Francisco Medina
En una entrevista realizada por Mario Menéndez Rodríguez publicada en la revista Por qué? En agosto de 1968, el ingeniero Heberto Castillo en ese entonces catedrático de la UNA e IPN, señaló que algunos de los artículos de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos son violados por las altas autoridades.
“Yo he leído en asambleas de profesores algunos de estos artículos, sin mencionar su origen y casí me han acusado de subversivo. Bien, estos artículos nos pueden orientar para una exposición de hechos en los últimos días: Artículo 1º. En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse, ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece. Artículo 9º. No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito. No se considera ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición, o presentar una protesta por algún acto o una autoridad, sí no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias y amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee”.
En la entrevista, Heberto castillo señala que desde luego, puede verse que el artículo primero fue violado al no ser respetadas las garantías individuales que la Constitución consagra. “Así ocurrió cuando la manifestación pacífica del 26 de julio, que es organizada como protesta por la agresión de los granaderos a los estudiantes de la vocacional del Politécnico. Esta manifestación, autorizada por las autoridades el mismo día que otra manifestación lo había sido para celebrar el Asalto al Cuartel Moncada por Fidel castro en Cuba, fue agredida salvajemente por la policía y ha puesto a pensar a no pocos en si no había más que simple casualidad en las coincidencias de las manifestaciones y en las autoridades. De ello nada sé. Todo lo que pudiera decir serán especulaciones. Lo que puedo afirmar es que no recuerdo ninguna manifestación de protesta de los muchachos en que he participado en que el orden sea roto por los manifestantes. Siempre que han ocurrido disturbios han sido policías quienes los han causado. Fue muy certero un cartel de los muchachos que decía más o menos: Manifestación si policías, manifestación ordenada”.
Agrega que una vez roto el orden se inició la batalla. “Como puede verse por las fotos que me muestras, el salvajismo de la policía y, más tarde, del ejército, fue evidente. Esta actitud provocó la natural reacción de los jóvenes –y no por los jóvenes, sino por hombres- de contestar a la violencia con la violencia. No imagino que haya muchos seres humanos capaces de responder con sonrisas o con argumentos a los culatazos de los violadores del orden encargados de vigilarlo”.
Señala que las fotos que ilustran la revista por qué? Muestran cómo entre los estudiantes estaban infiltrados policías vestidos de paisanos cometiendo actos vandálicos. Eso debe quedar claro para el pueblo.
Agrega que lo que resulta evidente es que los ánimos de los jóvenes se caldearon y respondieron a la agresión violentamente. Por ahí se dice –algunos de los viejos oportunistas del marxismo de catálogo lo icen- que esto fue planeado por agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos) y el FBI (Federal Bureau of Investigation). También corren rumores de que se deseaba “quemar” políticamente a Corona del Rosal y a Echeverría. Eso no lo sabemos y difícilmente podríamos esclarecerlo quienes no tenemos los medios para hacer una investigación exhaustiva del problema. Sí, pensamos que el gobierno de México tiene la obligación de esclarecer ante la opinión del pueblo tan vergonzosos hechos.
Añade que en la concentración de universitarios o en la de los politécnicos se han expresado ideas y se le han llevado al pueblo. Se le han enseñado cuando menos que la radio, la televisión y la prensa viven de ocultar la verdad al pueblo.
“Es por eso que las protestas no están encaminadas sólo a reclamar la autonomía de la Universidad y a manifestar repudio por los cuerpos represivos. Ni menos aún, se pretende que la UNAM disfrute de extraterritoriedad. Se plantea la necesidad de garantizar que en el futuro no volverán a cometer violaciones a la Constitución de la República por autoridades que temen la discusión de las ideas y que tienen horror por los adelantos de la ciencia que ofrece al pueblo nuevos horizontes de organización social.