Aletia Molina
Familias que subsistían de todos los oficios, se han quedado sin trabajo y sin comida tras la llegada de la pandemia. Entre decenas de personas hay un común denominador: un gobierno ausente en acciones de emergencia, pues el hambre está ahí, afecta a hijos, madres, padres; la falta de trabajo por el enclaustramiento los deja sin comer días completos y la ayuda no llega.
El gobierno federal se la pasa repitiendo: primero los pobres, primero los pobres, pero cuando vemos la situación: no, no está pasando.
La actuación es cada vez más urgente. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su documento “La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (Covid-19) en México”, concluye en un aumento de la pobreza en sus ingresos hasta del 5%. El impacto económico del COVID-19 resalta que entre 8.9 y 9.8 millones de personas se sumarán a la población con recursos insuficientes para adquirir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos.
Y aunque estos pronunciamientos suenan cada día, todos los días, el gobierno de la cuatroté, no ha dado una sola señal de escuchar la cruda situación que golpea a los mexicanos frente a la crisis que está dejando el Covid…
¿Qué acción ha tomado la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero?, ¿Qué está haciendo la titular del DIF, María del Rocío García Pérez? O la secretaría del Bienestar, en donde la titular, María Luisa Albores, nada dice sobre apoyos. En la república, poco o nada se sabe de los “supedelegados” que no hace mucho tiempo, se presentaban como vicegobernadores.
Todo el entramado institucional está roto, y sus operadores simplemente no hacen nada.
El Presi asegura que la pandemia va a la baja, está perdiendo intensidad y sólo en nueve entidades hay incremento de contagios y exhortó a la gente: Tenemos que recobrar nuestra libertad; salir a la calle si es necesario, y si ahí nos buscamos la vida, pues tenemos que hacerlo, cuidándonos.
¡¡¡Nada es su responsabilidad y le escurre el bulto a los ciudadanos!!!
Por otro lado, López Obrador reiteró su estrategia de paz asegurando que no combatirá a los cárteles con fuerza militar, después de que supuestos sicarios publicaran dos videos haciendo alarde de vehículos blindados, equipo táctico y armas de alto calibre.
Sin embargo, el Ejecutivo está poniendo de ejemplo que estos videos, no constituyen una novedad. Aunque tal demostración sea preocupante.
Más allá de ambos videos, los homicidios en México, alcanzaron un récord en 2019 de más de 32.000 asesinatos…. Pero de eso, el Presi, ni habla, ni ve.
Día a día vemos y leemos que las noticias de pobreza, salud y violencia suelen ocupar una parte importante en cuanto a tiempo y espacio de difusión. Y lo que este gobierno está tratando que veamos, es esta situación como normal… Que llegue el momento en que al escuchar alguna noticia de balaceras, muertes, no nos sorprenda.
Estamos sobreexpuestos y corremos el riesgo de reaccionar de forma incorrecta en lo individual y lo colectivo.
La “normalización” de la violencia, de la pobreza, de la insalubridad, merece más nuestros ojos críticos, nuestras exigencias de mejora. Debe abordarse desde todas sus aristas, pues es la única forma de empezar a generar cambios culturales y sociales en pro de nuestra propia dignidad.
@AletiaMolina