viernes, diciembre 20, 2024

CONCATENACIONES: Un Congreso radical

Fernando Irala

A más de cien días de las elecciones en que se elegirá al nuevo Presidente der la República, pero también a todos los legisladores federales, los ojos de la ciudadanía han estado puestos en la carrera de los tres principales contendientes, y en las posibilidades de cada uno de ellos por hacerse del triunfo.

Mucha menos atención ha despertado a estas alturas la futura composición de las cámaras de diputados y de senadores.

En un país de tradición presidencialista esa asimetría parece natural, y lo es más cuando el puntero hasta este momento en la lucha por la Presidencia ofrece planes y promete acciones en las que no hay mucho lugar para los legisladores ni para el poder judicial, pues todo se decidirá como el pueblo quiera y el mandatario interprete.

Por otro lado, los partidos están apenas en la definición de sus candidatos y la confección de sus listas, por lo que sólo muy cerca de los comicios habrá un pronóstico sustentado de la composición del Congreso.

Ya desde ahora, sin embargo, es predecible que la inercia del voto presidencial determinará en buena medida los porcentajes de sufragios para el Legislativo.

Y si los críticos de López Obrador señalan que su triunfo no está tan seguro como sus partidarios creen y festejan anticipadamente, lo que sí es cierto es que gane o no, impulsará a su movimiento a tener un muy engrosado número de curules en las próximas legislaturas.

Si finalmente el eterno candidato se hace del poder, sin duda contará con el respaldo de un Congreso en que tendrá la mayoría o por lo menos una gran fuerza para avalar su mandato. Si no gana, tigres aparte, de todas formas llevará a las cámaras a un elevado número de congresistas de su partido, quienes constituirán un permanente dolor de cabeza para quien resulte elegido Presidente.

En cualquiera de los casos, tendremos un Congreso con tendencias radicales. De sus consecuencias tendremos tiempo de ocuparnos.

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