viernes, marzo 14, 2025

CONCATENACIONES: El viacrucis, después y antes

Fernando Irala

Retoma el mundo la vida cotidiana, luego de la pausa en conmemoración del viacrucis, aunque en la actualidad esos días se han vuelto una pequeña vacación, vacíos ya de todo sentido religioso o espiritual.

En México, esta temporada ha coincidido con el arranque formal de las campañas electorales por la Presidencia de la República y otros cargos en todo el país.

Por ello, los candidatos más necesitados del apoyo popular decidieron aprovechar desde el primer minuto a la medianoche del viernes, en tanto los demás decidieron esperar hasta el domingo de resurrección, tal vez en espera de que la efeméride les siente bien.

Lo que también se reanudó fue el bombardeo de mensajes en radio y televisión, medios que por fortuna tienen sus audiencias a la baja, pues de no ser así el efecto de la saturación electrónica podría ser catastrófico e insoportable.

Pero lo que no ha cesado desde que el año pasado se fueron perfilando los personajes que ahora se disputan el voto ciudadano, es la guerra sucia, la sucesión de acusaciones cruzadas que en las próximas semanas no hará sino intensificarse y profundizarse.

También se ha encimado por estas fechas, para completar la alteración de nuestra relativa ecuanimidad, el inicio del llamado horario de verano, esa costumbre de importación cada vez más criticada en este país de sol tropical, de adelantar el reloj para obligar a la gente a levantarse más temprano y “aprovechar la luz del día”.

Así, entre proselitismo político y propaganda negra viviremos días de insomnio, agravados por la obligación de desmañanarnos, la cual dicen las malas lenguas que fue una imposición no escrita pero exigida en la negociación original del Tratado de Libre Comercio, el mismo que ahora batallamos tanto para mantenerlo pese a la hostilidad de Donald Trump.

Luego de la elección viviremos peores días. Pero ya ni llorar es bueno. Entonces sí comenzará el viacrucis.

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