CIUDAD DE MÉXICO.- En 2025 la balanza de exportaciones mexicanas mostró un crecimiento sostenido que ha despertado interés tanto por su magnitud como por su composición. Entre enero y septiembre de 2025 el valor de las exportaciones totales alcanzó $481,642 millones de dólares, lo que representa un incremento interanual de 5.7% respecto al mismo periodo del año anterior.
Este crecimiento es consistente con los datos acumulados a otros cortes del año, por ejemplo:
En los primeros siete meses se reportaron $369,436 millones de dólares (aumento de 4.3%).
Y en el primer semestre Banxico anotó $312,728 millones de dólares, con una expansión de 4.4%, lo que refleja una tendencia al alza sostenida durante 2025.
De acuerdo con el Equipo de análisis de Skandia, la estructura de las exportaciones pone de manifiesto la preeminencia de la manufactura, pues en el periodo enero-septiembre de 2025 los bienes manufacturados representaron alrededor del 91.2% del valor total de las exportaciones, mientras que los productos agropecuarios, petroleros y extractivos no petroleros representaron la parte restante.
Dentro de las manufacturas, los automóviles y la cadena de autopartes, la maquinaria y equipo (reactores, calderas y maquinaria) y el equipo eléctrico y electrónico, figuran como los rubros más importantes en términos de monto; datos desagregados mensuales muestran que solo vehículos y maquinaria aportan decenas de miles de millones de dólares en meses recientes.
En términos absolutos, el sector automotriz fue uno de los grandes motores: en 2024 registró exportaciones por aproximadamente $194,000 millones de dólares y en 2025 mantiene una participación relevante dentro del total de manufacturas.
En cuanto a destinos, Estados Unidos sigue siendo el principal receptor de bienes mexicanos: históricamente más del 80% de las exportaciones no petroleras se dirigen al mercado norteamericano; para 2024 esa proporción se ubicó alrededor del 84% y la dependencia comercial se mantuvo en 2025.
En dinero, gran parte del crecimiento en montos se explica por el flujo de manufacturas (automóviles, maquinaria y equipo y electrónicos) con un peso particular en las exportaciones dirigidas a Estados Unidos. Otros mercados relevantes en monto y crecimiento incluyen la Unión Europea, Canadá y algunos países asiáticos, pero en proporción y valor siguen detrás del mercado estadounidense.
¿Qué impulsa el incremento?
Primero, la recuperación y ampliación de la producción manufacturera, impulsada por la demanda externa de automóviles, autopartes y bienes electrónicos, ha sido el factor más importante para elevar el valor de las exportaciones.
Segundo, hubo incrementos notables en ciertos productos agropecuarios y extractivos: por ejemplo, las exportaciones de aguacate y de algunos productos agrícolas mostraron crecimientos de doble dígito en periodos concretos, y las exportaciones extractivas no petroleras también registraron aumentos fuertes en algunos meses, lo que contribuyó al dinamismo del total.
Tercero, factores externos como la demanda sostenida en Estados Unidos y la reconfiguración de cadenas de suministro regionales han favorecido a México como plataforma de manufactura competitiva (costo-ubicación y acuerdos comerciales).
Finalmente, la caída en el valor de las exportaciones petroleras (contracción en volumen y precio relativo) hace que el crecimiento observado provenga esencialmente del sector no petrolero, intensificando el peso de la manufactura en el agregado.
Pronóstico: crecimiento moderado, pero sostenido
La mayoría de los análisis institucionales y de mercado sugiere una continuidad moderada del crecimiento de exportaciones en el mediano plazo, condicionada a la recuperación económica de los principales socios comerciales, la evolución de la demanda global de bienes intermedios y final y la estabilidad de las cadenas de suministro.
Banxico y el INEGI han mostrado cifras que indican momentum en manufacturas, aunque también advierten retos como desaceleración externa, presiones inflacionarias que pueden impactar la demanda real y vulnerabilidades ligadas a precios y volúmenes petroleros.
Para mantener y fortalecer este crecimiento, México debería seguir varias líneas de política como diversificar destinos (reducir la concentración hacia un solo mercado), avanzar en la promoción de productos de mayor valor agregado y en la atracción de inversiones en industrias intensivas en tecnología, mejorar infraestructura logística (puertos, rail y aduanas) y capacitación técnica y consolidar un entorno regulatorio y fiscal que favorezca la integración de proveedores locales a las cadenas globales.
Además, políticas activas para impulsar innovación, certificación de calidad y encadenamientos productivos en estados con menor presencia exportadora pueden ampliar la base exportadora y hacerla más resiliente.
En suma, el crecimiento de las exportaciones mexicanas en 2025 combina un aumento en el valor absoluto ($481,642 mdd a septiembre, +5.7% interanual) con una composición fuertemente manufacturera (≈91% del valor), una concentración de destinos en Estados Unidos e incrementos tejidos por la actividad automotriz, maquinaria y ciertos productos agropecuarios.
Mantener ese impulso exigirá estrategias de diversificación de mercados y productos, inversión en valor agregado e infraestructura logística, así como políticas públicas que incentiven la innovación y la integración de proveedores nacionales en cadenas globales.
AM.MX/fm
