidad de género y que de las ocho gubernaturas que estarán en juego, además del gobierno de la CDMX, cinco sean para mujeres y cuatro para hombres.
Esa fue la puntilla.
Además, hay que recordar el número de votos que significa Iztapalapa que López Obrador no quiere perder en la elección presidencial de 2024 y que, mañosamente, Brugada Molina promete sumar a Claudia Sheinbaum en las urnas.
Son al menos 550 mil votos los que, dice la actual alcaldesa con licencia, podrían perderse en caso de que no sea ella la candidata al gobierno de la ciudad.
Por si fuera poco, ayer se conoció que además de ambos y de Hugo López-Gatell Ramírez, ex subsecretario de Salud y zar federal anticovid- se sumarán a la lista final de competidores Mario Delgado, líder nacional morenista, y hasta Miguel Torruco Garza, hijo del secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués.
Así que el panorama, reitero, para el ex secretario de Seguridad de la capital del país no es nada fácil a unas horas de que se conozcan internamente los nombres de los candidatos que califican para la encuesta final.
No será un picnic, como se creyó.
Así está el panorama,
La distinción de AMLO a Cienfuegos
Salvador Cienfuegos puede estar tranquilo: no será molestado mientras López Obrador sea el presidente de México.
Después, quién sabe.
López Obrador condecoró al ex jefe del Ejército de 2012 a 2018, Salvador Cienfuegos, detenido en 2020 por Estados Unidos porque laya Akujanrgencia Antidrogas (DEA) lo acusó de narcotráfico. Jamás se comprobó su inocencia, pero, para tampoco su culpabilidad.
Vámonos:
Extraordinario plan de Herdez.
Se trata de tener un huerto en casa.
La etiqueta trae semillas para sembrarlas.
Aplauso!