CIUDAD DE MÉXICO.- Cada vez son más las mujeres que forman parte de las fuerzas de seguridad en México, lo que plantea un reto clave: chalecos balísticos y equipamiento táctico diseñados para protegerlas sin limitar su movilidad ni comodidad.
Según datos oficiales, las mujeres representan aproximadamente 20 % de la fuerza policial nacional, cifra que asciende a casi 28 % en la Ciudad de México. En la Guardia Nacional, hay más de 15 000 mujeres en funciones operativas, y en el Ejército y la Fuerza Aérea superan el 15 % del total de integrantes. Este crecimiento hace evidente la necesidad de que los chalecos balísticos consideren adecuaciones específicas para la anatomía femenina. No se trata de estética, sino de protección vital.
El desarrollo de los chalecos balísticos modernos va más allá de la resistencia a los proyectiles. Hoy se busca ajuste, ergonomía y confort, reduciendo puntos de presión y adaptándose a la silueta femenina para garantizar movilidad total durante jornadas extensas o en condiciones extremas de calor, comunes en varias regiones del país.
DuPont, en respuesta a esta necesidad, desarrolló Kevlar® EXO™, un material que reduce hasta 25 % el peso de los chalecos tradicionales y se adapta mejor a la silueta del cuerpo humano, especialmente femenina. Su composición de copolímero de aramida ofrece protección sin sacrificar flexibilidad, eliminando la necesidad de copas rígidas o moldes termoformados y mejorando significativamente la movilidad y el confort.
Marcelo Fonseca, Líder del Negocio de Defensa de DuPont para América Latina, explica:
“El desempeño balístico no depende solo del material, sino de qué tan bien se ajusta al cuerpo. La ergonomía no es un accesorio: es parte de la protección. Chalecos más ligeros y flexibles permiten rendir al máximo durante más tiempo.”
Fonseca alerta sobre los riesgos de un chaleco mal ajustado: “Las zonas con holgura pueden provocar traumas severos, hemorragias internas o incluso perforaciones, aunque el proyectil no penetre directamente.”
Un chaleco bien diseñado distribuye el peso, mejora la movilidad y la gestión del calor, incrementa el tiempo de porte, reduce la fatiga y mantiene cobertura balística efectiva en movimientos críticos como correr, arrodillarse o trepar. Esto es especialmente relevante en el tórax femenino, donde un disparo en una zona mal ajustada puede tener consecuencias graves.
Para optimizar la ergonomía, DuPont colaboró con el laboratorio alemán Hohenstein, especializado en biomecánica, desarrollando evaluaciones cuantitativas que replican movimientos reales del trabajo diario, como agacharse o atarse las botas. Estas pruebas permiten medir restricciones de movimiento y presión en zonas clave del cuerpo, aportando datos objetivos que respaldan la mejora en desempeño y seguridad.
“La evidencia es clara: un chaleco más flexible no solo es más ergonómico, sino que permite al usuario concentrarse plenamente en su misión”, concluye Fonseca.
AM.MX/fm