BARCELONA, ESPAÑA.- Un equipo español ha logrado un avance crucial en la detección temprana del Alzheimer mediante el desarrollo del primer biomarcador en sangre con capacidad pronóstica. La spin-off ADmit Therapeutics, surgida del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), ha creado el test ‘Map-AD’, capaz de anticipar qué pacientes con deterioro cognitivo leve progresarán hacia la demencia de Alzheimer y cuáles mantendrán una condición estable, según informa Bellvitge en un comunicado publicado en mayo de 2025.
De acuerdo con El Progreso de Lugo, este innovador sistema diagnóstico ha sido desarrollado con la coordinación clínica del Hospital de Bellvitge y sus resultados se han publicado recientemente en la prestigiosa revista científica ‘iScience’. A diferencia de otros biomarcadores sanguíneos existentes, que únicamente confirman la presencia de patología cerebral, este nuevo test proporciona información determinante sobre la evolución futura de cada paciente, lo que supone un salto cualitativo en el abordaje clínico de esta enfermedad neurodegenerativa.
La obtención del marcado CE-IVDR certifica que el test cumple con todos los requisitos de seguridad y eficacia establecidos por la Unión Europea, abriendo así la puerta a su implementación en la práctica clínica habitual.
Un estudio internacional con amplia base de datos
La investigación que ha permitido desarrollar este biomarcador ha tenido un alcance internacional significativo. El estudio ha incorporado muestras de pacientes con deterioro cognitivo leve y de personas voluntarias sin afectación cognitiva procedentes de varios hospitales catalanes y la Fundación Cita-Alzheimer de San Sebastián. Además, se han utilizado muestras de los biobancos de la Universidad de Washington (Estados Unidos) y el Australian Imaging, Biomarker and Lifestyle Study, lo que ha proporcionado una base de datos sólida y diversa para validar la eficacia del test.
El test ‘Map-AD’ consiste en un análisis cualitativo de sangre que mide nuevos biomarcadores mitocondriales y los combina con datos clínicos para predecir con alta precisión la evolución de los pacientes. Según explica el Dr. Jordi Gascón, coordinador del estudio y jefe de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital de Bellvitge, “disponer de una herramienta fiable que anticipe la progresión es un punto de inflexión: nos permite mantener conversaciones más informadas con las familias y guiar mejor las intervenciones, ya sean preventivas, en ensayos clínicos o con las nuevas terapias emergentes”.
Nuevos tratamientos a la vista para pacientes con Alzheimer
Este avance diagnóstico coincide con un momento esperanzador en el campo terapéutico del Alzheimer. El neurólogo de la Policlínica Gipuzkoa, Gurutz Linazasoro, ha destacado que “en breve llegarán a España nuevos medicamentos contra el Alzheimer”, unos anticuerpos monoclonales que actúan directamente sobre el origen de la enfermedad: los depósitos de proteína amiloide en el cerebro.
“Hace 40 años, cuando empecé en neurología, no teníamos prácticamente nada que ofrecer a las personas con Alzheimer. Ahora disponemos de medicamentos que mejoran los síntomas y, en breve, llegarán a España fármacos que actúan directamente sobre el origen de la enfermedad”, explica Linazasoro con motivo del Día Mundial del Alzheimer que se celebrará este domingo de septiembre de 2025.
Estos fármacos innovadores, que ya se comercializan en Estados Unidos e Inglaterra, han demostrado ser capaces de eliminar los depósitos de amiloide en el cerebro, lo que resulta en una evolución “más lenta y benigna” de la enfermedad neurodegenerativa. “Estamos hablando de un antes y un después en el tratamiento del Alzheimer, porque el gran objetivo siempre ha sido modificar el curso de la enfermedad y ganar tiempo frente a la neurodegeneración”, añade el especialista.
Un cambio de paradigma en el diagnóstico y tratamiento
La confluencia del nuevo biomarcador desarrollado por ADmit Therapeutics y la llegada inminente de terapias modificadoras de la enfermedad representa un cambio radical en el abordaje del Alzheimer. Por primera vez, los especialistas podrán identificar a los pacientes con mayor riesgo de progresión y ofrecerles tratamientos que actúan sobre los mecanismos patológicos subyacentes, en lugar de limitarse a paliar los síntomas.
Linazasoro también ha destacado que la innovación en el diagnóstico ha permitido detectar los depósitos intracerebrales mediante un simple análisis de sangre, lo que “abre la puerta” a estrategias de intervención más tempranas y eficaces. “Estamos en la primera estación del largo camino que nos va a llevar a la prevención de la enfermedad de Alzheimer. Las bases científicas son muy sólidas y estamos ilusionados con lo que está por venir”, ha concluido el neurólogo.
¿Qué es el deterioro cognitivo leve?
El deterioro cognitivo leve (DCL) es una condición que se sitúa en un punto intermedio entre los cambios cognitivos normales asociados al envejecimiento y la demencia. Las personas con DCL experimentan problemas de memoria, lenguaje o razonamiento mayores de lo esperado para su edad, pero estos no interfieren significativamente con las actividades cotidianas, a diferencia de lo que ocurre en la demencia.
Los estudios científicos han demostrado que no todas las personas con DCL progresan hacia la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. De hecho, algunos pacientes pueden mantener un estado estable durante años o incluso experimentar una mejora en sus capacidades cognitivas. Sin embargo, hasta ahora resultaba extremadamente difícil predecir qué pacientes desarrollarían finalmente la enfermedad.
Es precisamente en este contexto donde el biomarcador desarrollado por ADmit Therapeutics adquiere una importancia capital, al permitir identificar con alta precisión a aquellos pacientes con DCL que progresarán hacia la demencia, facilitando así intervenciones más tempranas y personalizadas.
¿Por qué es importante la detección temprana del Alzheimer?
La detección temprana del Alzheimer resulta fundamental por múltiples razones. En primer lugar, permite a los pacientes y sus familias planificar el futuro con mayor conocimiento, tomando decisiones importantes sobre cuidados, aspectos legales y financieros cuando el paciente aún conserva sus capacidades.
Desde el punto de vista médico, la identificación precoz posibilita intervenciones terapéuticas en fases donde el daño cerebral es menor, lo que podría maximizar la eficacia de los tratamientos. Los nuevos fármacos que actúan sobre los depósitos de amiloide, por ejemplo, parecen ser más efectivos cuando se administran en etapas iniciales de la enfermedad.
Además, el diagnóstico temprano facilita la inclusión de pacientes en ensayos clínicos para desarrollar nuevos tratamientos, acelerando así el avance científico en este campo. Con herramientas como el test ‘Map-AD’, los investigadores pueden seleccionar con mayor precisión a aquellos participantes que tienen más probabilidades de beneficiarse de terapias experimentales.
AM.MX/fm