viernes, diciembre 13, 2024

CONCATENACIONES: Miedo

Fernando Irala
Una semana después del encuentro de López Obrador en Washington con Biden, México ha recibido sucesivas solicitudes de consultas de Estados Unidos y Canadá sobre presuntas violaciones al Tratado comercial suscrito por las tres naciones, en materia de política energética.
El procedimiento está previsto como una medida previa, y si no se resuelve en un plazo perentorio dará lugar a una reclamación que deberá dirimirse en un panel internacional
Aunque la queja se veía venir desde hace mucho y por lo tanto no fue motivo de sorpresa, el anuncio causó, por lo que se ve, una gran molestia en el gobierno mexicano.
La primera reacción en Palacio Nacional fue como en las fiestas en las rancherías, dedicándoles una canción a los demandantes: “Uy qué miedo”.
Fuera del estilo de pleito de cantina, la demanda de nuestros dos socios comerciales se convertirá en un corralito si no se le toma en serio.
Luego de contenerse por muchos meses, no es de esperar que norteamericanos y canadienses acepten simplemente renunciar a sus intereses dentro del Tratado.
Además de melodías chocarreras, los siguientes discursos han abordado el tema como si nuestro país y su gobierno hubieran recibido una ofensa, y no una solicitud de consulta a la que, como se reconoció, México mismo ha recurrido en el pasado reciente.
De no existir un ánimo serio para atender los reclamos y se decide entrar a un juicio en el que llevamos todas las de perder, quienes sufrirán las pérdidas serán los exportadores mexicanos, pues a ellos perjudicarán las sanciones, que se traducirán en aranceles para sus productos.
Pero como el gobierno no conoce el miedo, lo que sí debería tener es preocupación por proteger la economía y no arriesgar las relaciones comerciales sin las cuales la planta productiva y las finanzas nacionales simplemente se desplomarán.
Aunque nos vayamos a envolver en la bandera, aprovechando las fiestas patrias.

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