jueves, marzo 28, 2024

DESDE FILOMENO MATA 8: Cuando las mentes brillantes son puestas a prueba

Mouris Salloum George
Parece una ligereza tratar de comparar el territorio nacional con una cancha de básquetbol. No lo es: En este deporte, un diestro y agudo entrenador sabe seleccionar entre los cinco de su escuadra al más apto para controlar los rebotes del esférico y ponerlo en manos del más ágil y efectivo encestador.

El bote es el movimiento de un objeto al chocar contra determinada superficie. El rebote es el efecto para cuyo control se requiere de reflejos instantáneos, casi automáticos, para evitarnos un chipote.

Rebote, es el término que el Banco de México acaba de emplear al pintarnos uno de los cuadros más dramáticos de la situación económica mundial y nacional.

Los tecnócratas quisieron enseñarnos a vivir en la crisis perpetua

En tanto no tocara las variables fundamentales de la macroeconomía, los tecnócratas neoliberales pretendieron que la sociedad mexicana aprendiera a vivir en la crisis perpetua. El ensayo se experimentó con la deuda eterna, referida a la denominada en dólares.

En el cuadro dado a conocer por el banco central en un reporte excepcional, priman dos factores automáticamente conectados: Empleo y PIB.

En lo que corresponde a empleo-subempleo-desempleo los mexicanos ya están curados de espanto. De la Población Económicamente Activa (PEA/ casi 57 millones de individuos), uno de cada dos está ocupado en la economía formal.

No puede venir algo peor.

Otra cosa es el Producto Interno Bruto. Desde la inauguración de la crisis económica en la década de los ochenta, el Estado pasa, cada sexenio, cada ejercicio fiscal, por el suplicio de Sísifo. En medio siglo no ha podido lograr que la roca permanezca en la cima: Siempre rueda por el despeñadero… y vuelta a empezar.

Las gráficas que acompañan los dichos del gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León Carrillo, nos mueven a la vez entre el pesimismo y el optimismo.

En un escenario se ve al PIB contrayéndose en 2020 en 4.6 por ciento con un rebote en 2021 del orden del 4 por ciento. En el segundo, caída de 8.8 por ciento en 2020, con reanimación en un 4.1 por ciento en 2021.

Es hora de que los tanques pensantes de veras piensen

En el tercer escenario el PIB cae 8.3 por ciento en 2020, que se atempera hacia 2021, con una contracción de sólo 0.5 por ciento. Si no hacemos concesiones al tremendismo, podría decirse que desde este piso en el año próximo otro gallo le cantará a los mexicanos. Lo que no se sabe es quién resulta mejor pintado para manejar los rebotes.

Hoy, en San Hipólito, los fieles cuelgan sus milagros de la imagen de San Juditas Tadeo. El secretario de Hacienda, Arturo Herrera no puede hacer lo mismo. Tiene que poner a trabajar a marchas forzadas a su tanque pensante: A quemar materia gris, pero ya.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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