Mouris Salloum George*
Dado los impactos externos que desencadena toda elección presidencial en los Estados Unidos (primer martes de noviembre de 2020) y la naturaleza tragicómica del bufón anaranjado Donald Trump, es normal que los medios de comunicación mexicanos sigan al minuto las incidencias de la sucesión presidencial adelantada y reproduzcan al detalle las histéricas ocurrencias del inquilino de la Casa Blanca.
Por supuesto, ha elevado el grado de interés sobre ese proceso el hecho que la Cámara de Representantes se haya pronunciado por el juicio político contra el candidato republicano a un segundo mandato.
Por ver el árbol electoral, sin embargo, se pierde de vista el bosque social estadunidense: En 2019 se registraron 41 matanzas masivas (tipificadas si se cuentan de tres o más víctimas mortales en adelante; para el caso 210) en todo el territorio nacional; todas con armas de fuego. Desde la década de los setenta no se registraba ese record.
No es casual que, desafiando la represión de la fuerza pública, gruesos segmentos de la sociedad norteamericana se hayan sumado al movimiento por el derecho a la vida, exigiendo una regulación más severa del mercado de armas.
Fenómenos anticlimáticos incidirán en las campaña 2020
También resultó insólita en 2019 la prolongada huelga industrial en la General Motors y en algunas cadenas comerciales. En las principales ciudades de los Estados Unidos la resistencia de Washington a asumir acciones contra el cambio climático ha provocado movimientos de desobediencia civil con la participación de más de 250 mil personas en algunos casos y de notables personajes que han sido arrestados por las autoridades locales.
Las asociaciones no gubernamentales que abogan por los derechos de los inmigrantes también ampliaron los alcances de las movilizaciones de protesta contra las políticas pesecutorias de Trump.
Son factores que, de mantenerse activos, según experimentados politólogos, incidirán en la intención del voto de aquí a diez meses.
Fenómenos anticlimáticos algunos de los listados, no son concluyentes, pero para algunos resultan esperanzadores. Leemos, por ejemplo, a David Brooks, corresponsal del diario La Jornada.
Brooks, con tres décadas en el activo periodístico con base en Nueva York, escribe que no llegó a imaginar sobre la perspectiva de la elección presidencial aludiendo los términos neofascismo versus socialismo.
Lo hace hoy analizando la eventualidad de que el socialista democrático Bernie Sanders logre alzarse con la candidatura del Partido Demócrata impulsado por corrientes juveniles emergentes, organizaciones sindicales y otros segmentos liberales de la sociedad norteamericana.
Es cierto que falta mucha agua por correr bajo los puentes, pero soñar no cuesta nada. Por lo pronto, lo que tenemos es el juicio político contra el bufón anaranjado. Lo tendremos en cartelera las próximas semanas. Por hoy, 2019 llega a su fin. Salud.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.