HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Un sindicalismo al más puro estilo que en el siglo pasado, 50, 60 encoumbró al dirigente cetemista Fidel Velásquez Sánchez es el que ahora tenemos en el gobierno de la llamada Cuarta Transformación. Todo sigue igual, represión, cobros de cuotas indebidas para garantizar una plaza a los trabajadores y nula rendición de cuentas de los dirigentes sindicales, como el tal Ricardo Hernández Daza quien controla los contratos para la construcción de la refinería de Dos Bocas, una de tres las obras cumbres, en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
De nada sirve el artículo 123 que supuestamente protege a los trabajadores de los abusos de los patrones o los dirigentes sindicales, de nada sirven las reformas laborales realizadas por diferentes gobiernos que han ocupado la Presidencia de la República, de nada sirve la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en la actualidad con una secretaria ausente. En México no hay ley que proteja los derechos laborales de la clase trabajadora.
Continúan las mismas prácticas que durante muchos años llevó a Fidel Velásquez a ser el todopoderoso del sindicalismo mexicano que controló a los trabajadores, en favor de los patrones y del PRI en el que instituyó voto corporativo como uno de sus sectores. Madrazos no sueldazos fue siempre la consigna de los gobiernos priistas para el viejo dirigente. Wallace de la Mancha fue uno de los golpeadores al servicio del lechero de Nicolás Romero.
Siguen las mismas excusas desde el poder cuando se presentan actos de represión en contra de trabajadores, como la que se registró este miércoles en contra de trabajadores de la empresa ICA que laboran en las obras de la refinería de Dos Bocas que protestaban porque no reciben sus pagos por concepto del tiempo extraordinario trabajado, como lo confirmó la diputada por Morena Susana Prieto Terraza.
En su conferencia mañanera del jueves el presidente Andrés Manuel se adelantó a decir que se trataba de un conflicto entre sindicatos por la titularidad del contrato colectivo de trabajo; en tanto que la secretaria de Energía, Rocío Nahle dijo en una entrevista banquetera fue un pequeño grupo el que protestó frente a la obra, cuando en los videos se ven a decenas de personas vestidas con overol rojo. Nada más falso ¿Y la secretaria del Trabajo Apá?
“Todo sigue igual en nuestro nido” fue el título de una canción que hizo famosa Sonia López con la Sonora Santanera. En la 4T todo sigue igual para nuestros obreros.
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Cada que un funcionario de alto nivel del gobierno de la 4T, que no es la preferida que despacha en el Palacio del Ayuntamiento, saca la cabeza para apuntarse como “corcholata” para el 2024 viene el machetazo. Sucedió esta semana con Marcelo Ebrard, quien apenas había dicho que “ahí estaremos” de inmediato Claudia Shenbaum instruyó a la Fiscal “autónoma” Enrnestina Godoy para que diera a conocer el informe final sobre el colapso en la Línea 12 del Metro en donde el Secretario de Relaciones Exteriores no sale muy bien librado con la conclusión que asegura que hubo errores en la construcción, misma que se realizó, nada más ni nada menos, durante la administración de Ebrard. Lo mismo sucede con Ricardo Monreal cuando dice que estará en la boleta. Los morenos están tan seguros que repetirán en la Presidencia de la República, que el “fuego amigo” será determinante en la elección de su candidato.
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