viernes, abril 19, 2024

#DESDELABARRERA: Los LeBarón, pero todos, estamos ante la indefensión

Aletia Molina

Una mesa de desayuno en casa, es una tormenta de gritos y lamentos. “¡No llegó nadie en ocho horas! ¡No se quemó la camioneta, la quemaron! ¡La bebé estuvo siete horas sola, en el carro de Christina!”. Y así un detalle y otros. El papá, un hombre robusto, de voz contundente, insiste: “¡Nadie en ocho horas!” Sobre la mesa hay una foto de Rhonita, de 30 años, con su hija Crystal, de 10. Las dos murieron asesinadas este lunes. Un grupo armado las tiroteó en medio de una carretera y luego, de alguna forma, su vehículo quedó envuelto en llamas. La familia está convencida de que los agresores, después de disparar, les prendieron fuego. A ellas dos, al hijo mayor de Rhonita, Howard, de 12, y a los dos bebés, Titus y Tiana, de apenas siete meses de edad. Sus cadáveres quedaron carbonizados…

Este es el caso de la familia LeBarón, pero pudo esa mesa del comedor, ese padre, ser el mío, el de cualquiera de nosotros, nos encontramos ante la total indefensión, un estado fallido que ya no está en calidad de garantizar la seguridad de nadie.

En el último año, el primero de la “Flamante” #4T, nos hemos enfrentado a hechos atroces, una violencia en escalada, desde aquella terrible fiesta de cumpleaños en Minatitlán el pasado 19 de abril, el incendio en el Bar Caballo Blanco, también en Veracruz, el enfrentamiento en Aguililla, Michoacán; hace pocas semanas el llamado “Culiacanazo”, para esta semana vivir la masacre de una familia indefensa… impacta la manera en que la tragedia corre el riesgo de volverse cotidianidad, impacta que aun haya quien defienda la “estrategia” del actual gobierno, pero también impacta que para el señor Presidente, sea más importante recibir a un beisbolista en Palacio Nacional, que a algún miembro de la familia LeBarón.

A pesar de las promesas del presidente, hay un escaso progreso en la lucha contra las drogas y los cárteles, cuya violencia ha dejado más de 30,000 homicidios desde el inicio de este sexenio, la nueva estrategia simplemente no está dando resultados y nos tiene a todos expuestos.

El caos ha aumentado. López Obrador prometió «comenzar un proceso de paz con las organizaciones del crimen organizado y adoptar modelos de justicia de transición que garantizaran los derechos de las víctimas». Algo que resulta un eslogan izquierdista para la rendición y los cárteles tomaron el mensaje y se fueron a la ofensiva.

Ya no son solo los asesinatos, es la forma. Las sospechas de cómo lo hicieron.

El General Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Sedena, explicó que el ataque está vinculado con disputas entre narcos de La Línea y los Salazar. La madrugada del lunes Los Salazar y sicarios de La Línea se enfrentaron en Agua Prieta. Ante el temor de una venganza, sicarios de la Línea vigilaban la zona entre Janos y Bavispe; ellos serían responsables de atacar a tres las mujeres y 14 niños.

Sin embargo, testimonios de la familia indican que la camioneta fue baleada y luego incendiada deliberadamente.

«Había casquillos en el piso, junto al vehículo, había una chequera de un banco que está más adelante, y ahora sabemos que ellos fueron al vehículo, dispararon más veces, buscaron en el vehículo, le prendieron fuego, y quemaron a todos adentro, vivos», dijeron los LeBarón a la televisora Fox & Friends.

El Presidente no puede controlar la violencia del país, sencillamente es incapaz, el derramamiento de sangre ya alcanzó a bebés y mujeres. ¿Qué sigue? ¿Hasta dónde vamos a aguantar? ¿Qué tanto vamos a soportar?

Aletia Molina
@AletiaMolina1

Artículos relacionados