Fernando Irala
Mientras en el Caribe Estados Unidos estrena una nueva táctica de bombardear lanchas sospechosas de transportar drogas, y en territorio norteamericano crece la escalada de redadas y detenciones de trabajadores de origen latino, en Palacio Nacional el secretario de Estado de la administración de Donald Trump elogia la relación actual entre ambos gobiernos.
“Es la cooperación en materia de seguridad más estrecha que hemos tenido nunca, quizá que con cualquier país, pero ciertamente en la historia de las relaciones entre Estados Unidos y México”, dijo el funcionario norteamericano luego de reunirse con la presidenta de México.
Las evidencias indican que la política de amenazas y presiones le ha resultado a Trump y que está obteniendo lo que quería, por lo menos en nuestro país. A cambio de ello, se ha postergado el amago de aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas.
No sabemos qué otras intimidaciones y bravatas se apliquen en las conversaciones en privado como la que ocurrió la semana pasada en la sede del gobierno mexicano, aunque sobre ésta ya corren diversas suposiciones y versiones.
Lo cierto es que el gobierno de la 4T ha debido entregar ya dos remesas sucesivas de reconocidos capos a la justicia estadounidense, no por la vía de la extradición que es el protocolo establecido internacionalmente, porque garantiza una aplicación neutra de la ley y el respeto a los derechos humanos, sino aduciendo razones de seguridad nacional.
Ya sabemos que ese concepto actualmente le sirve al gobierno para todo, desde entregar reos en forma exprés hasta adjudicar funciones de administración y obra pública y así protegerlas de la curiosidad de ciudadanos y periodistas.
Además de que Marco Rubio se declaró fan de la relación intergubernamental, también dijo que los ataques a naves sospechosas en aguas internacionales podrán repetirse, porque la simple intercepción ya no funciona. Y como ésa, las demás medidas contrarias al derecho y la cooperación internacional continuarán: aranceles, deportaciones, todo lo que ya sabemos.
En conclusión, por lo visto, el régimen de Trump le ha aplicado al gobierno mexicano aquella máxima que hizo famosa Zhenli Ye Gon, narcotraficante que al ser aprehendido hace unos años, se dijo amenazado por las autoridades con la frase: “coopelas o cuello”.
Así estamos.