Fernando Irala
De ser cierta la versión que ha circulado por el mundo, publicada por The New York Times, de que el presidente norteamericano Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva secreta al ejército de su país, para que opere en territorio extranjero contra los cárteles de la droga que han sido declarados terroristas, el futuro inmediato se tornará imprevisible en la relación con México y otros países de América Latina.
No habría por qué no creerle al diario neoyorkino, aunque en los recientes años el gobierno mexicano haya cuestionado sus fuentes, la veracidad de sus informaciones y su credibilidad cuando las noticias le han sido adversas.
De forma opuesta, en la lógica de los intereses que gobiernan los Estados Unidos, lo absurdo sería pensar que, luego de que una de las primeras acciones del actual régimen trumpista fue la catalogación de varios grupos del crimen organizado de México y del sur del continente como terroristas, no se actuase en consecuencia.
Lo anterior ocurre a unos días de que se anunciase que en breve estará listo un acuerdo en materia de seguridad entre ambas naciones, después de la amenaza aún pendiente del habitante de la Casa Blanca de incrementar los aranceles a las exportaciones mexicanas por considerar que no se ha hecho lo suficiente en el combate al narcotráfico.
Esta vez, en Palacio Nacional no se ha puesto en duda la autenticidad de la nota periodística mencionada. Por el contrario, la respuesta enfática ha sido rechazar la posibilidad de una invasión en territorio nacional.
Ya desde ahora y sin estar confirmada, la noticia ha generado reacciones adversas incluso en el país vecino, pues desde luego pondría a la región al borde de un conflicto mayor.
Como en todos los ámbitos de la vida actual, la tecnología permite que en la estrategia militar una intervención no necesariamente pasa por el envío de tropas.
Basta recordar que la más reciente acción bélica norteamericana, la presumida destrucción de tres instalaciones nucleares en Irán, se llevó a cabo sin que ningún soldado de Trump pisará tierra iraní.
En un ejemplo más cercano, los vecinos capturaron al Mayo Zambada, el legendario capo al que nunca pudieron aprehender las policías mexicanas, por la vía de un secuestro internacional, del que después de un año todavía no le dan cuentas a nuestro gobierno, pese a las múltiples peticiones.
Habrá que ver entonces como desenlaza en las próximas semanas este asunto, cuáles son las acciones que ejecutan las fuerzas armadas estadounidenses, y cuál será el escenario para el gobierno de la 4t. Y para los mexicanos.