LERMA. – Con el objetivo de construir un “nuevo Campeche” con zonas inmobiliarias exclusivas a la orilla de la playa, desde 2008 un grupo de políticos y empresarios de las altas esferas estatales y nacionales cometieron el mayor robo de tierras contra un solo pueblo de la entidad, al despojar al ejido de Lerma de más del 90 por ciento de sus parcelas mediante engaños, compra de voluntades y falsificación de firmas.
De acuerdo con Sol Campeche, el robo cometido por esta mafia agraria ha sido documentado por el ejidatario Pedro Celestino May Can, quien a lo largo de 13 años ha entablado seis juicios para que se le respeten sus parcelas y para recuperar parte de lo que fue acaparado por potentados, pues afirma que un pueblo sin tierras es un pueblo inexistente.
En enero de 2008 llegó un grupo de empresarios al poblado de Lerma con promesas de parcelar las tierras comunales, mediante el reparto de unos cuantos pesos y promesas de pagos de cientos de miles, embaucaron a parte de los 172 ejidatarios originales, muchos de ellos personas de la tercera edad que no sabían leer o escribir, y que por sus necesidades inmediatas aceptaron en ese momento las mentiras que les fueron presentadas.
Entre las “destacadas” figuras de la alta sociedad campechana se encontraba el difunto político panista Juan Camilo Mouriño, así como su padre, Carlos Mouriño Atanes, extranjero dueño del Grupo Energético del Sureste (GES); además de autoridades del Tribunal Agrario como Juan José Pérez Palma, y del Registro Agrario Nacional (RAN), Antonino Almazán Arteaga; más tarde también entraría al negocio el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, todos ellos operaron a través de prestanombres para embaucar a los ejidatarios y obtener las mejores tierras frente a la playa de la Bahía de Campeche.
La promesa inicial hecha a los pobladores era que les realizarían el parcelamiento de sus propiedades con lo cual obtendrían títulos de propiedad y supuesta certeza jurídica, pero a cambio debían entregar un porcentaje de las hectáreas que les correspondían, las cuales se ubicaban en la costa. No obstante, al ser la tierra ejidal una propiedad indivisible, fueron timados y despojados de la totalidad de su propiedad.
HISTORIA DEL DESPOJO
Pedro May narró a Sol Campeche que a principios del 2008 fueron las primeras reuniones, el encargado de hacer la labor de convencimiento fue el topógrafo Miguel Velázquez Nievas, quien trabajaba para el ex delegado del RAN en Yucatán, Antonino Almazán Arteaga, a través de su empresa ICAI Regularizaciones S.A. de C.V.
El primer movimiento fue comprar a los líderes ejidales, quienes plantearon el proyecto en una asamblea realizada el 20 de enero de ese año, pero la mayoría de los presentes estuvo en desacuerdo y abandonaron la reunión, pese a lo cual se firmó un primer contrato con sólo 14 ejidatarios.
Posteriormente, los inconformes fueron citados a las oficinas del Partido Acción Nacional (PAN) en Campeche, donde salieron a relucir los verdaderos artífices de este despojo: Juan Camilo Mouriño Terrazo y el magistrado del Tribunal Agrario, Juan José Pérez Palma, además de los operadores Miguel Velázquez, Santa Bartola Acula y un personaje llamado Moisés Mansur Cysneiros, quien más tarde revelaría ser prestanombres de Javier Duarte.
En esa ocasión les ofrecieron 300 mil pesos y camionetas de lujo a 20 ejidatarios que se mantenían firmes en rechazar el contrato, con esta propuesta la mayoría aceptó dar su apoyo en una asamblea de mayoría calificada donde sería ratificado el documento.
Tras esto, los pobladores fueron despojados, puesto que uno a uno quedaron sin propiedad en el ejido, mientras que los empresarios, políticos y funcionarios agrarios pasaron a ser posesionarios de las tierras y más tarde se hicieron ejidatarios, aunque esto era una maniobra disfrazada de legal, pues había ocurrido mediante la corrupción y el engaño.
Originalmente, el ejido Lerma contaba con 10 mil 700 hectáreas cerca de Campeche y Seybaplaya, pero poco a poco la mafia agraria se apoderó del 90 por ciento de estas tierras, 9 mil 685 hectárea, entre las que se encontraban 100 h donde posteriormente sería construido el exclusivo desarrollo inmobiliario Campeche Country Club.
Al resto de los 172 ejidatarios les habían ofrecido comprar sus tierras a 230 mil pesos, pero al paso de los meses sólo les abrieron cuentas bancarias donde a veces sí a veces no les era depositada una mínima parte, y que finalmente ni siquiera se cumplió con la totalidad del pago.
May Can se mantuvo firme en rechazar el pacto, por lo que se quedó solo en un principio, sus demás compañeros habían aceptado y con ello condenaban a Lerma a su desaparición como pueblo, ya que pasaba a formar parte de grandes potentados.
VAN SEIS JUICIOS
En la batalla para recuperar los terrenos perdidos sólo ha logrado recuperar 630 hectáreas tras varios años en lo que ha entablado seis juicios, el primero de ellos fue para demostrar la nulidad del contrato, se llevó tres años pero lo perdió ante el Tribunal Superior de Justicia (TSA) puesto que sí existían las firmas de los ejidatarios, pese a que promovió un amparo todo esto se vino abajo.
No obstante, fue ahí donde se percató que existían firmas de personas muertas, e inició con lo que él llama el “juicio de los muertos” ante la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
Agentes ministeriales federales fueron hasta Lerma para ver las bóvedas y las fechas de los decesos para contrastarlo con los nombres, pero tras dos años se declararon incompetentes al no contar con especialistas que realizaran las pruebas de validación a las rúbricas.
Asimismo, inició un juicio más por despojo, pero no avanzó ya que eran tiempos de campaña cuando el entonces candidato Alejandro Moreno Cárdenas lo buscó para que desistiera, al no aceptar el pacto, quienes ya se habían apoderado del ejido le voltearon la situación y entonces él mismo fue acusado de despojo de sus propias tierras.
Pasó un tiempo en el Centro de Reinserción Social de Kobén, seis meses en total, pero fue liberado y puesto bajo custodia domiciliaria hasta 2019.
Fue hasta finales del 2020, más de 10 años después, cuando lograron recuperar 630 hectáreas, y actualmente mantiene otro juicio para reincorporar 9 mil 685 hectáreas donde está incluidas las 100 hectáreas que forman parte del Campeche Country Club.
RECUPERAR LA TIERRA
El expediente 11/2021 ante el Tribunal Unitario Agrario distrito 50, es el más reciente de los juicios por la recuperación de la tierra, entablado por Pedro Celestino May Can contra la Asamblea Ejidal, además de Miguel Velázquez Nieva, Cruz García Ramírez, Moisés Mansur Cysneiros, Santa Bartola Acuña, y otros prestanombres y apoderados de Carlos Mouriño.
Sin embargo, los implicados estaban citados para el pasado 20 de mayo y no se presentaron, por lo que ahora deberán ser emplazados por medio de edictos, de no presentarse en la próxima fecha las más de 9 mil hectáreas pueden volver a ser parte del pueblo de Lerma.
Celestino May afirma que no se presentarán, pues varios de los citados cuentan con orden de aprehensión. Pero llegar hasta este punto, no ha sido fácil, además del encarcelamiento, Pedro también ha sufrido amenazas y un levantón e intento de ejecución que lo dejó postrado a una silla de ruedas al causarle una fractura en la columna vertebral.
AM.MX/fm