HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Llegó la recta final de las campañas para los cargos de elección popular en las elecciones 2021, las llamadas intermedias que tienen como platillo fuerte las 15 gubernaturas y las 500 plazas en la Cámara de Diputados. Es la etapa de las definiciones en la que abundan las filtraciones, las amenazas, de la delincuencia organizada y las encuestas “cuchareadas”.
Filtraciones que normalmente vienen de los grupos del poder político y económico que defienden a como dé lugar sus privilegios también las amenazas del crimen organizado que pretenden influir para encumbrar a candidatos afines a sus propósitos para delinquir con impunidad. Al inicio de la contienda Morena la tenía aparentemente tranquila pero la guerra sucia desatada en los últimos días ha puesto en entredicho a muchos de sus candidatos.
Son las maniobras de última hora, o como dirían en el fútbol, en tiempo de compensación, que no están exentas de intimidación o violencia para tratar de debilitar al enemigo, sobre todo en estos momentos en que se juega algo más que una simple elección. Para Morena el resultado es crucial para el proyecto lopezobradorista de una Cuarta Transformación. Para la oposición el resurgimiento después del atropellamiento que les dieron los morenos en el 2018.
El fracaso de Morena podría acotar muy seriamente al presidente Andrés Manuel López Obrador que ahora tiene todos los hilos del poder, lo que enoja a los conservadores como lo expresa en las mañaneras de Palacio Nacional. Sin embargo, un eventual triunfo de su partido lo colocaría en una situación libre de contrapesos para hacer lo que se le venga en gana.
Por lo pronto a Morena ya le falló el primer golpe con en el desafuero del gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca que llevaba todas las intenciones de debilitar al PAN, la segunda fuerza electoral del país y de paso a la llamada Alianza Federalista, pero a esto todavía le quedan muchos minutos y como decía don Fernando Marcos, “el último minuto también tiene 60segundos”. Tenga por seguro que los morenos no se van a quedar con los brazos cruzados, eso ni lo dude.
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No hubo tiro voló el pato. El gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca va ganando la partida luego de que lo tuvieron a un paso de la cárcel. El caso está empantanado y lo más probable es que pasando las elecciones el mandatario tamaulipeco reaparezca con el semblante tipo “Canelo” Álvarez cuando le levantan la mano al término de sus peleas. El partido de Cabeza de Vaca arrasa con las diputaciones locales, las federales y las presidencias municipales en la norteña entidad. Por lo pronto funcionarios del gobierno estatal entran y salen de Casa Tamaulipas para fingir que se reúnen con el gobernador para trabajar en los asuntos que les competen….El presidente Andrés Manuel López Obrador no cabía de felicidad ayer cuando desde su oficina de Palacio Nacional anunció, por medio de un video, la compra del 50 por ciento de las acciones de la refinería de Deer Park, Texas. Pemex ya era el propietario del 50 por ciento, el otro 50 era propiedad de la Shell a la que el gobierno de la 4T le pagó 600 millones de dólares. Lo que no dijo López Obrador es que la otra mitad la compró Pemex en la administración de Carlos Salinas de Gortari cuando la entonces empresa paraestatal estaba dirigida por Francisco Rojas.
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