lunes, julio 1, 2024

“Con Putin no se discute, se obedece”

Luis Alberto García / Moscú

*“Línea directa” de un poder omnímodo
*Adaptación moderna de una tradición antigua.
*La infancia es destino y la niñez marca el futuro.
*Vladímir Vladímirovich tiene fama de duro.
*La limousina negra Mercedes Guard Pullma 600

Un rasgo de los mandatos de Vladímir Putin como líder de Rusia es el programa televisado “Línea Directa”, una línea telefónica que muestra que es un presidente que apunta y acierta hacia y en los asuntos que le interesan, conducie3ndo una agenda nacional e internacional en la que no intervienen consejeros.
Para Luiza Kouturonskaya, asistente y encargada de algunas de las relaciones políticas del Kremlin, define que “con Putin no se discute, se obedece”, y explica que esas sesiones de preguntas y respuestas son una adaptación moderna de una tradición antigua que impone respeto, como corresponde a los modos severos del mandatario, que tiene en su vehículo oficial un ejemplo más de su poder.
¿Por qué tiene fama de duro el hombre que se traslada en Moscú y en las ciudades que visita en una larguísima limousina negra Mercedes Benz Guard Pullman 600?
Tal y como señalan los clásicos de la conducta humana y afamados psicoanalistas, infancia es destino, y porque la niñez marca a futuro la personalidad de cada uno de los seres humanos, y Vladímir Putin admite que la suya tuvo un fuerte impacto en su formación infantil: “A menudo tuvo que luchar y ser duro”. según un ex colega del KGB.
“Hace años las calles de Leningrado me enseñaron que si una lucha es inevitable, tienes que pegar primero”, declaró en 2017 al cineasta estadounidense Oliver Stone, quien se atrevió decirle que, por ello, nadie iba a pensar que sería blando tras pasar más de una década y media en el KGB.
“¿O se trata simplemente de una máscara?”, preguntó Stone al presentar su documental en cuatro partes llamado “Entrevistas con Putin”.
En la primera parte el presidente ruso le cuenta al director estadounidense cómo creció pobremente en la Unión Soviética de la posguerra, avecindado en una casona que había pertenecido a un miembro de la nobleza zarista, dividida para dar sitio a familias enteras que se acomodaron en ella, sin decir en qué pensó cuando se convirtió, en 2000, en el sucesor de Borís Yeltsin.
En la segunda parte hablan sobre la posibilidad de una guerra entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como del futuro de Edward Snowden, agente de inteligencia estadounidense que recibió asilo en Rusia.
En esta parte comentan los conflictos en los que el país eslavo ha estado involucrado directa o indirectamente en los últimos años: la reunificación de Crimea con Rusia en 2014 y el levantamiento armado en el Donbass –Lugansk y Donetsk- al este de Ucrania, hoy escenario de lo que Putin llamó Operación Militar Especial.
En la última parte, Stone y Putin hablan sobre el supuesto papel que los hackers rusos tuvieron en las elecciones de Estado Unidos, Donald Trump, Stalin y el propio futuro de Putin.
En lo que toca a la crítica política, en 2015 el Frente Popular de Rusia -coalición de varias organizaciones progubernamentales- comenzó a publicar unas tiras cómicas de dibujos humorísticos en las que se muestra a Putin tratando con directivos corruptos a los que ha convocado al Kremlin.
Además de lo que ciertos críticos consideran “surrealismo ruso”, como Mijaíl Gorbachov atacado por herpes y a Borís Yeltsin preso del alcoholismo bailando con un oso, los creadores de los cartones que quieren parecerse a los Simpson, han hecho a dibujos de Putin sin camisa sobre un caballo, como un conquistador del mundo.
Además de las películas y de las series de televisión hay numerosos libros sobre el presidente ruso, entre los que destaca “El nuevo zar”, de Steven Lee Myers, periodista radicado en Moscú con conocimientos reales sobre el país euroasiático
“¿Hemos aprendido algo sobre el presidente ruso?”,
Esta es una pregunta fundamental que Myers planteó en alguno de sus encuentros con Putin, y si sería él quien restablecería o resucitaría a la Unión Soviética, a lo que éste contestó como en otras ocasiones al declarar algo que ha repetido una y otra vez:
“La caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue la más grande catástrofe geopolítica del siglo XX”, a lo que el corresponsal del New York Times en la capital moscovita, refutó: “Con ese poderío, no hay que confundir el realismo con las ambiciones perdidas, ante un hecho que debe contemplar un rescate”.

Celebración Histórica: Cuarteto Arditti y OFCM en concierto conmemorativo

Se interpretó "Recordare" de la compositora mexicana Hilda Paredes. Esta obra, que celebra el 250 aniversario del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, logró cautivar a la audiencia con una mezcla de reminiscencias mozartianas y sonidos contemporáneos únicos.

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