Mouris Salloum George
Una voz ecuánime y juiciosa desde la cuarta transformación: Las prioridades deben cambiar. Se requieren transiciones en el agua, energía, industria, ciudades, educación, entre otras.
El acento de esa iniciativa lo ha puesto la secretaría mexicana del Medio Ambiente, pero ayer lo subrayó la subsecretaria para Asuntos Ministeriales y del Medio Ambiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado.
El punto a destacar, es que la nueva inversión extranjera debe traer bienestar a las comunidades, ya que gran parte de la oposición a proyectos se debe a que éstos son de alto impacto ambiental y de bajo bienestar para las poblaciones.
No es casual el replanteamiento del imperativo anterior. Ayer mismo, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepa), Alicia Bárcena advirtió que el Covid-19 amenaza a la región con una crisis alimentaria, ahí donde 80 millones de latinoamericanos no tienen acceso a la canasta básica para su subsistencia.
Es previsible la crisis humanitaria en México
A tenor con la funcionaria de la ONU, en la región se extinguirán unos dos millones de empresas, profundizando la escasez de empleo y, por supuesto, de ingreso.
El mensaje, desde luego, llama particularmente a México que, desde hace décadas, arrastra un lastre de más de 70 millones de compatriotas víctimas de la pobreza y la miseria.
Es de desear, que, envueltos en la fatiga informativa por el coronavirus, los conductores del Estado mexicano no pongan oídos sordos a ese clamor que surge de los montes, las hondonadas y las barriadas periféricas de las áreas metropolitanas, anunciando la crisis humanitaria. Vale.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.