sábado, abril 20, 2024

#DESDELABARRERA: Perseguir un bien común: la defensa de la vida

AletiaMolina

A medida que los casos de ómicron aumentan rápidamente, se plantean preguntas urgentes sobre la agresividad con la que debemos responder. En un extremo están las reacciones como la de los Países Bajos, que han pasado a un confinamiento total para frenar la propagación de la variante. Otra posibilidad, hasta ahora la más habitual en muchas partes de Estados Unidos, es simplemente no hacer mucho, ya sea por la fatiga de la pandemia o por la incertidumbre sobre el mejor enfoque.

Pero el repentino aumento de los casos ha dado un nuevo impulso a quienes creen que ha llegado el momento de normalizar el Covid-19, tratándolo como si fuera un resfriado o una gripe, y simplemente seguir con la vida. Los defensores de este enfoque tienden a creer que los casos de ómicron son más leves, una hipótesis posible pero no confirmada.

La pandemia por covid-19, ha generado diversos cambios en el desarrollo de la sociedad no solo en el área de salud, sino en los diferentes sectores económico, político, social, educación, entre otros. Derivado de la contingencia sanitaria en el mes de marzo del 2020, se tuvo la necesidad de suspender todas las actividades en donde hubiera concentración de gente, lo que obligó a muchas personas a permanecer en el hogar.

Fueron varios meses en los que por el confinamiento social, las actividades económicas, redujeron su actividad, generando una serie de cambios y afectaciones, una de ellas en el sector automotriz, en donde el mayor impacto fue en el desabasto de materiales, principalmente en los chips, lo que generó una disminución en la producción.

El sector comercio, aunque algunos giros permanecieron activos por ser considerados como esenciales, hubo otros que se vieron obligados a cerrar por algunos meses, sin embargo, hubo otros que tuvieron que cerrar de manera definitiva. Las actividades recreativas, deportivas y culturales, al igual que los antros y centros nocturnos fueron también suspendidas, mientras que en el caso de los restaurantes se mantuvieron abiertos con algunas restricciones sanitarias.

El retorno a las diferentes actividades sociales y económicas, ha traído cambios importantes y de relevancia para la comunidad, tratando de adaptarnos bajo este nuevo esquema de la “nueva modalidad”…

Sin embargo, no hemos llegado a ese punto, este periodo por el que estamos pasando, es sólo “la transición”, un momento en el que no se puede bajar la guardia hacia ningún lado, todas las medidas debemos mantenerlas y estar alertas…

Sobre el futuro del tratamiento de la enfermedad, es muy probable que sigan apareciendo nuevas variantes debido al funcionamiento propio de los virus, es optimista en cuanto a la posibilidad de encontrar soluciones más rápidas frente a nuevas variantes.

Así pues, para el regreso a la “normalidad”,  aún nos falta un proceso, por lo tanto, debemos seguir tomando las medidas de autocuidado como el uso de la mascarilla, el lavado de manos y la distancia social como norma en el día a día.

La pandemia inevitablemente nos afecta o nos reconfigura. Ninguna crisis o sacudida tiene un significado unívoco por sí misma. El sentido que reciben los acontecimientos, por bruscos que sean, depende de la interpretación que una sociedad hace de ellos. Y esta, a su vez, de la pugna entre explicaciones disponibles.

Tras un acontecimiento de época se abre una intensa lucha discursiva por definir el horizonte de época, por explicarnos qué ha pasado y qué conclusiones sacamos de ello. Hoy en día puede que estemos en ese momento de intensa disputa intelectual y cultural que marque cómo afrontamos el cambio de época.

No podemos dar casi nada por garantizado; de hecho, incluso nuestra propia capacidad para imaginar el futuro está colonizada por una incertidumbre atroz.

El covid-19 nos ha puesto frente al espejo de nuestra fragilidad, de la precariedad de nuestra existencia, en un camino que no es lineal, sino que tiene avances y retrocesos. No es solo gradual, pues experimenta saltos y quiebros.

Es el momento de perseguir un bien común, en este caso, la defensa de la vida.

Por lo pronto, la que aquí escribe, le desea una buena Navidad y salud para 2022.

@AletiaMolina

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