martes, junio 25, 2024

Cordelia Urueta: la gran dama del arte abstracto

CIUDAD DE MÉXICO.- SURA Asset Management México celebra el 114 aniversario del nacimiento de la pintora Cordelia Urueta, una de las coloristas más destacadas de la pintura moderna mexicana y destacada representante de la abstracción en México.

Cordelia Urueta nació en Coyoacán, Ciudad de México, el 16 de septiembre de 1908 en una familia de intelectuales, cineastas, artistas y diplomáticos. Fue pintora, profesora y promotora de arte, además de una de las artistas participantes en la fundación del Salón de la Plástica Mexicana. Su interés por el arte comenzó desde su niñez y aunque no tuvo una formación artística amplia, se relacionó con muchos artistas mexicanos, lo que le permitió introducirse en el mundo del arte de la época.

Urueta creció siempre rodeada de una fuerte influencia artística y cultural. La casa en donde transcurrieron sus años de infancia era la sede de la Revista Moderna, principal difusora del modernismo en México entre 1898 y 1903, y en la cual colaboraron artistas y escritores de la talla de Julio Ruelas, Salvador Díaz Mirón y Rubén Darío. Asimismo, la amplia biblioteca familiar y los libros del pintor italiano Tiziano significaron la primera introducción de la artista al dibujo y a la plástica en general.

Cordelia inició clases de dibujo gracias a su padre y es precisamente a través de él que la pintora conoce a Gerardo Murillo “Dr. Atl”, quien fue el primero en reconocer su talento, especialmente en sus retratos. Hacia 1920, con la creación de la Escuela de Pintura al Aire Libre de Churubusco por el pintor Alfredo Ramos Martínez, Urueta comenzó a tomar clases y es en donde descubrió el valor y la importancia de los temas nacionalistas, aunque ella siempre prefirió dibujar y pintar retratos de personas cercanas a ella.

En 1929 Urueta viajó a Nueva York con su madre debido a problemas de salud y en ese viaje es que la artista mexicana conoció a la promotora de arte mexicano y dueña de la galería Delphic Studios, Alma Reed, quien la invita a participar en una exposición colectiva junto con Rufino Tamayo y José Clemente Orozco.

Urueta volvió a México en 1932 como profesora de arte para la Secretaría de Educación Pública y es a través de la SEP, que empezó a conocer y relacionarse con artistas destacados como Juan Soriano, Carlos Mérida, María Izquierdo y Gustavo Montoya. Urueta utilizó todas estas conexiones para continuar aprendiendo y fue con este último que estudió en la Academia de San Carlos y con quien inició una colaboración más estrecha la cual se convirtió en una relación sentimental, Montoya le propuso matrimonio en 1938. Ese mismo año, le otorgaron un puesto en la embajada de México en París y juntos viajaron a Francia en donde se encontraron con otros artistas mexicanos. Este viaje significó para Urueta una oportunidad para desarrollarse artísticamente al estar en estrecho contacto con la obra de Picasso y Braque.

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la evacuación de la embajada mexicana en Francia, Urueta y su marido fueron transferidos a Nueva York y posteriormente volvieron a México en donde la artista se dedicó a pintar de manera profesional. Entre 1950 y los primeros años de la década de los 60, es cuando cosechó sus mayores logros como pintora realizando diversas exposiciones en México y el extranjero, siendo las más destacadas la muestra individual llevada a cabo en 1967, en la Galería de Arte Mexicano, y la realizada en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, en 1970.

La obra de Urueta ganó bienales como la de Sao Paulo, Brasil y la Interamericana de Pintura, ambas en 1961. Aunque inicialmente se dedicó en su mayoría al retrato, acabó por encontrar un estilo propio que eventualmente dejaría atrás lo figurativo dando lugar a las texturas y los colores principalmente. Es precisamente por el uso del color que su obra es tan reconocida, especialmente su obra tardía, en donde predomina la abstracción y se gana el reconocimiento como una de las más destacadas coloristas de la pintura mexicana.

Cordelia Urueta, también conocida como “la gran dama del arte abstracto” falleció en la Ciudad de México el 3 de noviembre de 1995 a los 87 años después de una larga enfermedad. Su obra se encuentra en diversas colecciones privadas y también puede visitarse en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.

La Colección SURA México resguarda tres obras de esta destacada pintora, óleos en donde es posible apreciar estas características mencionadas al ser pertenecientes a su periodo artístico tardío. En los tres óleos destaca el uso del color, el cual adquiere casi todo el protagonismo junto con las texturas que éstos le otorgan a la obra. Por otro lado, se reconoce ya un periodo completamente abstracto con pequeñas reminiscencias figurativas, pero casi inexistentes. Combustión, Secreto del Bosque y Hombre Gris, de Cordelia Urueta y la Colección SURA está disponible de manera digital y gratuita para que el público las disfrute a través del sitio web: https://www.sura.com/arteycultura/.
AM.MX/fm

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