HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
El presidente Andrés Manuel López Obrador no entiende la importancia de la política exterior, tampoco de las relaciones bilaterales y mucho menos la jerarquización que los gobiernos tienen con sus pares, no con todos los países es lo mismo.
López Obrador no le da la importancia que tiene la relación bilateral con los Estados Unidos, nuestro vecino del norte, la principal potencia mundial, cuando menos hasta ahora y, con quien hay que llevársela bien. ¿Cuántos países no quisieran ser vecinos de la nación más poderosa del mundo?
¿Qué presidente le dice a los enviados de alto nivel de presidente de los Estados Unidos cuando están llegando a la Ciudad de México que somos un país libre, que tomamos decisiones en base a nuestra soberanía, como el de invitar a Evo Morales a asilarse en México, tras la amenaza del gobierno que lo derrocó de que lo metería a la cárcel?
No estoy hablando de un sometimiento, como lo tienen algunos países latinoamericanos frente al gobierno norteamericano, tampoco de una actitud servil, pero está claro que el presidente de México no tiene una estrategia para las relaciones con el gobierno del presidente Biden, con quien tendrá que lidiar en los próximos tres años.
En la carta que le envió Biden a López Obrador y que fue leída por el canciller Marcelo Ebrard en la mañanera de este lunes, el mandatario estadounidense utiliza un mensaje muy conciliador, pero el tabasqueño no lo entiende así.
En más de una ocasión he señalado en este espacio que la política exterior mexicana mantuvo siempre un respeto internacional, pero en esta administración está muy lejos de ese nivel que alcanzó con los diplomáticos que le dieron lustre a la diplomacia mexicana desde la antigua Torre de Tlatelolco. Está mal presidente.
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Después de las críticas que recibió la Fiscalía General de la República luego de la publicación de una fotografía en la que parece el pillazo Emilio Lozoya cenando tranquilamente y degustando platillos chinos de alta cocina, acompañados con buenos vinos de mesa, la FGR ampliará las investigaciones hacia otros ex colaboradores del Lozoya, como el caso del gerente de Comunicación Social, Ignacio Durán Lomelí, quien manejo fuertes cantidades de dinero que se destinó a sobornar periodistas para que hablaran bien de la reforma energética peñista, además de ser el conseguidor de las mujeres con las que su jefe convencía a inversionistas extranjeros que le entraran con su “moche” a cambio de la adjudicación de contratos. Por cierto el ex director de Pemex nunca se ha presentado a una audiencia, todo lo hace ante el juez desde su residencia en el municipio de Huixquilucan, pero si puede ir a comer Pato Laqueado al Hunan de las Lomas. ¿Qué espera el juez para declarar la prisión preventiva? Su ex abogado Javier Coello Trejo le dijo ayer a Carmen Aristegui que para sustentar las acusaciones que lo tienen en calidad de testigo colaborador, tenía que presentar las pruebas, mismas que nunca le proporcionó a quien fue su defensor …En manos del Congreso del Estado de Baja California Sur está, la próxima semana, la designación de la próxima magistrada del Tribunal Superior de Justicia. Por primera vez en la historia de BCS el gobernador Víctor Castro Cosío envío para su valoración el nombre de tres mujeres entre las que destaca Rebeca Amador que en su última encomienda fue presidenta del Instituto Electoral del Estado en donde demostró su capacidad y liderazgo
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