HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
El presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha convertido en un auténtico fajador, para hablar en el lenguaje de boxeo. Desde su ring en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, sale todos los días, de lunes a viernes con la espada desenvainada, retadora, lo mismo con pesos gallo, pluma o semicompletos. Nada con los completos.
El “Toluco” López, “La Chiquita González, “El Púas Olivares o “El Huitlacoche” Medel, grandes fajadores que brillaron en el boxeo nacional, se quedaron cortos frente al “Kid Tabasco” que en sus conferencias de prensa no deja títere con cabeza.
Con un gran sarcasmo se fue este viernes contra la senadora panista, Lily Téllez, recomendó que la incluyan en la lista de presidenciables, porque “me va meter a la cárcel”, dijo con su sonrisa burlona que utiliza en no pocos casos para denigrar a sus adversarios, como él los llama.
La reacción de Téllez no se hizo esperar, a través de su cuenta de twitter la senadora sonorense le respondió: “Andrés controla tu estrés. La gente se cansa de tanta tranza, ni así alcanzarás fianza”.
Pero costal es nada más ni nada menos el villano favorito, Genaro García Luna, quien recibe unas vapuleadas de aquellas, porque no se puede defender, es una pelea muy desigual, en donde el “Kid Tabasco” francamente abusa de su poderío en los puños.
Otro de los villanos favoritos es el empresario Claudio X González, no hay día que no lo saque al balcón, y no precisamente del Palacio Nacional; lo acusa de pertenecer a la mafia del poder y de recibir dinero del gobierno de los Estados Unidos y de ser el líder de la alianza Va Por México.
Mención diaria la tiene también el periodista Carlos Loret de Mola, el del sueldazo millonario, mayor al que gana el presidente, el de la casa en Miami, Florida; con quién se faja en serio, porque hasta ahora no ha podido desmentir las denuncias del director de Latinus sobre el tráfico de influencias de sus hijos, José Ramón y “Andy” López Beltrán el de los amigos beneficiarios de la 4T.
López Doriga, Krauze, Aguilar Camin, Felipe Calderón Hinojosa y, en las últimas semanas la presidenta del Perú, Gina Boluarte, son algunos de sus clientes frecuentes que utiliza para evadir preguntas comprometedoras de periodistas que no están en la nómina de Palacio Nacional.
La conferencia de prensa mañanera que utiliza como pretexto para ejercer su derecho de réplica, no es más que un vulgar show, en donde el presidente se sube todos los días al ring para lanzar puñetazos, como un auténtico fajador, contra sus adversarios.
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Semana crucial en el proceso de elección para gobernadora del Estado de México. La acusación del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en contra de Horacio Duarte, coordinador de campaña de la candidata de Morena Delfina Gómez, puede ser un golpe severo para las aspiraciones morenistas de sacar a los priistas del Palacio de Gobierno de Toluca. A Duarte lo acusan de tráfico internacional de combustibles y de la introducción de precursores químicos que son utilizados en la producción de drogas sintéticas, incluyendo el fentanilo. ¿Se imaginan si los gringos lo piden en extradición la próxima semana? Sería la puntilla. Por lo pronto el próximo miércoles será el último día para la publicación de encuestas, vamos a ver si se cerró la elección como dicen los priistas.
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