Soy mexicana, he vivido toda mi vida en este país, sin embargo, el terrible fenómeno de la violencia feminicida me sobrecoge una vez más.
En México las autoridades esconden feminicidios al clasificarlos como “homicidios dolosos”. Aunque desde 2015 la Suprema Corte de Justicia dictó la obligatoriedad de investigar y juzgar con perspectiva de género, como feminicidios, los crímenes violentos contra mujeres, esto en la práctica apenas sucede.
En este sentido, en 2021 se registraron 2,783 homicidios dolosos contra mujeres. Si los sumamos a los feminicidios, tenemos una cifra de 3,723 mujeres asesinadas: ¡10 al día!, en promedio.
En México existe la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia desde 2007, pero las autoridades no la toman en serio. Además tenemos un presidente que niega, minimiza y desdeña constantemente el problema, una posición que violenta aún más a las mujeres por venir de parte del jefe de Estado y que manda un mensaje de impunidad absolutamente ofensivo.
Otra clave en la lucha en contra de la violencia es la formación, coordinación y eficacia en las instituciones. Aunque en México existen organismos como la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas, los Centros de Justicia para las Mujeres, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres o el Instituto Nacional de las Mujeres, son laberintos opacos, y muchos de sus funcionarios no están capacitados para otorgar justicia a las mujeres.
Con esta estrategia, México no va a lograr erradicar las muertes violentas en contra de las mujeres, en lo que va del año se han registrado ¡dos mil 847 asesinatos violentos en contra del sexo femenino!, de los cuales solamente 711 han sido tipificados como feminicidios. El terrorífico patrón en la mayoría de estos casos implica la desaparición de una mujer y posteriormente su aparición sin vida.
Las autoridades no han reaccionado, pues además de las fallas en las diligencias, no se ha respetado el debido proceso. Las fiscalías adelantan detalles sobre las investigaciones sin que estas se hayan terminado.
Entonces, los casos de Ariadna Fernanda y de Lidia Gabriela, hoy en la mira, en un principio se informó que habían subido a taxis antes de que fueran encontradas sin vida.
La declaración del fiscal de Morelos, quien dijo que Ariadna había muerto debido a una broncoaspiración ligada al consumo de bebidas alcohólicas, fue absurda, debido a las condiciones en las que se encontró a la joven y a las posteriores afirmaciones de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. A esto se sumó que la necropsia realizada por la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, la cual hizo un peritaje más profundo que permitió aclarar que la joven murió a causa de varias lesiones.
¡La autoridad debe tener sigilo en una investigación!
Los peritajes deben tener sustento científico y no estar basados en conjeturas como las que se realizaron en Morelos. Este tema es un pendiente en todo el país, ahí está el caso de Debanhi Escobar, en el cual se plantearon autopsias que marcaron elementos completamente diferentes.
Sobre el caso de Lidia Gabriela, la Alerta de Género que se implementó en la Ciudad de México obliga a que las autoridades brinden protocolos de precaución en distintos rubros, dentro de las cuales debe fijarse en la movilidad para las mujeres: ¡Los taxis se han convertido un riesgo en la ciudad!
Se debe investigar para determinar cómo fueron los últimos minutos en la vida de Ariadna y además se deben vigilar los modelos de seguridad.
Las autoridades deben investigar cualquier muerte violenta como un feminicidio, pero las mismas no están realizando su trabajo de manera adecuada, sin respeto a su protocolo y además revictimizando a las fallecidas.
La justicia está declaradamente incompetente para garantizar la seguridad y la vida de las mujeres… y eso es lo que da miedo, todos tenemos una madre, hermanas, primas, sobrinas, no es posible que en pleno 2022 tengamos que vivir preocupadas hasta por la simple acción de tomar un taxi, cuando lo que la sociedad debería brindarnos es seguridad y bienestar.
Con este escrito levanto la voz tan alto como puedo, exijo la seguridad de cada una de las mexicanas y la justicia para todas aquellas que ya no están.
Aletia Molina
@AletiaMolina